lunes, 24 de septiembre de 2018

NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE LA MERCED, Libertadora de las almas que a Ella se confían





Relato de la Aparición de Nuestra Señora de la Merced
 a San Pedro Nolasco

               El Padre Gaver, en el 1400, relata como Nuestra Señora se aparece a San Pedro Nolasco en el año 1218 y le revela su deseo de ser Liberadora a través de una orden dedicada a socorrer a los cristianos cautivos en tierras infieles.

               Ante la visión de la Virgen Santísima, San Pedro Nolasco, confundido por tal gracia, le pregunta:

               "¿Quién eres Tú, que a mí, un indigno siervo, pides que realice obra tan difícil, de tan gran caridad, que es grata Dios y meritoria para mi?"

                Nuestra Señora le responde:

               "Yo soy María, aquella en cuyo vientre asumió la carne el Hijo de Dios, tomándola de Mi sangre purísima, para reconciliación del género humano. Soy Aquella a la que dijo Simeón cuando ofrecí Mi Hijo en el templo: "Mira que éste ha sido puesto para ruina y resurrección de muchos en Israel; ha sido puesto como signo de contradicción: y a Ti misma una espada vendrá a atravesarte por el alma".

               "¡Oh Virgen María - prosiguió el Santo- Madre de Gracia, Madre de Misericordia ¿Quién podrá creer que tú me mandas?" 

               "No dudes en nada, - sentenció Nuestra Señora - porque es voluntad de Dios que se funde una Orden de ese tipo en honor Mío; será una Orden cuyos hermanos y profesos, a imitación de Mi Hijo Jesucristo, estarán puestos para ruina y redención de muchos en Israel (es decir, entre los cristianos) y serán signo de contradicción para muchos."

               Para llevar a cabo esta misión, el 10 de Agosto de 1218, San Pedro Nolasco fundó en Barcelona la Orden de la Virgen María de la Merced de la redención de los cautivos, con la participación del Rey Jaime de Aragón y ante el Obispo de la ciudad, Berenguer de Palou. 

               Por la confirmación del Papa Gregorio IX aprobó la Orden el 17 de Enero de 1235; la ratificó en la práctica de la Regla de San Agustín; le dio carácter universal incorporándola plenamente a su vida y sancionó su obra como misión en el pueblo de Dios.”

               En el año 1696, el Papa Inocencio XII extendió la Fiesta de la Virgen de la Merced a toda la Iglesia y fijó su fecha el 24 de Septiembre.




El escapulario de la Merced es blanco por la Pureza Virginal de María Nuestra Señora,
a quien se consagra quien lo lleva. Por una de las partes lleva impresa la imagen
de la Virgen de la Merced o el anagrama del Ave María y por la otra el escudo 
de la Orden de la Merced, privilegio del Rey Jaime I de Aragón.



JOSÉ ANTONIO, EL CABALLERO MÁRTIR DE LA MERCED

               José Antonio Primo de Rivera y Záenz de Heredia, abogado, Fundador de Falange Española, Marqués de Estella, Grande de Esapaña, por influencia de sus piadosas hermanas Carmen y Pilar, entró en la Orden de la Merced en calidad de Caballero. Años más tarde,  José Antonio sería detenido en Madrid y posteriormente trasladado a Alicante, pero no sin antes solicitar que le trajesen su escapulario de la Merced, el cual puso sobre el pecho y ya no se desprendió de él... lo llevaba puesto el 20 de Noviembre de 1936, en el momento de ser fusilado, junto con el Detente del Sagrado Corazón y una medalla de la Santa Faz, entre otras. 



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