En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh queridísimo y Divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias Te haría si Te poseyera! ¡Cómo Te abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces Te besaría y me pondría de rodillas para adorarte; mil veces Te apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Tú Te abrasas. Oh Corazón Sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón Divino, que has respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Ti. ¡Oh Buen Jesús!, separa de mi pobre corazón todo lo que Te desagrade, y hazlo manso, sencillo y humilde.
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)
ORACIÓN FINAL
Renueva completamente el estado de mi alma, oh mi Divino Jesús, y toma entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a Tu amable Corazón. Haz de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de Tus delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrásalo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de Tu Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradarte, a fin de que en el momento en que me saques de esta vida, no muera de otra muerte que la de Tu Amor y por Tu Amor. Así sea.
Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.