jueves, 30 de enero de 2025

CUANDO EL ALMA SUFRE. Meditaciones del Padre Pío de Pietrelcina

 

                La Piedad Católica dedica los Jueves a contemplar el Misterio Eucarístico, donde Jesucristo Nuestro Señor se hace presente en la Santa Misa, mediante las palabras de la Consagración que pronuncia el sacerdote en el Altar, donde presta su ser entero a Cristo y con Él y en Él, se ofrece como una sola y misma Víctima. De ahí que el Jueves sea también el día elegido para rezar por la Santidad de los Sacerdotes, pues fue Jesús mismo, quien confirió a Sus Apóstoles la plenitud del Sacerdocio en la noche del Jueves Santo, durante la Última Cena, y a los que encomendó celebrar la Santa Misa hasta la consumación de los Tiempos.




QUÉDATE CONMIGO, SEÑOR

Súplica que rezaba con frecuencia el Padre Pío

               Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para no olvidarte. Tú sabes con cuánta facilidad te abandono. 

               Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y tengo necesidad de Tu fortaleza para no caer tantas veces.

               Quédate conmigo, Señor, porque Tú eres mi vida y sin Ti disminuye mi fervor. 

               Quédate conmigo, Señor, para mostrarme Tu Voluntad. 

               Quédate, Señor, conmigo, para que oiga Tu voz y la siga. 

               Quédate, Señor, conmigo, porque deseo amarte mucho y estar en Tu compañía. 

               Quédate, conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel.

               Quédate conmigo, Señor, porque aunque mi alma sea tan pobre, desea ser para Ti un lugar de descanso, un nido de amor…

               Quédate, Jesús conmigo, porque se hace tarde y el día declina… Esto es, se acerca la muerte, el Juicio, la Eternidad… 

               Quédate conmigo; necesito redoblar mis fuerzas a fin de no desfallecer en el camino y para esto tengo necesidad de Ti. Se hace tarde y viene la muerte. Me inquietan las tinieblas, las tentaciones, las arideces, las cruces, las penas… 

               ¡Cuánta necesidad tengo de Ti! Haz que te conozca, como Tus Discípulos, al partir el pan. Esto es: que la Unión Eucarística sea la luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única alegría de mi corazón.

               Quédate, Señor, conmigo, porque cuando llegue la muerte quiero estar unido a Ti, si no realmente por la Santa Comunión, al menos por la Gracia y el Amor. 

               ¡Quédate, Jesús, conmigo! No te pido Tu divina consolación, porque no la merezco, pero el don de Tu Santísima Presencia… ¡eso sí, te lo pido! ¡Quédate, Señor, conmigo! A Ti solo busco: Tu Amor, Tu gracia, Tu voluntad, Tu Corazón, Tu Espíritu, porque te amo y no quiero otra recompensa que amar. 

               Quiero un amor ferviente y profundo. Quiero amarte con todo mi corazón, aquí en la tierra, para seguir amándote con perfección por toda la Eternidad. Así sea.



martes, 28 de enero de 2025

EL ESCAPULARIO VERDE, PODEROSO INSTRUMENTO PARA LA CONVERSIÓN DE LOS PECADORES

 



              El Escapulario Verde es un sacramental, aprobado por el Papa Pío IX en 1870. Debe ser bendecido por un Sacerdote Católico, si bien no necesita de ninguna imposición para recibirlo; se recomienda llevarlo al pecho o prendido entre la ropa, así como colocarlo en medio de otras pertenencias que usemos habitualmente (cartera, tarjetero, monedero, etc). La Virgen Nuestra Señora aseguró la conversión de aquellos pecadores que lo llevasen consigo.

             Nueve años después que a Santa Catalina Labouré, se apareció la Santísima Virgen María a la Hermana Justina Bisqueyburu, en el mismo convento de la Rue du Bac, sosteniendo el Inmaculado Corazón en sus manos, resplandeciente con las más intensas y deslumbrantes llamas que salían de él, y le entregó el Escapulario Verde…

              En La Rue du Bac de París se encuentra el Convento de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Personas de todo el mundo van a allí para orar en la Capilla y pedir la intercesión de la Virgen Inmaculada.

               La historia del Escapulario Verde empieza en la misma Capilla, pero diez años después, y con otra Hermana, Justina Bisqueyburu. Es a ella a quien Nuestra Señora del Escapulario Verde se le apareció.



LAS VISIONES DE LA HERMANA JUSTINA

               La Hermana Justina Bisqueyburu nació el 11 de Noviembre de 1817, en el pueblo de Mauleon, en los bajos Pirineos de Francia. Pasó sus primeros años con la hermana de su madre.

               Su vida en ese momento era simple, como la de cualquier niña de su edad.

               Cuando cumplió los 22 años, Justina se unió a las Hermanas de Caridad de San Vicente de Paúl, una Congregación muy popular y extendida en Francia, y fundada en los grandes principios de espiritualidad y caridad del gran ‘Monseñor Vicente’, que era como a él se le refería. El Convento de la Congregación estaba en la Rue du Bac, en París, una calle bulliciosa en el corazón del sector comercial de la ciudad.

               Después de su llegada al Convento, Justina comenzó a experimentar gracias místicas y manifestaciones sobrenaturales.


PRIMERAS MANIFESTACIONES DE LA VIRGEN

                El 28 de Enero de 1840, durante su retiro de Noviciado, estando orando en silencio en la Capilla del convento, se le apareció, sobresaltándola, la Santísima Virgen María. La Madre de Dios tenía un vestido largo de seda blanca dejando al descubierto sus pies. Encima del vestido tenía un manto del más pálido azul. Su cabello caía suavemente sobre sus hombros y no estaba cubierto por un velo. La Hermana observó que las manos de la Santísima Virgen estaban dobladas hacia su pecho y sosteniendo el Inmaculado Corazón, del cual salían llamas resplandecientes. La Madre de Dios no dijo nada.

