"No tenía figura ni belleza. Lo vimos sin aspecto atrayente,
despreciado y evitado por los hombres,
como un hombre de dolores, acostumbrado a sufrimientos,
ante el cual se ocultan los rostros; despreciado y desestimado."
Del Libro de los Salmos, 26, 8-9
Reconstrucción de la Santa Faz de Nuestro Señor según
la imagen impresa en la Sábana Santa de Turín
Por la señal + de la Santa Cruz, etc.
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo
ORACIÓN PREPARATORIA PARA TODOS LOS DÍAS
Te adoro, oh Jesús mío, Hijo de Dios vivo y de María Virgen, que por mi amor diste la vida en el Ara de la Cruz. A Ti me consagro con todo mi corazón, suplicando humildemente que te dignes imprimir en mi alma la imagen de Tu adorable Faz.
¡Oh Padre Eterno! Mira la Santa Faz de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo y por Sus méritos infinitos concédeme un ardiente deseo de reparar las injurias hechas a Tu Divina Majestad y la gracia que deseo obtener en esta Novena. Así sea. (Pídase aquí por la necesidad o gracia espiritual que se desea obtener)
ORACIÓN DEL DÍA SEGUNDO
¡Oh Víctima Divina, mi Buen Jesús! Tu Faz venerable pegada al suelo de Getsemaní y bañada en copioso sudor de sangre, me descubre la grandeza de Tus Dolores y la gravedad de mis pecados. Dame a mí y a todos los pecadores un sincero arrepentimiento con firmísimo propósito de nunca más pecar.
A continuación reza despacio y con piedad un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.
JACULATORIA
¡Muéstranos, Señor, Tu Santa Faz y seremos salvos!
ORACIÓN FINAL
Oh Dios Omnipotente y Misericordioso, concede, te pedimos, que cuantos veneramos la Faz de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, desfigurada en la Pasión a causa de nuestros pecados, merezcamos contemplarla eternamente en el resplandor de la Gloria Celestial. Amén.
Y terminamos en el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
SANTOS QUE FUERON DEVOTOS DE LA SANTA FAZ
San Bernardo de Claraval (1090-1153), Maestro de la Vida Monacal, devoto de Nuestra Señora y de la Pasión de Cristo. Se le atribuye el siguiente Himno Iesus dulcis memoria del que compartimos un extracto:
¡Oh Jesús! suma benevolencia,
asombrosa alegría del corazón
al expresar Tu bondad
me aprieta la Caridad.
Ya lo que busqué veo,
lo que deseé tengo
en el Amor de Jesús languidezco
y en el corazón me abraso todo.
¡Oh Jesús, dulcísimo para mí!,
esperanza del alma que suspira
te buscan las piadosas lágrimas
y el clamor de la mente íntima.
Sé nuestro gozo, Jesús,
que eres el futuro premio:
sea nuestra en ti la gloria
por todos los siglos siempre. Amén.
EL CULTO A LA SANTA FAZ
Esta tierna Devoción, que según la tradición parece haber instituido el mismo Señor, el día de Su Muerte, imprimiendo milagrosamente su Efigie ensangrentada en el Velo de la Verónica, ha sido conocida y practicada siempre en la Iglesia Católica. El Santo Sudario es venerado en Roma, con especiales muestras de amor y confianza y se expone varias veces durante el año al culto público, dándose con él la bendición solemne a los fieles. Los Soberanos Pontífices han concedido numerosas indulgencias a los que visitan devotamente esta insigne reliquia.
*Para conocer más sobre el origen de la Devoción a la Santa Faz sólo toque AQUÍ
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