viernes, 8 de noviembre de 2019

UNA SOLA COSA DESEO...




               Jesús mío, una sola cosa deseo: que el mundo entero os conozca, y sobre todo, las almas que escogisteis por Esposas de vuestro Corazón adorable. Si os conocen os amarán, porque sois el Único Bien. Abrasadme en vuestro Amor y esto me basta. Abrasad a las almas todas, y correremos hacia Vos por el camino más recto, que es el camino del Amor. 

               No quiero más que amar y amar a Vos sólo. Todo lo demás será para mí como sendas para ir a Vos. Si yo pudiera, aún a costa de mi vida, todas las almas traería a vuestro Divino Corazón... Jesús, me has dado hambre y sed de que Te amen todas las almas; y con esta intención, Te lo ofreceré todo, saldré al encuentro de lo que más me cueste. Te prometo que en todo me sujetaré a Tu obediencia, siendo sencillo y pequeño, como un niño, y así dejarme guiar de Ti.

Sor Josefa Menéndez en "Un Llamamiento al Amor", 
el Martes 29 de Junio de 1920




Ejercicio Piadoso de Noviembre en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Día 8: LAS ALMAS DEL PURGATORIO NO PUEDEN VALERSE POR SÍ MISMAS NI MERECER





Ejercicio Piadoso del Mes de Noviembre
en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio


            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

           En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

           Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.




               Reflexiona por espacio de unos tres minutos. A continuación, con espíritu humilde, figúrate ante Jesús Crucificado, en el Monte Calvario, herido de muerte, desnudo, abandonado por los suyos, con la sola compañía de Su Santa Madre, el Discípulo Amado San Juan y algunas piadosas mujeres. Adora Sus Santas Llagas y ofrécelas al Padre Eterno por el alivio y liberación de las Almas del Purgatorio.


ADORACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS
DE JESÚS CRUCIFICADO
en favor de las Almas del Purgatorio


Llaga del Costado

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Costado haz que vivamos siempre en Ella como asilo sagrado y que las Almas del Purgatorio gocen pronto de Tu Reino.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Corona de Espinas

          Jesús mío, por la Llaga de la Corona de Espinas que te coronó como Rey de burlas, haz que nosotros mortifiquemos siempre nuestros pensamientos y que las Almas del Purgatorio se vean libres de sus culpas. 

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Derecha

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Derecha, fortalece nuestras potencias para que siempre estén a Tu servicio y que las Almas del Purgatorio vean Tu Luz.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

    Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Izquierda

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Izquierda, aviva en nuestro corazón la llama de la Caridad y que las Almas del Purgatorio tengan el descanso eterno.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de los Pies

          Jesús mío, por la Llaga de Tus Pies, enciende Fe viva en nuestro corazón y que las Almas del Purgatorio reciban siempre el consuelo.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...



ORACIÓN FINAL
(Escrita por San Agustín de Hipona)

               Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como Inocente Cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el Rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la Cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el Costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan cruentos dolores como has padecido por nosotros, a las Almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a Tu Santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de Tu Sagrada Pasión y por Tu Muerte de Cruz, de las penas del Infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


Indulgencias que se pueden lucrar con este 
Ejercicio en favor de las Almas del Purgatorio

1- Por la Adoración de las Santas Llagas, 300 días de indulgencia. Papa Pío IX, 16 de Enero de 1924.

2 Por la recitación de "Dales Señor el descanso, etc", 300 días de indulgencia. San Pío X, 13 de Noviembre de 1908



jueves, 7 de noviembre de 2019

PRIMER JUEVES de Mes: recemos por la Santidad Sacerdotal




               Santo Tomás enseña que todos estamos obligados a observar cuantos deberes van anejos al estado elegido. Por otra parte, el clérigo, dice San Agustín, está obligado a aspirar la santidad (...). Y Casiodoro escribe: “El eclesiástico está obligado a vivir una vida celestial”. “El Sacerdote está obligado a mayor perfección mayor perfección que el que no lo es”, como asegura Tomás de Kempis (...), pues su estado es más sublime que todos los demás. Y añade Salviano que Dios aconseja la perfección a los seglares, al paso que la impone a los clérigos (...).

