Dios Padre creó un depósito de todas las aguas, y lo llamó mar. Creó un depósito de todas las gracias, y lo llamó María. El Dios Omnipotente posee un tesoro o almacén riquísimo en el que ha encerrado lo más hermoso, refulgente, raro y precioso que tiene, incluido Su propio Hijo. Este inmenso Tesoro es María, a quien los Santos llaman el Tesoro del Señor, de cuya plenitud se enriquecen los hombres.
Dios Hijo comunicó a Su Madre cuanto adquirió mediante Su Vida y Muerte, Sus Méritos infinitos y virtudes admirables, y la constituyó Tesorera de cuanto el Padre le dio en herencia. Por medio de Ella aplica Sus méritos a Sus miembros, les comunica Sus virtudes y les distribuye Sus gracias. María constituye Su canal misterioso, Su acueducto, por el cual hace pasar suave y abundantemente Sus misericordias...
Tratado de la Verdadera Devoción, nº 23-24
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