               Esta visión se repitió al final del retiro de la Hermana Justina y en otras cinco ocasiones durante el curso de su noviciado. En cada ocasión, la Santísima Virgen no decía nada y los detalles de cada visión eran idénticos.

               Después de hacer sus primeros votos, Sor Justina fue enviada al pueblo de Blangy, para trabajar allí con las Hermanas de su Congregación. Al poco tiempo de su llegada, las Hermanas se reunieron para celebrar la fiesta del Nacimiento de la Santísima Virgen María. Sor Justina se encontraba en oración meditando en esta celebración. De pronto tuvo una nueva visión, esta vez diferente a la de ocasiones anteriores.

               La Santísima Virgen se le aparece vestida igual que en las otras ocasiones: con un vestido de seda blanca cubierto por el manto azul pálido, y en sus manos sosteniendo el Inmaculado Corazón, resplandeciente con las más intensas y deslumbrantes llamas que salían de él. Pero, tenía algo diferente: en su mano izquierda sostenía lo que parecía ser un Escapulario o insignia de alguna clase.



PARA CONVERTIR A LOS ALEJADOS DE DIOS

               Durante esta visión se le dio a conocer por una revelación interior el significado de esta Aparición. Se le reveló que este Escapulario del Inmaculado Corazón sería un poderoso instrumento para la conversión de almas, particularmente aquellas que no tienen Fe, y que por medio de él, la Santísima Virgen obtendría para ellos, mediante Su Hijo, la gracia de una muerte en gracia de Dios.

               Se le hizo también saber a la religiosa el deseo de la Madre de Dios de que el Escapulario fuese propagado por todas partes para que estas gracias particulares, lleguen a todas las almas que abracen esta devoción.

               La Hermana Justina mantuvo un velo de silencio sobre estas manifestaciones y sólo hablo de ellas con aquéllas personas directamente responsables de su preparación espiritual. Y así, la Hermana Justina era vista únicamente como una Hermana religiosa humilde y fiel, como tantas otras, fiel a la Regla, obediente a aquellos cuya autoridad estaba por encima de ella, y compasiva con aquellos que necesitaran de su ayuda. Al finalizar su formación religiosa, Sor Justina dedicó calladamente la mayoría de sus años en varios hospitales de la Congregación en Francia, y se le recordó después como una Hermana diligente, capaz, compasiva y gentil; murió en olor de Santidad en 1903. 




DISEÑO DEL ESCAPULARIO VERDE

               A diferencia de otros Escapularios, éste tenía un sólo cuadrado de tela en lugar de dos. El cuadrado de tela estaba atado con cordones verdes.

               En él estaba una imagen de la Virgen de la misma forma en que se la había aparecido a Sor Justina en sus anteriores visiones, sosteniendo en Su mano derecha Su Inmaculado Corazón.

               Al voltear la imagen, la religiosa vio “un Corazón ardiendo con rayos más deslumbrantes que el sol y tan transparente como el cristal.” El Corazón fue perforado por una espada y rodeado por una oración en forma oval, y en la parte superior de óvalo, una Cruz de oro. En la oración se lee: “Inmaculado Corazón de María, ruega por nosotros, ahora y en la hora de nuestra muerte.”

               El Escapulario Verde no requiere ninguna fórmula particular de investidura sino una simple bendición de cualquier Sacerdote católico. A diferencia de otros Escapularios que hacen necesario llevarlos puestos, el Escapulario Verde puede llevarse puesto o estar con uno, e incluso tenerlo entre las pertenencias de uno.

               La oración encontrada en el Escapulario debe orarse al menos diariamente. Si la persona para quien estas gracias se buscan no dice la oración, entonces debe hacerla la persona que le haya entregado el Escapulario o se lo haya puesto en su alcance.

               Por varias razones la ejecución del plan de difusión del Escapulario sufrió largas dilaciones, por lo que la Santísima Virgen se quejó a Sor Justina en varias manifestaciones entre los años 1840 y 1846. Por fin, vencidos todos los obstáculos, la insignia fue distribuyéndose, obteniéndose por su medio admirables conversiones y aún curaciones corporales.

               Finalmente, los Escapularios se empezaron a fabricar y a ser distribuidos por las Hermanas en París, luego por toda Francia y fuera de ella. Con este fin, las Hermanas habían recibido la aprobación formal y el impulso necesario de Su Santidad, Papa Pío IX, en 1870.




lunes, 27 de enero de 2025

LAS ROSAS DE SANTA TERESITA: ALMAS VÍCTIMAS, HIJAS ESPIRITUALES DE LA SANTA CARMELITA DE LISIEUX. MARÍA VALTORTA

 

               "Como un torrente, arrojándose con impetuosidad en el océano, arrastra consigo cuanto encuentra a su paso, de la misma forma, o Jesús mío, el alma que se sumerge en el océano sin riberas de Tu Amor arrastra con ella todos sus tesoros. Señor, Tú lo sabes, no tengo otros tesoros que las almas que Te complació unir a la mía; esos tesoros, Tú mismo me los has dado…" (Santa Teresita de Lisieux)



               María Valtorta (1897-1961): en 1909, cuando la Santa de Lisieux, fallecida algunos años antes, era conocida como "hermana Teresa del Niño Jesús", María Valtorta, que entonces contaba sólo con doce años, descubrió su autobiografía,"Historia de un alma", que se leía en el internado de Monza (Lombardía, Italia). Enseguida comprendió que "tenía que caminar por ese mismo camino para llegar a Jesús" y, después de muchos años, eligió a Teresita como su "madrina" para entregarse como alma víctima, como "hostia a Jesús". Así, siguiendo el ejemplo de Santa Teresita, el 28 de Enero de 1925 se ofreció como Víctima al Amor Misericordioso, renovando después cada día este acto de Ofrecimiento. 