               Los sacerdotes de la Antigua Ley llevaban escritas estas palabras en la tiara que coronaba su frente: SANTIDAD PARA YAHVEH (Libro del Éxodo, cap. 39, vers. 29), para recordar la santidad que debían confesar. Las víctimas que ofrecían los sacerdotes habían de consumirse en el fuego completamente. ¿Por qué? Pregunta Teodoreto, y responde. “Para inculcar a aquellos sacerdotes la integridad de la vida que han de tener los que se han consagrado completamente a Dios (...). Decía San Ambrosio que el Sacerdote, para ofrecer dignamente el sacrificio, primero se ha de sacrificar a sí propio, ofreciéndose enteramente a Dios (...). Y Esiquio escribe que el sacerdote debe ser un continuo holocausto de perfección, desde la juventud a la muerte (...). Por eso decía Dios a los sacerdotes de la antigua ley: “Os he separado entre los pueblos para que seáis Míos(Levítico, cap. 20, vers. 26). Con mayoría de razón en la Ley Nueva quiere el Señor que los Sacerdotes dejen a un lado los negocios seculares y se dediquen solo a complacer a Dios a quien se ha dedicado: “que se dedica a la milicia se ha de enredar en los negocios de la hacienda, a fin de contentar al que lo alistó en el ejército” [2 Carta a Timoteo, cap. 2, vers. 4). Y es precisamente la promesa que la Iglesia exige de los que ponen el pie en el Santuario por medio de la tonsura: hacerles declarar que en adelante no tendrán más heredad que a Dios: “El Señor es la parte de mi heredad y mi copa. Tú mi suerte tienes (Salmo 15 5). Escribe San Jerónimo que “Hasta el mismo traje talar y el propio estado claman y piden la santidad de la vida” (...). De aquí que el Sacerdote no solo has de estar alejado de todo vicio, sino que se debe esforzar continuamente por llegar a la perfección, que es aquella a que sólo pueden llegar los viadores (...).


"La Dignidad y la Santidad Sacerdotal" 
por San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia




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Ejercicio Piadoso de Noviembre en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Día 7: LO RECOMENDABLE QUE ES LA DEVOCIÓN POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO





Ejercicio Piadoso del Mes de Noviembre
en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio


            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

           En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

           Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.




               Reflexiona por espacio de unos tres minutos. A continuación, con espíritu humilde, figúrate ante Jesús Crucificado, en el Monte Calvario, herido de muerte, desnudo, abandonado por los suyos, con la sola compañía de Su Santa Madre, el Discípulo Amado San Juan y algunas piadosas mujeres. Adora Sus Santas Llagas y ofrécelas al Padre Eterno por el alivio y liberación de las Almas del Purgatorio.


ADORACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS
DE JESÚS CRUCIFICADO
en favor de las Almas del Purgatorio


Llaga del Costado

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Costado haz que vivamos siempre en Ella como asilo sagrado y que las Almas del Purgatorio gocen pronto de Tu Reino.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Corona de Espinas

          Jesús mío, por la Llaga de la Corona de Espinas que te coronó como Rey de burlas, haz que nosotros mortifiquemos siempre nuestros pensamientos y que las Almas del Purgatorio se vean libres de sus culpas. 

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Derecha

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Derecha, fortalece nuestras potencias para que siempre estén a Tu servicio y que las Almas del Purgatorio vean Tu Luz.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

    Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Izquierda

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Izquierda, aviva en nuestro corazón la llama de la Caridad y que las Almas del Purgatorio tengan el descanso eterno.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de los Pies

          Jesús mío, por la Llaga de Tus Pies, enciende Fe viva en nuestro corazón y que las Almas del Purgatorio reciban siempre el consuelo.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...



