viernes, 26 de julio de 2024

NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN Y SU BENDITO ESCAPULARIO. DÍA 26º "UN PEZ CIERRA LA ROTURA DE LA QUILLA DE UN NAVÍO"

  



ORACIONES INICIALES

               Por la señal de la Santa Cruz  de nuestros enemigos  líbranos Señor  Dios Nuestro.

               En el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén.

               ¡Oh Virgen Santísima Inmaculada, belleza y esplendor del Carmen! Tú, que miras con ojos de particular bondad al que viste Tu Bendito Escapulario, mírame benignamente y cúbreme con el manto de Tu maternal protección. Fortalece mi flaqueza con Tu Poder, ilumina las tinieblas de mi entendimiento con Tu Sabiduría, aumenta en mí la Fe, la Esperanza y la Caridad. Adorna mi alma con tales gracias y virtudes que sea siempre amada de Tu Divino Hijo y de Ti. Asísteme en vida, consuélame cuando muera en Tu amabilísima presencia, y preséntame a la Augustísima Trinidad como hijo y siervo devoto Tuyo, para alabarte eternamente y bendecirte en el Paraíso. Amén.


PARA MEDITAR HOY

               El valiente Don Juan de Austria, digno de eterno recuerdo por su victoria inmortal en Lepanto, navegaba para el puerto de Nápoles con cinco galeras y un galeón. En plena navegación y en mar abierto, les sorprendió furiosa tempestad, que zarandeaba sin tregua los frágiles cascos de las embarcaciones. Creció la tempestad: los peligros se multiplicaban por instantes; galeras frágiles, de costuras mal calafateadas, hacían agua por mil sitios; la vía de agua, fatalmente, acabaría por hundir la nao. 

               En el crítico instante, el Capitán Pedro de Luna, en presencia de toda la tripulación, saca del pecho el Santo Escapulario, hinca sus rodillas, mientras lo besa con fervor, prometiendo ir como peregrino al Santuario de la Madonna Bruna del Carmine de Nápoles si la Señora les salva de tan inminente riesgo, por la virtud de su Santo Escapulario. 

               Como en otro tiempo las aguas del Tiberíades se calmaran al imperio de la voz de Cristo, así también en la Galera de Don Juan cesó de entrar agua por la vía abierta en el costado. La Virgen del Carmen hizo el milagro; un pez de gran tamaño se había introducido en el agujero del casco salvando a la tripulación. Un barquito de plata y el Escapulario del Capitán Pedro de Luna, colgados como exvotos en el templo de Nuestra Madre del Carmen, en Nápoles, recordaron durante varias centurias el milagro obrado por la Virgen Santísima mediante Su Bendito Escapulario.


"Prodigios del Escapulario
por el Padre Rafael María López-Melús, O. Carm.


ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA
para pedir Su protección a través
del Bendito Escapulario




Reza ahora, despacio y con piedad TRES AVEMARÍAS
a Nuestra Santa Madre la Virgen del Carmen

JACULATORIA
para repetir con frecuencia hoy

Dulce Reina del Carmelo, causa de nuestra alegría,
quiero cantar el consuelo de llamarte Madre mía.

               Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo  y del Espíritu Santo. Amén. 



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