               Desde el 1° de Abril de 1934, María Valtorta no se levantó ya más del lecho, dando inicio en un “intenso transporte de amor”, a su larga y penosa enfermedad. Se convirtió “en el instrumento de las manos de Dios”. Su misión era la de “sufrir, expiar y amar”. 

               En 1942, cuando hacía ya ocho años que estaba paralizada, conoció al Padre Romualdo M. Migliorini, un fraile servita ex misionero, que llegó en calidad de prior y párroco a Viareggio, donde la familia Valtorta se había establecido desde hacía tiempo, luego de varios cambios de residencia.

               El Padre Migliorini se convirtió en guía espiritual de María y la indujo a escribir sus memorias. Ella, en poco más de un mes, volcó en los cuadernos que el mismo religioso le había proporcionado un raudal de recuerdos y sentimientos, revelando un excepcional talento literario al narrar sin reticencias su historia apasionadamente humana y heroicamente ascética.

               Después de haber escrito desde su lecho de enferma la Autobiografía, comprendió cuál era el proyecto de Dios a su respecto. Ofreciendo sin reservas, junto con sus sufrimientos, sus dotes naturales, se convirtió en la "pluma del Señor" y en el instrumento de una manifestación sobrenatural que puede ser considerada única en la historia de la literatura cristiana.

               Escribió sin interrupción desde 1943 hasta 1947, y con intermitencias en los años siguientes hasta 1951. Usaba los cuadernos que el Padre Migliorini le seguía proporcionando, en los cuales escribía fluidamente de su propio puño con una pluma estilográfica. Aun en las fases agudas de su enfermedad y, a veces, entre dolores atroces, no dictó nunca, para no ser reemplazada ni siquiera en el acto de escribir. Ella misma había fabricado una carpeta que apoyaba sobre sus rodillas, de modo que sirviera de soporte al cuaderno.

               Su obra mayor es “El Evangelio como me ha sido revelado“ : en sus diez volúmenes narra el nacimiento y la infancia de María y de su hijo Jesús, los tres años de la vida pública de Jesús, su Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión al Cielo, Pentecostés, los albores de la Iglesia y la Asunción de María. Describe paisajes, ambientes, personas y acontecimientos con el brío de una representación. Delinea caracteres y situaciones con habilidad introspectiva. Expone alegrías y dramas con el sentimiento de quien es partícipe de ellos realmente. 

               Explica circunstancias históricas, ritos, costumbres, características ambientales y culturales sagradas y profanas, con datos y detalles que los especialistas exentos de prejuicios consideran irreprochables. Y, sobre todo, expone, a través de la extensa narración de la vida terrenal de Cristo, toda la doctrina del cristianismo que la Iglesia Católica nos transmite.

               Los escritos de María Valtorta documentan esta "historia de amor y amistad" con la Santa de Lisieux, como se aprecia en los siguientes fragmentos de su obra místico-literaria.

               "Cuanto más se acerca el místico con su deseo amoroso a Aquel a quien ama completamente, más se identifica su efigie espiritual con el Modelo. Mi pequeña gran Flor fue Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. Y si Mi Rostro doloroso era el sol impreso en su corazón y que lo quemaba, para ustedes que aborrecen el dolor y que están consternados por la austeridad, tenía en su exterior espiritual el parecido con Mi dulce Infancia, la dulzura, la gracia, la sencillez... Esto es lo que quería y así la guié con inspiración, para darles un modelo que su incapacidad de hoy, su incapacidad espiritual, pueda seguir. Teresa es para todos. Todos pueden esforzarse por imitarla". (23 de Junio de 1944)

                 "Luego tres espíritus benditos, que entiendo que son mujeres, que me miran, asienten y sonríen. Parece que me están invitando. Son jóvenes. Pero ya me parece que los Bienaventurados son todos de la misma edad: jóvenes, perfectos y de igual belleza. Son copias menores de Jesús y María. No puedo decir quiénes son estas tres criaturas celestiales, pero como dos llevan palmas y una sólo flores (las palmas son el único signo que distingue a los mártires de las vírgenes), creo que no me equivoco al decir que son Inés, Cecilia y Teresa de Lisieux"(10 de Enero de 1944)



sábado, 25 de enero de 2025

LA VOLUNTAD DE LA INMACULADA

 



               "La Inmaculada es el límite último entre Dios y la Creación. Ella es una imagen fiel de la Perfección de Dios, de Su Santidad. El grado de perfección depende de la unión de nuestra voluntad con la Voluntad de Dios. Cuanto mayor es la perfección, más íntima es la unión. Ya que la Santísima Virgen superó con Su perfección a todos los Ángeles y Santos, por eso también Su voluntad está unida e  identificada de la manera más profunda con la Voluntad de Dios. Ella vive y obra únicamente en Dios y por medio de Dios. Así pues, por el hecho de cumplir la voluntad de la Inmaculada, estamos cumpliendo la Voluntad de Dios"


Padre Fray Maximiliano María Kolbe



jueves, 23 de enero de 2025

ORACIÓN A NUESTRO SEÑOR, VÍCTIMA EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO

 

               «Él debe constituir tu ocupación, tu meditación y conversación, tu libro y toda tu dirección. Él es quien debe ocupar tus memorias, iluminar tu entendimiento e inflamar tu voluntad, a fin de que no te acuerdes más que de Él...» 