ORACIÓN FINAL
(Escrita por San Agustín de Hipona)

               Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como Inocente Cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el Rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la Cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el Costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan cruentos dolores como has padecido por nosotros, a las Almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a Tu Santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de Tu Sagrada Pasión y por Tu Muerte de Cruz, de las penas del Infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


Indulgencias que se pueden lucrar con este 
Ejercicio en favor de las Almas del Purgatorio

1- Por la Adoración de las Santas Llagas, 300 días de indulgencia. Papa Pío IX, 16 de Enero de 1924.

2 Por la recitación de "Dales Señor el descanso, etc", 300 días de indulgencia. San Pío X, 13 de Noviembre de 1908



miércoles, 6 de noviembre de 2019

SAN JOSÉ, valioso intercesor por las Almas del Purgatorio


               Hoy Miércoles, según LA SEMANA DEL BUEN CRISTIANO, procuremos dedicar oraciones especiales al Patriarca San José; como además estamos en el Mes de las Benditas Ánimas del Purgatorio encomendemos a tan gran Santo a las Almas que allí padecen; con seguridad, muchas de esas Almas purgantes, fueron devotas de San José en su vida terrena, y por eso no es exagerado creer que el Padre Adoptivo de Cristo, suplique por Ellas, por su liberación de aquella Cárcel de Amor.




               La Santa Iglesia busca en Nuestro Padre San José el mismo apoyo, la fortaleza, la defensa y la paz que supo proporcionar a la Sagrada Familia de Nazaret, que fue como el germen en que ya se encontraba contenida toda la Iglesia.

               El Patrocinio de San José se extiende a la Iglesia Universal: la Triunfante, en el Paraíso, donde piadosamente se cree que San José se encuentra en cuerpo y alma; también es Patrón de la Iglesia Militante -aquí en este mundo- como lo reconociera el Papa Pío IX en 1870, alcanzando por último su protección sobre las Benditas Ánimas del Purgatorio. 

               San José es realmente Padre y Señor, que protege y acompaña en su camino terreno a quienes le veneran, como protegió y acompañó a Nuestro Señor durante los años ocultos en el taller de Nazareth. No desaproveches la ocasión para dedicar hoy un rato a San José: pídele por ti, por tus necesidades, pero ten la caridad de solicitarle que siga ayudando a los Fieles Difuntos que esperan en el Purgatorio el día de su liberación. 


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(toque sobre el título para abrir el texto)




Ejercicio Piadoso de Noviembre en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Día 6: SOCORRER A LOS VIVOS ES GRAN CARIDAD, PERO SOCORRER A LOS DIFUNTOS LO ES AÚN MAYOR





Ejercicio Piadoso del Mes de Noviembre
en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio


            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

           En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

           Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.




               Reflexiona por espacio de unos tres minutos. A continuación, con espíritu humilde, figúrate ante Jesús Crucificado, en el Monte Calvario, herido de muerte, desnudo, abandonado por los suyos, con la sola compañía de Su Santa Madre, el Discípulo Amado San Juan y algunas piadosas mujeres. Adora Sus Santas Llagas y ofrécelas al Padre Eterno por el alivio y liberación de las Almas del Purgatorio.


ADORACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS
DE JESÚS CRUCIFICADO
en favor de las Almas del Purgatorio


Llaga del Costado

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Costado haz que vivamos siempre en Ella como asilo sagrado y que las Almas del Purgatorio gocen pronto de Tu Reino.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Corona de Espinas

          Jesús mío, por la Llaga de la Corona de Espinas que te coronó como Rey de burlas, haz que nosotros mortifiquemos siempre nuestros pensamientos y que las Almas del Purgatorio se vean libres de sus culpas. 

