jueves, 3 de julio de 2025
EL CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
De cultu eucharistici explicatio dogmatica,
del P. Albert Lepidi OP, Roma, 1905
Esta Devoción es distinta de la del Sagrado Corazón, aunque está íntimamente ligada a ella. Enfatiza el amor de Cristo presente en la Eucaristía y llama a los Fieles a un mayor fervor en su adoración al Santísimo Sacramento. El mensaje del Corazón Eucarístico es una continuación de las revelaciones de Paray-le-Monial a Santa Margarita María Alacoque en el siglo XVII.
El 9 de Noviembre de 1921, mediante un Decreto de la Congregación de Ritos, el Papa Benedicto XV aprobaba una Misa y un Oficio propio del Corazón Eucarístico de Jesús, fijados para el Jueves posterior a la Octava de la Festividad del Santísimo Sacramento, uniendo así la Festividad del Corpus Christi, la del Sagrado Corazón y este culto al Corazón Eucarístico; "...esta devoción, la más excelente, debe ser especialmente la de los Sacerdotes", había sentenciado el Papa Benedicto XV el 16 de Febrero de 1916.
"Esta nueva Fiesta… tiene el propósito de conmemorar de manera especial el amor que nos mostró Nuestro Señor Jesucristo en el Misterio de la Sagrada Eucaristía… Otro propósito… es animar a los Fieles a acercarse a la Sagrada Eucaristía con cada vez mayor confianza e inflamar sus almas con el Amor Divino cuya fuente es Nuestro Señor Jesucristo en Su Corazón ardiendo de infinita Caridad, quien instituyó la Sagrada Eucaristía, quien ama a Sus discípulos y los guarda en Su sagrado Corazón, ya que Él vive y permanece en ellos, como ellos permanecen en Él, Él que, a través de la Eucaristía, se ofrece y se da a cada uno de nosotros como Víctima, Compañero en el exilio, Alimento, Viático, finalmente prenda del Cielo". (Del Decreto de aprobación de la Misa del Corazón Eucarístico de Jesús)
Años antes, otro Papa había elogiado esta misma devoción: "El culto al Corazón Eucarístico honra especialmente el acto supremo de amor por el cual nuestro Redentor, permitiendo que todas las riquezas de su Corazón se desbordaran, instituyó el adorable Sacramento de la Eucaristía", diría el Papa León XIII, el 17 de Febrero de 1903.
ORIGEN DE LA DEVOCIÓN AL CORAZÓN EUCARÍSTICO DE JESÚS
Así como de forma íntima quiso revelarse el Sagrado Corazón de Jesús a Santa Margarita de Alacoque, de la misma manera quiso el Cielo comunicarse con la Hermana Sofía Prouvier, una joven que estaba fundando un grupo de vírgenes consagradas, con el apoyo y bendición del Santo Cura de Ars; Sofía fue agraciada con varias revelaciones del Corazón Eucarístico, teniendo lugar la primera de estas manifestaciones el 22 de Enero de 1854, en la capilla de Nuestra Señora del Refugio en el Hospital de Saint-Jacques de Besançon (Borgoña, Francia), durante la exposición de Jesús Sacramentado: «Estaba inmersa en la contemplación de Nuestro Señor, a quien vi quebrantado de dolor por la falta de amor que le demostraban las almas favorecidas con sus dones y admitidas a la comunión frecuente: “¡Me rodean y no me consuelan!”». Este Corazón Divino derramó sus lamentaciones con una expresión de bondad y profundo dolor, es decir, algo inefablemente dulce en Su infinita desolación. «Mi Corazón pide amor como un pobre pide pan».
En otra revelación privada, unos meses después, Jesús le insistió: «Es Mi Corazón Eucarístico, hazlo conocer, hazlo amar». Con este fin, la Hermana Sofía Prouvier escribiría veinte "elevaciones" para orar al Corazón Eucarístico y dedicaría el resto de su vida a difundir el mensaje del Corazón Eucarístico de Jesús, incluso fuera del territorio metropolitano, en particular en Argelia. La espiritualidad del Corazón Eucarístico también se difundió con la ayuda del Padre Hermann Cohen y del Beato Pedro Julián Eymard.
En 1879 se fundó la primera Cofradía del Corazón Eucarístico gracias al Cardenal Joseph Hippolyte Guibert, Arzobispo de París, que anunció que "...la Devoción al Corazón Eucarístico de Jesús contiene y une en sí misma la devoción al Santísimo Sacramento y al Sagrado Corazón con la intención de honrar mediante un culto especial al Sagrado Corazón de Jesús en el acto de amor con el que dio la Eucaristía y perpetuó a través de ella Su adorable Presencia entre nosotros". Fue seguida por muchas otras Cofradías en la segunda mitad del siglo XIX.