De los escritos de Santa Margarita María de Alacoque



Oración a Nuestro Señor, 
Víctima en el Santísimo Sacramento


               Para honrar Tu estado de Víctima en este Sacramento de Amor vengo a ofrecerme a Ti en calidad de tal, suplicándote que seas mi Sacrificador para inmolarme en el Altar de Tu amable Corazón. Como esta víctima es bajo todo aspecto criminal, Te suplico, oh mi Divino Sacrificador, que tengas a bien purificarla y consumirla en las llamas de Tu Divino Corazón, como holocausto perfecto de amor y de gracia. Dame así una vida nueva, de modo que pueda decir con verdad: sea que viva o sea que muera, ya no tengo nada ni mío ni de mí; mi Jesús es mi yo; lo mío, es ser Suya. Amén. 



miércoles, 22 de enero de 2025

EL PRÓXIMO 2 DE FEBRERO COMIENZAN LOS SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ


               Ser devoto de San José implica imitar sus virtudes: la conformidad con la Santa Voluntad de Dios, la humildad, el recogimiento, la castidad, la oración. Tratar de buscar su auxilio sin ofrecer nada a cambio, mal asunto será, pues el Señor nos otorga las gracias necesarias siempre que pidamos con insistencia y tratemos de reformar nuestra vida.




               LOS SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ es una piadosa y muy antigua práctica de Piedad Católica que se cree surgió en los albores del siglo XVI y desde entonces se viene realizando por los más devotos del Santo Patriarca; es indiferente en qué época sea pero muchas veces se practican  los Siete Domingos previos a la Festividad de San José.

                Esta devoción josefina se basa en una breve meditación de los principales Dolores y Gozos del Patriarca mientras vivió entre nosotros; pese a estar adornado por gracias especiales y disfrutar de la compañía de Jesús y de María, eso no lo eximió de padecer persecución y dolor, que fueron en todo momento dulcificados por aquella Divina Compañía de su Divino Hijo y de su virginal esposa María, que le acompañaron hasta su último suspiro.

                Este año, el Primer Domingo de San José será el próximo 2 de Febrero. No desaproveches la ocasión, para unirte a nosotros en esta plegaria al Padre Adoptivo de Cristo; esta súplica será hecha (Dios mediante) al unísono por miles de Católicos en todas partes del mundo. No dudes en participar, que es algo tan sencillo como acercarte por nuestra página. Trae contigo esa preocupación, el proyecto que tienes en mente, la enfermedad que te resta alegría... ofrécete confiado al Patriarca de la Sagrada Familia, como lo hizo el Niño Jesús cada vez que alzaba sus bracitos en busca de la protección y el cariño de San José.

                Si estás desconfiado, porque crees que nada puedes lograr con estas devociones, con cariño te desafío a que intentes hacer esta práctica de los Siete Domingos, con mi palabra de que nada malo te aportará; deja a un lado tus pensamientos y compañías mundanas y trata de buscar refugio en Aquél que más te ama a través de la amistad con Su padre de la tierra, San José.

               Para ir derechos a Jesús hazlo a través de Su Madre, que es también Madre nuestra, pero a partir de hoy, no olvides a San José, Esposo virginal y fidelísimo compañero de María... sólo la Piedad, el verdadero Amor por Jesús, por Santa María y por San José, pueden dar paz y confianza a tu alma. La Devoción que te propongo tan sólo será una vez por semana, no te restará mucho tiempo, puedes hacerla a lo largo del Domingo y sus beneficios espirituales son grandes, si de veras la realizas con un poco de amor.

                Reza conmigo los SIETE DOMINGOS DE SAN JOSÉ y ayúdame a extender esta invitación, para que otras muchas almas se beneficien de su ayuda e intercesión. El Glorioso San José sabrá recompensar tu apostolado.



lunes, 20 de enero de 2025

ES UNA NIÑA ENCANTADORA. Centenario de la Canonización de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, 1925-2025

 


               Como tenía amor propio y también amor al bien, en cuanto empecé a pensar seriamente (y lo hice desde muy pequeña), bastaba que me dijeran que algo no estaba bien para que se me quitasen las ganas de hacérmelo repetir dos veces... Veo con agrado que en las cartas de mamá, a medida que iba creciendo, le daba mayores alegrías. Como no tenía más que buenos ejemplos a mi alrededor, quería seguirlos como la cosa más natural del mundo. Esto es lo que escribía en 1876: «Hasta Teresa quiere ponerse a veces a hacer prácticas... Es una niña encantadora, más lista que el hambre, muy vivaracha, pero de corazón sensible. Celina y ella se quieren mucho. Se bastan solas para entretenerse... Celina y Teresa son inseparables, no es fácil ver a dos niñas que se quieran tanto. Cuando María viene a buscar a Celina para la clase, la pobre Teresa se queda hecha un mar de lágrimas».

               Recuerdo, en efecto, que no podía vivir sin Celina, y que prefería levantarme de la mesa sin terminar el postre a no irme tras ella. En cuanto se levantaba, me volvía en mi silla alta, pidiendo que me bajasen, y nos íbamos las dos juntas a jugar...

               Los Domingos, como yo era muy pequeña para ir a las funciones religiosas, mamá se quedaba a cuidarme. Yo me portaba muy bien y andaba de puntillas mientras duraba la misa. Pero en cuanto veía abrirse la puerta, se producía una explosión de alegría sin igual: me precipitaba al encuentro de mi preciosa hermanita, que llegaba adornada como una capilla..., y le decía: «¡Celina, dame enseguida pan bendito!» A veces no lo traía, porque había llegado demasiado tarde... ¡Qué hacer entonces? Yo no podía pasarme sin él, era «mi misa»... Pronto encontré la solución: «¿No tienes pan bendito? ¡Pues hazlo!» Dicho y hecho: Celina cogía una silla, abría la alacena, cogía el pan, cortaba una rebanada, y rezaba muy seria un Ave María sobre él. Luego me lo ofrecía, y yo, después de hacer con él la señal de la cruz, lo comía con gran devoción, encontrándole exactamente el mismo gusto que el del pan bendito... 

