Esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días consecutivos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado a Nuestra Señora.
Hagamos la Novena en un templo o capilla, o bien desde casa, delante de alguna imagen de Nuestra Señora del Carmen. Hagamos una INTENCIÓN PARTICULAR por la cual ofrecer esta Novena.
Ofrezcamos a la Majestad de Dios, en Reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como una limosna, ayuno, asistir a la Santa Misa, etc.
Puestos de rodillas, conscientes de la Presencia de Dios y Su Bendita Madre, empezaremos:
Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.
Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.
ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA
Llevadnos con Vos, Virgen Inmaculada;
correremos tras el olor de Vuestros perfumes
Dios te salve, María, llena eres de gracia, etc...
Llevadnos, Virgen Sagrada María
a la cima del Carmelo,
que es Cristo, Vida del Cielo
Dios te salve, María, llena eres de gracia, etc...
Interceded ante el Señor, Reina del Cielo,
para que cuantos murieron revestidos
con Vuestro Escapulario,
vayan cuanto antes al Monte Santo de la Gloria
Dios te salve, María, llena eres de gracia, etc...
DÍA NOVENO
¡Oh Virgen del Carmen, María Santísima! que extendiendo Tu amor hacia los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten Tu Santo Escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con Tus ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios, Nuestro Señor, en la Gloria. Te ruego, Señora, me alcances de Su divina Majestad cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la Devoción del Santo Escapulario, de modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:
Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, etc...
Pedir ahora la gracia particular
que se desea conseguir en esta Novena
ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS
Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de Tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta Tu querida Insignia. ¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante Tu sagrada imagen, y concédenos benigna Tu amorosa protección.
Te encomiendo las necesidades de la Iglesia Católica, Nuestra Madre, así como las de mi Nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a Tu Divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.
Pues eres nuestro consuelo y Medianera con Dios,
ruega, Señora, por nos, Virgen del Monte Carmelo
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