En 1898, el Papa León XIII explicó son sencillez el vínculo que une la Devoción al Corazón Eucarístico con la del Sagrado Corazón: "El culto al Corazón Eucarístico de Jesús no debe entenderse como diferente en sustancia de la que la Iglesia profesa hacia el Sagrado Corazón: solo que elige como objeto de especial veneración, amor, gratitud y homenaje, ese acto de supremo amor por el cual el amantísimo Corazón de Jesús instituyó el adorable Sacramento de la Eucaristía, dignó así permanecer entre nosotros hasta el fin de los tiempos".
miércoles, 2 de julio de 2025
PRIMERA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN en la aldea de San Sebastián de Garabandal
martes, 1 de julio de 2025
FESTIVIDAD DE LA PRECIOSÍSIMA SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
El Papa Pío IX cumpliendo una sugerencia del Padre Giovanni Merlini, tercer Moderador General de los Padres de la Preciosísima Sangre, una vez vencida la revolución que le había expulsado de la ciudad de Roma, instituyó la Fiesta de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo, mediante el Decreto "Redempti sumus", el 10 de Agosto de 1849; el Papa San Pío X, en 1914, asignó el 1 de Julio como la fecha fija de esta celebración, que sería elevada en 1934 al rango de Fiesta de rito doble de primera clase por el Papa Pío XI, con ocasión del decimonono centenario de la muerte de Nuestro Salvador.
El Corazón de Jesús ha hecho que circulase por sus miembros esta Sangre adorable y por eso, el Evangelio de hoy nos hace presenciar la escena que se desarrolló en el Calvario, al ser atravesado el pecho del Divino Crucificado por la lanza, derramando enseguida Sangre y agua; se ha significado con ello la unión de los dos testimonios que el Espíritu Santo dio al Mesías al ser Éste bautizado en las aguas del río Jordán, y al ser bautizado con Su propia Sangre en la Cruz.
La historia de la Devoción a la Preciosa Sangre de Nuestro Señor es la misma Historia de la Santa Iglesia Católica, porque Nuestro Señor, con el derramamiento de Su Bendita Sangre, desde la flagelación hasta la inmolación en la Cruz, nos ha redimido de nuestros pecados; en esta necesaria devoción se condensa la Predicación del Evangelio y la administración de los Sacramentos, especialmente en la confesión sacramental, donde místicamente, vuelve a rociarnos con esa Preciosa Sangre para lavarnos de la inmundicia del pecado.
Los Santos Padres fueron devotísimos de la Preciosa Sangre, como San Juan Crisóstomo en Oriente y San Agustín en Occidente. Entre las Santas, las revelaciones de Santa Gertrudis están llenas de las palabras más dulces y profundas acerca de la Preciosa Sangre.
La Devoción de la Preciosa Sangre es inseparable del Santo Sacrificio de la Misa, donde Nuestro Señor se hace presente en el Altar con Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad por medio de las palabras de la Consagración; sería ideal que todo buen católico, en el momento de la elevación del Cáliz, rogase para sí y para los suyos, ser lavados en esta Bendita Sangre; que pidamos al Buen Jesús, que si fuese necesario, también nosotros derramemos nuestra sangre para defender y transmitir la Fe Católica, como han hecho los innumerables Mártires que no dudaron en entregarse como Nuestro Señor lo hizo en la Cruz Redentora.
En ese momento culmen de la elevación del Cáliz, no olvidemos a nuestras Hermanas las Almas del Purgatorio, y solicitemos también para Ellas, que la Preciosa Sangre de Cristo las libere -o al menos alivie- de sus tormentos purificadores.
Un rasgo distintivo de la Devoción a la Preciosa Sangre es el principio cristiano del sacrificio, palabra desterrada por el mundo moderno y hasta por los sectores más progresistas del catolicismo; y es que el sacrificio es el elemento cristiano de la santidad, ya que implica pisotear el amor propio y amar la humildad y el olvido de todo afecto que nos aparte del amor de Dios.
No podemos contemplar a Cristo en la Cruz, llagado, ensangrentado, muerto por nuestros crímenes, y pretender vivir sin renunciar a un apego, rodeados de comodidades y lujos innecesarios. Los verdaderos devotos de la Preciosa Sangre, serán católicos fieles, sumisos a la Voluntad de Dios y a la Doctrina de la Iglesia, pero también almas piadosas y mortificadas, no en grandes penitencias, sino en el silencio de aquél que por ejemplo se priva de ver la televisión, de llamar por teléfono a un buen amigo o del que prefiere dar a una obra de caridad antes que comprarse un par de zapatos.
lunes, 30 de junio de 2025
EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 30: HEREDERA DE MI CORAZÓN
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)
ORACIÓN DIARIA
ORACIÓN FINAL
Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.
Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
domingo, 29 de junio de 2025
EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 29: EL MÁS BELLO DE TODOS LOS AMANTES
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)
ORACIÓN DIARIA
ORACIÓN FINAL
Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.
Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
sábado, 28 de junio de 2025
EJERCICIO PIADOSO EN HONOR DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS. Día 28: TENER PARTE EN MI DOLOR
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los Méritos de vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL
Oh queridísimo y divino Corazón de mi Jesús, ¡qué caricias os haría si os poseyera! ¡Cómo os abrazaría! Oh Corazón todo amable, mil veces os besaría y me pondría de rodillas para adoraros; mil veces os apretaría estrechamente contra mi pecho, a fin de abrasarme con las llamas con que Vos os abrasáis. Oh Corazón sagrado, Corazón encendido, Corazón abrasado, Corazón divino, que habéis respirado y suspirado tantas veces por mí; no quiero de aquí en adelante respirar sino por Vos. ¡Oh Buen Jesús!, separad de mi pobre corazón todo lo que os desagrade, y hacedlo manso, sencillo y humilde.
(Extraída de los escritos de Santa Margarita María de Alacoque)
ORACIÓN DIARIA
ORACIÓN FINAL
Renovad completamente el estado de mi alma, oh mi divino Jesús, y tomad entera y perfecta posesión de todo mi ser, el cual dedico y consagro en perfecto holocausto de amor a vuestro amable Corazón. Haced de mi pobre y mezquino corazón un paraíso de vuestras delicias, con las flores y frutos de las sólidas virtudes de humildad, mansedumbre, sencillez; abrasadlo sobre todo en un vivo y ardiente deseo de vuestro Amor; que el único objeto de todas mis aspiraciones sea agradaros a Vos, a fin de que en el momento en que me saquéis de esta vida, no muera de otra muerte que la de vuestro Amor y por vuestro Amor. Así sea.
Terminamos este Ejercicio signándonos en el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
viernes, 27 de junio de 2025
FESTIVIDAD DEL SAGRADO CORAZÓN, ESPECIAL ALABANZA AL AMOR INFINITO
El fundamento de la Devoción del Sagrado Corazón de Jesús radica en el fondo mismo de la Teología Cristiana, aunque la Devoción misma es reciente. Sus primeros heraldos y propagadores fueron las dos Místicas benedictinas del siglo XIII: Santa Gertrudis y Santa Matilde, que tuvieron ya una visión clara de la grandeza de este Misterio. La primera, Santa Gertrudis, tuvo un éxtasis en el cual se le apareció San Juan Evangelista, interpretándole el significado de los Santos Latidos que él mismo oyó en el Corazón Divino durante la Última Cena. Su fuego debía reservarse para calentar el mundo en los Últimos Tiempos, cuando fuese enfriándose la Fe y relajándose la Piedad. Las dos Santas Místicas vieron el Corazón de Jesús sobre un altar en el cual Cristo se ofrecía a sí Mismo como una Víctima agradable a Dios.
Al empezar la Edad Moderna, el Protestantismo, con su sequedad, debilitó en la Cristiandad el amor y la confianza de los hombres en Dios. Esta tendencia vino a ser verdaderos estragos con las doctrinas sombrías del Jansenismo, y fue entonces, a finales del siglo XVII, cuando aparecieron en la Iglesia los más grandes apóstoles de la Devoción al Sagrado Corazón: en España, el Padre Bernardo de Hoyos, en Francia, San Juan Eudes y Santa Margarita María de Alacoque, que recibió una nueva Visita del Sagrado Corazón de Jesús el 16 de Junio de 1675, para solicitarle que trabajara en pro de esta Devoción y que así fuese reconocida y festejada por la Iglesia; poco después, el Papa Clemente XIII permitió la celebración de la Fiesta, pero hasta la época del Papa Pío IX, no sería de obligada celebración en la Iglesia Universal hasta 1856.
No pasaría mucho tiempo hasta que Nuestro Señor quisiera recordar al mundo este Mensaje de Paz y Caridad; así lo hizo a principios del pasado siglo XX, cuando se le manifestó a otra religiosa visitandina, Sor Benigna Consolata Ferrero (de Como, Italia) o unos años después a la española Sor Josefa Menéndez: a una y a la otra Jesús desvela los secretos más ocultos de Su Divino Corazón, donde ambas Místicas coinciden en la necesidad de vivir en profunda unión con este Sacratísimo Corazón que solo busca amar y perdonar.