               Con frecuencia hacíamos juntas conferencias espirituales. He aquí un ejemplo que entresaco de las cartas de mamá: «Nuestras dos queridas pequeñas, Celina y Teresa, son ángeles de bendición, tienen una naturaleza verdaderamente angelical. Teresa constituye la alegría y la felicidad de María, y su gloria. Es increíble lo orgullosa que está de ella. La verdad es que tiene salidas de lo más sorprendentes para su edad y le da cien vueltas a Celina, que tiene el doble de años. El otro día decía Celina: "¿Cómo puede estar Dios en una hostia tan pequeña?" Y la pequeña contestó: "Pues no es tan extraño, porque Dios es Todopoderoso". "¿Y qué quiere decir Todopoderoso?" "¡Pues que hace todo lo que quiere"...» 


"Historia de un alma", autobiografía de Santa Teresita 
del Niño Jesús y de la Santa Faz




sábado, 18 de enero de 2025

TE AMARÉ CUANTO DEBES SER AMADA

 


               "He aquí que Tú eres dichosa entre las mujeres, íntegra entre las recién paridas, Señora entre las doncellas, Reina entre las hermanas. He aquí que desde ese momento Te dicen feliz todas las gentes, Te conocieron feliz las celestes Virtudes, Te adivinaron feliz los Profetas todos y celebran Tu felicidad todas las naciones. Dichosa Tú para mi fe, dichosa Tú para mi alma, dichosa Tú para mi amor, dichosa Tú para mis predicciones y predicaciones. 

              Te predicaré cuanto debes ser predicada, Te amaré cuanto debes ser amada, Te alabaré cuanto debes ser alabada, Te serviré cuanto hay que servir a Tu Gloria. Tú, al recibir sólo a Dios, eres posterior al Hijo de Dios; Tú, al engendrar a un tiempo a Dios y al hombre, eres antes que el hombre hijo, al cual, al recibirle solamente al venir, recibiste a Dios por huésped, y al concebirle tuviste por morador, al mismo tiempo, al hombre y a Dios. 

              En el pasado eres limpia para Dios, en el presente tuviste en Ti al hombre y a Dios, en el futuro serías Madre del hombre y de Dios; alegre por Tu Concepción y Tu virginidad, contenta por Tu descendencia y por Tu pureza y fiel a Tu Hijo y a Tu Esposo. Conservas la fidelidad a Tu Hijo, de modo que ni Él mismo tenga quien le engendre; y de tal modo conservas fidelidad a Tu esposo, que Él mismo Te conozca como Madre sin concurso de varón. 

               Tanto eres digna de Gloria en Tu Hijo cuanto desconoces todo concurso de varón, habiendo sabido lo que debías conocer, docta en lo que debías creer, cierta en lo que debías esperar y confirmada en lo que tendrías sin pérdida alguna. Amén".


San Ildefonso de Toledo



jueves, 16 de enero de 2025

EN ESTA ÍNTIMA UNIÓN. Meditaciones del Santo Cura de Ars

 



               "El Santo Cura de Ars ha brotado de la tierra de un hogar labrado y sostenido con la hospitalidad generosa de sus padres para con los peregrinos, con la fortificante austeridad del pan ganado con el sudor de cada día y con la oración en familia y con la silenciosa y fecunda práctica de las virtudes domésticas, y tiene por cultivador el celo de apóstol y el ejemplo de cura cabal del Sacerdote Balley, y por tutor, que le impide ladearse y crecer torcido, el amor, transformado en pasión obsesionante y triunfador de imposibles, por su vocación sacerdotal y su hambre de salvar almas. Hecho Sacerdote, su oración interminable ante el Sagrario, en la que, hablando con Dios, aprenderá a hablar con los hombres, su Misa de cada mañana, en la que aprenderá a vivir en cruz cada día y su obediencia rendida a su Prelado en cuanto le mande o pida, darán la última mano para hacer del hijo de los cristianos labriegos Vianney el Cura Santo de Ars..."


Obispo Manuel González, en el prólogo del libro 
"El Cura de Ars", del Padre Francis Trochu



miércoles, 15 de enero de 2025

TU EJEMPLO FUE LO QUE ME ARRASTRÓ. Centenario de la Canonización de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, 1925-2025

 


               En la historia de mi alma, hasta mi entrada en el Carmelo, distingo tres períodos bien definidos. El primero, a pesar de su corta duración, no es el menos fecundo en recuerdos. Se extiende desde el despertar de mi razón hasta la partida de nuestra madre querida para la patria del cielo. [4vº] Dios me concedió la gracia de despertar mi inteligencia en muy temprana edad y de que los recuerdos de mi infancia se grabasen tan profundamente en mi memoria, que me parece que las cosas que voy a contar ocurrieron ayer. Seguramente que Jesús, en su amor, quería hacerme conocer a la madre incomparable que me había dado y que su mano divina tenía prisa por coronar en el cielo... Durante toda mi vida, Dios ha querido rodearme de amor. Mis primeros recuerdos están impregnados de las más tiernas sonrisas y caricias... Pero si él puso mucho amor a mi lado, también lo puso en mi corazón, creándolo cariñoso y sensible. Y así, quería mucho a papá y a mamá, y les demostraba de mil maneras mi cariño, pues era muy efusiva...

               Parecía que no, pero me fijaba mucho en todo lo que se hacía y se decía a mi alrededor, y me parece que juzgaba ya las cosas como ahora. Escuchaba muy atentamente lo que María enseñaba a Celina, para actuar yo como ella. Después que salió de la Visitación, para obtener el favor de ser admitida en su cuarto durante las clases que le daba a Celina, me portaba muy bien y hacía todo lo que me mandaba. Por eso, me colmaban de regalos, que, pese a su escaso valor, me hacían mucha ilusión. 