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Derecha

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Derecha, fortalece nuestras potencias para que siempre estén a Tu servicio y que las Almas del Purgatorio vean Tu Luz.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

    Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Izquierda

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Izquierda, aviva en nuestro corazón la llama de la Caridad y que las Almas del Purgatorio tengan el descanso eterno.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de los Pies

          Jesús mío, por la Llaga de Tus Pies, enciende Fe viva en nuestro corazón y que las Almas del Purgatorio reciban siempre el consuelo.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...



ORACIÓN FINAL
(Escrita por San Agustín de Hipona)

               Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como Inocente Cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el Rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la Cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el Costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan cruentos dolores como has padecido por nosotros, a las Almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a Tu Santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de Tu Sagrada Pasión y por Tu Muerte de Cruz, de las penas del Infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


Indulgencias que se pueden lucrar con este 
Ejercicio en favor de las Almas del Purgatorio

1- Por la Adoración de las Santas Llagas, 300 días de indulgencia. Papa Pío IX, 16 de Enero de 1924.

2 Por la recitación de "Dales Señor el descanso, etc", 300 días de indulgencia. San Pío X, 13 de Noviembre de 1908



martes, 5 de noviembre de 2019

Ejercicio Piadoso de Noviembre en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio. Día 5: LUGAR DE LAS PENAS





Ejercicio Piadoso del Mes de Noviembre
en favor de las Benditas Ánimas del Purgatorio


            Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

           En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

           Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.




               Reflexiona por espacio de unos tres minutos. A continuación, con espíritu humilde, figúrate ante Jesús Crucificado, en el Monte Calvario, herido de muerte, desnudo, abandonado por los suyos, con la sola compañía de Su Santa Madre, el Discípulo Amado San Juan y algunas piadosas mujeres. Adora Sus Santas Llagas y ofrécelas al Padre Eterno por el alivio y liberación de las Almas del Purgatorio.


ADORACIÓN DE LAS CINCO LLAGAS
DE JESÚS CRUCIFICADO
en favor de las Almas del Purgatorio


Llaga del Costado

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Costado haz que vivamos siempre en Ella como asilo sagrado y que las Almas del Purgatorio gocen pronto de Tu Reino.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Corona de Espinas

          Jesús mío, por la Llaga de la Corona de Espinas que te coronó como Rey de burlas, haz que nosotros mortifiquemos siempre nuestros pensamientos y que las Almas del Purgatorio se vean libres de sus culpas. 

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Derecha

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Derecha, fortalece nuestras potencias para que siempre estén a Tu servicio y que las Almas del Purgatorio vean Tu Luz.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

    Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de la Mano Izquierda

          Jesús mío, por la Llaga de Tu Mano Izquierda, aviva en nuestro corazón la llama de la Caridad y que las Almas del Purgatorio tengan el descanso eterno.
     
     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...

Llaga de los Pies

          Jesús mío, por la Llaga de Tus Pies, enciende Fe viva en nuestro corazón y que las Almas del Purgatorio reciban siempre el consuelo.

     Dales Señor el descanso eterno, y brille para Ellas la Luz Eterna.

     Padre Nuestro que estás en los Cielos...



ORACIÓN FINAL
(Escrita por San Agustín de Hipona)

               Dulcísimo Jesús mío, que para redimir al mundo quisiste nacer, ser circuncidado, desechado de los judíos, entregado con el beso de Judas, atado con cordeles, llevado al suplicio, como Inocente Cordero; presentado ante Anás, Caifás, Pilato y Herodes; escupido y acusado con falsos testigos; abofeteado, cargado de oprobios, desgarrado con azotes, coronado de espinas, golpeado con la caña, cubierto el Rostro con una púrpura por burla; desnudado afrentosamente, clavado en la Cruz y levantado en ella, puesto entre ladrones, como uno de ellos, dándote a beber hiel y vinagres y herido el Costado con la lanza. Libra, Señor, por tantos y tan cruentos dolores como has padecido por nosotros, a las Almas del Purgatorio de las penas en que están; llévalas a descansar a Tu Santísima Gloria, y sálvanos, por los méritos de Tu Sagrada Pasión y por Tu Muerte de Cruz, de las penas del Infierno para que seamos dignos de entrar en la posesión de aquel Reino, adonde llevaste al buen ladrón, que fue crucificado contigo, que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.


