Apareció, en sueños, el Ángel del Señor a José y le mandó que fuera a Egipto con el Niño Jesús y con María. San José obedece sin vacilar.
¡Cuántos sufrimientos en aquel viaje! Es noche, en el más riguroso del invierno, sin preparación alguna, llevando a Jesús recién nacido ..., pero va el obediente José!
Así pues, libera a Jesús, que, aunque sea en el exilio, estará salvo, y siempre bajo su protección y amparo. ¡Qué alegría vivir siempre en la gracia de Dios!
FRUTO: Huir de las ocasiones de pecar.
INVOCACIÓN: San José, permíteme estar siempre en unión con Jesús y María. Amén.
ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable Providencia te dignaste escoger a San José por Esposo de Tu Madre Santísima; concédenos, te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el Cielo, a aquél que veneramos en la tierra como Protector. Tú, que vives y Reinas por los siglos de los siglos. Amén.
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