                Estaba muy orgullosa de mis dos hermanas mayores, pero mi ideal de niña era Paulina... Cuando estaba empezando a hablar y mamá me preguntaba «¿En qué piensas?», la respuesta era invariable: «¡En Paulina...!» Otras veces pasaba mi dedito por el cristal de la ventana y decía: «Estoy escribiendo: ¡Paulina...!» Oía decir con frecuencia que seguramente Paulina sería religiosa, y yo entonces, sin saber lo que era eso, pensaba: Yo también seré religiosa. Es éste uno de mis primeros recuerdos, y desde entonces ya nunca cambié de intención... Fuiste tú, Madre querida (1), la persona que Jesús escogió para desposarme con él; tú no estabas entonces a mi lado, pero ya se había creado un lazo entre nuestras almas... Tú eras mi ideal, yo quería parecerme a ti, y tu ejemplo fue lo que me arrastró, desde los dos años de edad, hacia el Esposo de la vírgenes. ¡Cuántos hermosos pensamientos quisiera confiarte! Pero tengo que continuar con la historia de la florecilla, con su historia completa y general, pues si quisiera hablar detalladamente de sus relaciones con «Paulina», ¡tendría que dejar de lado todo lo demás...! 


NOTA

               1) Santa Teresita se refiere a la entonces Priora, su hermana Paulina, que sería elegida como segunda madre a la muerte de la primera; al entrar en el Carmelo de Lisieux, Paulina tornó su nombre por el de Inés de Jesús; a ella dedicaría Santa Teresita esta autobiografía.


"Historia de un alma", autobiografía de Santa Teresita 
del Niño Jesús y de la Santa Faz




lunes, 13 de enero de 2025

SIN INTERRUMPIR JAMÁS ESTE ACTO DE AMOR. Meditaciones de Sor María Consolata Betrone

 


               ...a través de esta silenciosa pero incesante inmolación de amor, Sor Consolata realizó su estado de Víctima de Amor. La oferta de sí misma en calidad de Víctima, Sor Consolata la hizo, según la divina petición, el día de su Profesión Solemne (8 de Abril 1934), pero la Consagración oficial como Víctima por parte de Jesús no se efectuó hasta el Primer Viernes de Diciembre de 1935. ¿Cómo tuvo lugar esto?, ¿cuáles serían los deberes de esta nueva Víctima consagrada?. Helos aquí: Jesús la confirmó solemnemente en la continuidad de Amor y ella le dió su consentimiento.

               La noche anterior al Primer Viernes, durante la Hora Santa, preparándose Sor Consolata al nuevo Acto de Consagración, Jesús le decía: "Consolata, la sed de Amor de Jesús, Su súplica de reparación por tus Hermanos ¿no te dice todo?. Sí, Yo te lo he dado todo a ti. Ahora tú dame todo a Mí: todo tu amor, todas las palpitaciones de tu corazón en el incesante Acto de Amor. No quiero más, porque únicamente en este incesante Acto de Amor me das todo, todo, por ti y por tus Hermanos. He aquí donde quiero que Me demuestres tu fidelidad y generosidad: con la renuncia completa de cada pensamiento, de cada palabra, para no interrumpir jamás tu Acto de Amor: siempre amar, aceptando todas las consecuencias, sin interrumpirlo jamás. Lo sé, eso consume dulcemente, mata a Mi Consolata, he aquí la Víctima del Amor".



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               Y en contestación a la natural perplejidad de la víctima, siempre temerosa de no corresponder plenamente a los divinos designios, sintiendo siempre las pequeñas involuntarias infidelidades de amor, El añadía con divina ternura:

               "No, Consolata, no; Mi Omnipotencia es grande y en lo que te pide, te concede juntamente la gracia de podérmelo dar. ¿Quieres Mi bendición que franquee tu voluntad, que te haga tenaz para en fin perseverar en el Acto de Amor sin interrumpir jamás este Acto de Amor con un pensamiento o una palabra?. Pues bien, sí te bendigo y no lo interrumpirás jamás: he aquí Mi don para ti del Primer Viernes de Diciembre".



domingo, 12 de enero de 2025

LA SAGRADA FAMILIA, según los escritos de la mística María Valtorta

 


               La Sagrada Familia en una casa hospitalaria de Belén. José refiere a Zacarías sobre los primeros días en la gruta.

               Veo la larga sala, donde vi el encuentro de los Magos con Jesús y le adoraron. Comprendo que estoy en la casa hospitalaria que ha acogido a la Sagrada Familia. Asisto a la llegada de Zacarías. No viene Isabel. La dueña de casa sale presurosa afuera, por la terraza que circunda la casa, al encuentro del huésped que está llegando. Le lleva hasta una puerta y llama; luego, discreta, se retira. José abre y, al ver a Zacarías, lanza una exclamación de júbilo. Le pasa a una habitación pequeña, de las dimensiones de un pasillo. “María está dando de mamar al Niño. Espera un poco. Siéntate que estarás cansado”. 

               Y le hace lugar para que se siente en el lecho, a su lado. Oigo que José pregunta por el pequeño Juan, y que Zacarías dice: “Crece fuerte como un potro. Ahora sufre un poco por los dientes. Por esto no le trajimos. Hace mucho frío. Por esto no vino ni siquiera Isabel. No le podía dejar sin mamar. Lo ha sentido muchísimo. Pero ¡la estación está siendo muy dura!”. José contesta: “Sí, que lo es”. Zacarías: “Me dijo el hombre que enviasteis, que cuando nació, no teníais alojo. ¡Quién sabe cuánto debisteis sufrir!”. José: “Sí, mucho. Pero nuestro miedo era mayor que la incomodidad. Teníamos miedo de que fuese a hacer mal al Niño. Los primeros días tuvimos que pasarlos allí. A nosotros no nos faltaba nada, porque los pastores llevaron la buena nueva a los betlemitas y muchos vinieron con presentes. Pero faltaba una casa, faltaba una habitación protectora, una cama… Y Jesús lloraba mucho, sobre todo de noche, por el viento que se colaba por todas partes. Yo encendía un poco de fuego, pero poco, porque el humo le hacía toser al Niño… y así el frío seguía. Dos animales calientan poco, sobre todo donde el aire entra por todas partes. Faltaba agua caliente para lavarle, faltaban pañales para cambiarle. ¡Oh! ¡Ha sufrido mucho! Y María sufría al verle sufrir. Sufría yo… puedes imaginarte lo que Ella sufriría que es la Madre. Le daba leche y lágrimas, leche y amor. Ahora aquí estamos mejor. Había yo preparado una cuna muy cómoda y María había recubierto con un colchoncito suavísimo. ¡Pero la tenemos en Nazaret! ¡Ah, si hubiese nacido allí, hubiera sido distinto!”. Zacarías: “Pero el Mesías tenía que nacer en Belén. Estaba profetizado”. 