Indulgencias que se pueden lucrar con este 
Ejercicio en favor de las Almas del Purgatorio

1- Por la Adoración de las Santas Llagas, 300 días de indulgencia. Papa Pío IX, 16 de Enero de 1924.

2 Por la recitación de "Dales Señor el descanso, etc", 300 días de indulgencia. San Pío X, 13 de Noviembre de 1908



FESTIVIDAD DE LAS SAGRADAS RELIQUIAS, los restos que han de ser glorificados para la Vida Eterna




          "Enseñen también que deben ser venerados por los fieles los Sagrados Cuerpos de los Santos y Mártires y de los otros que viven con Cristo, pues fueron miembros vivos de Cristo y templos del Espíritu Santo, que por Él han de ser resucitados y glorificados para la Vida Eterna, y por los cuales hace Dios muchos beneficios a los hombres, de suerte que los que afirman que a las reliquias de los Santos no se les debe veneración y honor, o que ellas y otros sagrados monumentos son honrados inútilmente por los fieles y que en vano se reitera el recuerdo de ellos con objeto de impetrar su ayuda (quienes tales cosas afirman) deben absolutamente ser condenados, como ya antaño se los condenó y ahora también los condena la Iglesia"

Sacro Santo Concilio de Trento, 1545-1563


               El culto a las Sagradas Reliquias lo encontramos en los inicios del Cristianismo, momento en que tuvo lugar la aparición de los primeros Mártires, cuyos cuerpos fueron enterrados en catacumbas. En un primer momento se mantuvo la costumbre romana y occidental de respetar la inviolabilidad de la sepultura, dado que se consideraba un sacrilegio tocar el cuerpo de los Santos, lo que dio lugar a la aparición de las reliquias de contacto, llamadas también "brandeas", obtenidas mediante la colocación de paños sobre la tumba de aquellos que habían fallecido en olor de santidad. 

               Se sabe que esta tradición aún estaba vigente en el siglo VI, si bien, progresivamente, se fue imponiendo la práctica oriental de trasladar y dividir los cuerpos santos con el fin de utilizarlos para consagrar los templos. Asimismo, se fue haciendo cada vez más habitual el empleo de estos restos y objetos sagrados para uso personal, así como su exposición en relicarios y cortejos procesionales con la intención de que fueran venerados por el pueblo.




               Paulatinamente se generalizó la costumbre advertida en otros países de utilizar las reliquias para la consagración de las iglesias, lo que provocó que se produjera un gran afán en la obtención de estos objetos por parte de los particulares interesados en fundar nuevos edificios religiosos. La presencia de reliquias en estos recintos sacros favorecía la celebración de fiestas en honor de las mismas, en las que las procesiones debían ser frecuentes, tal y como se desprende de un canon del Concilio III de Braga, celebrado el año 675, donde se señala que los Obispos se colgaban en las Fiestas de los Mártires las reliquias del cuello, haciéndose llevar en hombros por los diáconos como si ellos mismos fueran relicarios. Tal vez desde esa época, los Obispos conservaron la costumbre de llevar reliquias en la cruz pectoral.




               El Concilio de Nicea, en el año 787, impuso que todas las iglesias debían ser  consagradas con alguna reliquia, lo que supuso un notable impulso a su devoción. El Concilio de Trento determinó que las reliquias insignes eran las del cuerpo entero del Santo o parte del mismo en el que éste había sufrido el Martirio, se fijó que no se podían enajenar ni trasladar a otra iglesia sin Indulto Apostólico, que debían ser expuestas en relicarios cerrados y que no era lícito venderlas, siendo función del clero el impedir que se profanasen, perdiesen o no se guardasen debidamente.




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