               Entra María que oyó las voces. Viene vestida de lana blanca. No trae el vestido oscuro que trajo en el viaje y que tuvo en la gruta. Ahora trae uno blanco, como otras veces la he visto. No tiene nada en la cabeza, y en los brazos trae a Jesús que duerme, satisfecho de la leche, envuelto en sus blancos pañales.  Zacarías se levanta y se inclina con veneración. Luego se acerca y mira a Jesús dando señales de un grandísimo respeto. Se queda inclinado no tanto para verle mejor, cuanto por presentarle su adoración. María se lo ofrece, y Zacarías le toma con tal veneración que parece como si levantase una custodia. Y en realidad, lo que toma en sus brazos es la Hostia, la Hostia ya ofrecida y que será consumada cuando se dé a los hombres en alimento de amor y redención. Zacarías devuelve Jesús a María. 


"El Evangelio como me ha sido revelado", 
escrito por la mística María Valtorta
8 de Junio de 1944 



viernes, 10 de enero de 2025

SÓLO SU MISERICORDIA HA OBRADO TODO. Centenario de la Canonización de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, 1925-2025

 


               Me encuentro en un momento de mi existencia en el que puedo echar una mirada hacia el pasado; mi alma ha madurado en el crisol de las pruebas exteriores e interiores. Ahora, como la flor fortalecida por la tormenta, levanto la cabeza y veo que en mí se hacen realidad las palabras del salmo XXII: «El Señor es mi Pastor, nada me falta: en verdes praderas me hace recostar; me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas... Aunque camine por cañadas oscuras, ningún mal temeré, ¡porque Tú, Señor, vas conmigo!» Conmigo el Señor ha sido siempre compasivo y misericordioso..., lento a la ira y rico en clemencia... (Salmo CII, v. 8). 

               Por eso, Madre, vengo feliz a cantar a tu lado las misericordias del Señor... Para ti sola voy a escribir la historia de la florecita cortada por Jesús. Por eso, te hablaré con confianza total, sin preocuparme ni del estilo ni de las numerosas digresiones que pueda hacer. Un corazón de madre comprende siempre a su hijo, aun cuando no sepa más que balbucir. Por eso, estoy segura de que voy a ser comprendida y hasta adivinada por ti, que modelaste mi corazón y que se lo ofreciste a Jesús... Me parece que si una florecilla pudiera hablar, diría simplemente lo que Dios ha hecho por ella, sin tratar de ocultar los regalos que él le ha hecho. No diría, so pretexto de falsa humildad, que es fea y sin perfume, que el sol le ha robado su esplendor y que las tormentas han tronchado su tallo, cuando está íntimamente convencida de todo lo contrario. 

               La flor que va a contar su historia se alegra de poder pregonar las delicadezas totalmente gratuitas de Jesús. Reconoce que en ella no había nada capaz de atraer Sus miradas divinas, y que sólo Su Misericordia ha obrado todo lo bueno que hay en ella... 

               Él la hizo nacer en una tierra santa e impregnada toda ella como de un perfume virginal. Él hizo que la precedieran ocho lirios deslumbrantes de blancura. Él, en Su Amor, quiso preservar a Su florecita del aliento envenenado del mundo; y apenas empezaba a entreabrirse su corola, este Divino Salvador la trasplantó a la montaña del Carmelo, donde los dos lirios que la habían rodeado de cariño y acunado dulcemente en la primavera de su vida expandían ya su suave perfume... 

               Siete años han pasado desde que la florecilla echó raíces en el Jardín del Esposo de las Vírgenes, y ahora tres lirios -contándola a ella- cimbrean allí sus corolas perfumadas; un poco más lejos, otro lirio se está abriendo bajo la mirada de Jesús. Y los dos tallos benditos de los que brotaron estas flores están ya reunidos para siempre en la Patria Celestial... Allí se han encontrado con los otros cuatro lirios que no llegaron a abrir sus corolas en la tierra... ¡Ojalá Jesús tenga a bien no dejar por mucho tiempo en tierra extraña a las flores que aún quedan el destierro! ¡Ojalá que pronto el ramo de lirios se vea completo en el Cielo! (1)


"Historia de un alma", autobiografía de Santa Teresita 
del Niño Jesús y de la Santa Faz



NOTA

               1 Toda la familia de Teresita: en ese momento, "tres lirios" en el Carmelo"otro lirio(Leonia) en la Visitación"los dos tallos benditos(sus padres), que se han encontrado ya con "los cuatro lirios", los hermanos muertos en temprana edad.




jueves, 9 de enero de 2025

Meditaciones de Manuel González, el Obispo del Sagrario Abandonado. LA FALTA DE TERNURA SACERDOTAL



               A las veces, ¡echa tanto de menos el amigo Jesús del Sagrario las miradas y las palabras de cariño de sus sacerdotes! ¡La ternura de los Sacerdotes, cómo la ansía!. He observado que muchos favores y milagros del Evangelio fueron otorgados, más que a la fe de los que pedían, a la ternura con que se trataba al Corazón de Jesús.

               Las hermanas de Lázaro no pidieron ni la salud ni la resurrección de su hermano enfermo y muerto; expusieron su estado, «está enfermo...», «hiede de cuatro días muerto», reprocharon a Jesús su tardanza en acudir, hicieron actos de fe en su poder, pero todo eso con una ternura filial... «el que amas...». «Si hubieras estado aquí, no hubiera muerto».

               Pregunto: si Lázaro no hubiera tenido hermanas tan tiernas para con Jesús, ¿hubiera resucitado? Yo creo que no. La resurrección de Lázaro y las lágrimas con que Jesús ablanda la piedra de su sepulcro son el fruto de la ternura para con Él.

               Una comprobación de esa eficacia nos da la Sagrada Liturgia de la Misa, en los besos al Altar y al libro del Evangelio. Fijaos: cada ósculo de esos va precedido o acompañado de la petición de un gran favor para sí y para la Iglesia, como remisión de pecados, petición de bendiciones y gracias, efusión de paz, etc. Besando: ¿no es así como sacan los pequeñuelos a sus madres cuanto quieren?.

               La Iglesia, que conoce al Corazón de Jesús, y sabe cómo le gana la ternura filial, manda a sus Sacerdotes que le pidan y le traten a besos... ¡Sí, los Sacerdotes son los amigos, los siempre llamados amigos por Jesús, aun en el momento de besarlo para traicionarlo...!

               Sacerdote hermano, ¿no vendrán tus decaimientos y desmayos, tus debilidades y caídas, tus desorientaciones y oscuridades de sobra de seriedad e incomunicación y falta de jugo de ternura con tu Amigo el del Sagrario?. Y luego, ¡se parecen tanto y se diferencian tan poco estos dos términos: Hostia Consagrada y Sacerdote!. 


«Qué hace y qué dice el Corazón de Jesús en el Sagrario»
por el Obispo Manuel González



domingo, 5 de enero de 2025

JESÚS SE COMUNICA A LOS TRES MAGOS CON EL AMOR, CON LA BELLEZA Y CON LA POTENCIA

 

               Encontrándome fuera de mí misma, me parecía ver cuando los Santos Magos llegaron a la cueva de Belén; apenas llegados a la presencia del Niño, Él se complació en hacer relucir externamente los rayos de Su Divinidad, comunicándose a los Magos en tres modos: con el Amor, con la Belleza y con la Potencia. De modo que quedaron raptados y postrados ante la presencia del Niñito Jesús; tanto, que si el Señor no hubiera retirado a su interior los rayos de Su Divinidad, habrían permanecido ahí para siempre sin poderse mover más. 




               Entonces, en cuanto el Niño retiró la Divinidad, volvieron en sí mismos los Santos Magos, se sacudieron estupefactos al ver un exceso de amor tan grande, porque en esa Luz el Señor les había hecho comprender el Misterio de la Encarnación. Luego se levantaron y ofrecieron los dones a la Reina Madre, y Ella habló largamente con ellos, pero no sé decir todo lo que dijo, sólo recuerdo que les inculcó fuertemente no sólo su salvación, sino que tomaran a pecho la salvación de sus pueblos, no teniendo temor ni siquiera de exponer sus vidas para obtener el intento. 

               Después de esto me he retirado en mí misma y me he encontrado junto con Jesús, y Él quería que yo le dijera alguna cosa, pero yo me veía tan mala y confundida que no me atrevía a decirle nada; entonces viendo que no decía nada, Él mismo prosiguió hablando sobre los Santos Magos diciéndome: “Con haberme comunicado en tres modos a los Magos, les obtuve tres efectos, porque jamás Me comunico a las almas inútilmente, sino que siempre reciben algún provecho. Entonces, comunicándome con el Amor obtuvieron el desapego de ellos mismos, con la Belleza obtuvieron el desprecio de las cosas terrenas, y con la Potencia quedaron sus corazones atados a Mí, y obtuvieron el valor de arriesgar la sangre y la vida por Mí”. Después ha agregado: “Y tú, ¿qué quieres? Dime, ¿Me quieres mucho? ¿Cómo Me quisieras amar?”. 

               Y yo, no sabiendo qué decir, aumentando mi confusión he dicho: “Señor, no quisiera otra cosa que a Ti, y si me preguntas que si Te quiero, no tengo palabras para saberlo manifestar, sólo sé decir que siento esta pasión de que nadie me pueda ganar en amarte, y que yo sea la primera en amarte sobre todos, y que ninguno me pueda sobrepasar, pero esto no me contenta aún, para estar contenta quisiera amarte con Tu mismo Amor, y así poderte amar como Te amas Tú mismo. ¡Ah sí! Sólo entonces cesarían mis temores sobre el amarte”. 

               Y Jesús, contento, se puede decir de mis desatinos, me ha estrechado tanto a Él, de modo que me veía dentro y fuera transfundida en Él, y me ha comunicado parte de Su Amor. Después de esto he regresado en mí misma, y me parecía que por cuanto amor me es dado, tanto poseo a mi Bien; y si poco lo amo, poco lo poseo.


Nuestro Señor a Luisa Piccarreta, “Libro de Cielo” 
Volumen 4, 6 de Enero de 1901

              



sábado, 4 de enero de 2025

ANIVERSARIO DEL BAUTIZO DE SANTA TERESITA DE LISIEUX. Centenario de la Canonización de Santa Teresita del Niño Jesús y de la Santa Faz, 1925-2025

 


               Santa Teresita fue bautizada tal día como hoy, el 4 Enero de 1873. La acristianó el Padre Dumaine en la Iglesia de Notre-Dame d'Alençon, siendo apadrinada por su hermana María y por Paul Boul, hijo de un amigo de la familia.

               “Durante toda mi vida, Dios ha querido rodearme de amor. Mis primeros recuerdos están impregnados de las más tiernas sonrisas y caricias... Pero si Él puso mucho amor a mi lado, también lo puso en mi corazón, creándolo cariñoso y sensible. Y así, quería mucho a papá y a mamá, y les demostraba de mil maneras mi cariño, pues era muy efusiva..." 


(Historia de un alma, autobiografía de Santa Teresita de Lisieux)