viernes, 29 de septiembre de 2017

SAN MIGUEL ARCÁNGEL, PRÍNCIPE DE LAS MILICIAS CELESTIALES


Bendecid al Señor todos vosotros, oh Ángeles suyos,
 vosotros que tenéis gran poder, 
y sois los ejecutores de sus órdenes,
 prontos a obedecer la voz de sus mandatos...

( Salmo 102, 20 )


     San Miguel es uno de los siete arcángeles y está entre los tres cuyos nombres aparecen en la Biblia. Los otros dos son San Gabriel y San Rafael. La Santa Iglesia Católica da a San Miguel el más alto lugar entre los Arcángeles y demás Coros Celestiales puesto que le llama "Príncipe de los espíritus celestiales", "Jefe o cabeza de la Milicia Celestial".





El Apocalipsis, nos presenta a San Miguel en su misión definitiva, culminante. Ante la aparición de la Mujer, símbolo de Nuestra Señora la Virgen María y de la Iglesia, con su Hijo, en el Cielo se traba una batalla. San Miguel y el Dragón frente a frente, el Arcángel fiel contra el soberbio ángel de la luz. Cada uno manda un ejército de ángeles. Vence Miguel y el Dragón es sepultado en los infiernos.

De esta visión del profeta de Patmos se derivan las imágenes medievales del guerrero de alas brillantes con labrada armadura, al que no le falta la lanza que destruye al dragón, vencido a sus pies.






Es muy recomendable aprender de memoria esta oración al Arcángel San Miguel
para poder recitarla frente a cualquier adversidad y especialmente, si presentimos
el influjo del mal o la tentación del pecado.





miércoles, 27 de septiembre de 2017

SAN JOSÉ, ABOGADO DE LA BUENA MUERTE

          La piedad católica ha creído desde siempre que el Glorioso Patriarca San José, tuvo la inmensa dicha de morir rodeado de los dos mayores amores: Jesús y María. Por eso que sin dudar, encomendamos a todas aquellas personas próximas a la muerte a San José, para que la intercesión del Patriarca les ayude a pasar a la vida eterna con los consuelos y preparación necesarios.




          "...San José, que hizo las veces de padre de Nuestro Señor Jesucristo y que fue verdadero esposo de la Reina del mundo y Señora de los ángeles, que fue elegido por el Padre eterno como fiel cuidador y guardián de sus más preciados tesoros, a saber, de su Hijo y de su esposa; cargo que él cumplió con absoluta fidelidad. Por esto el Señor le dice: Bien, siervo bueno y fiel, pasa al banquete de tu Señor.

          Piadosamente ha de creerse, por tanto, que en su muerte tuvo presentes a Jesucristo y a la Santísima Virgen, su esposa. Cuántas exhortaciones, consuelos, promesas, iluminaciones, inflamaciones y revelaciones de los bienes eternos recibiría en su tránsito de su Santísima Esposa y del Dulcísimo Hijo de Dios, Jesús, lo dejo a la contemplación y consideración de la mente devota...” 


San Bernardino de Siena





martes, 26 de septiembre de 2017

EL CREDO O PROFESIÓN DE FE CATÓLICA




DEL CATECISMO DEL PAPA SAN PÍO X

LECCIÓN PRELIMINAR, PARTE PRIMERA
El Credo


 ¿Qué nos enseña el Credo? - El Credo nos enseña los principales artículos de nuestra Santa Fe. 

 ¿Cuál es la primera parte de la doctrina cristiana? - La primera parte de la doctrina cristiana es el símbolo de los Apóstoles, llamado vulgarmente el CREDO

¿Por qué llamáis al Credo SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES? - Llamo símbolo de los Apóstoles al Credo porque es un compendio de las verdades de la fe enseñadas por los Apóstoles.

¿Que quiere decir la palabra CREO? - La palabra Creo quiere decir: tengo por certísimo todo lo que en estos doce artículos se contiene, y lo creo con más firmeza que si lo viera con mis ojos, porque Dios, que ni puede engañarse ni engañarnos, lo ha revelado a la santa Iglesia Católica, y por medio de ella nos lo revela también a nosotros. 

¿Que contienen los artículos del Credo? - Los artículos del Credo contienen todo lo que principalmente hemos de creer acerca de Dios, de Jesucristo y de la Iglesia.

¿Es muy bueno rezar a menudo el Credo? - Es provechosísimo rezar a menudo el Credo para grabar más y más en nuestro corazón las verdades de la Fe. 





lunes, 25 de septiembre de 2017

EL OFRECIMIENTO DIARIO DE OBRAS


              El OFRECIMIENTO DE OBRAS que proponemos recitar a diario, incluye los actos de Fe, Esperanza y Caridad que debemos elevar cada día a Nuestro Señor. También rezamos un breve acto de piedad junto con la intención de ofrecer por las Almas del Purgatorio cuantas indulgencias podamos ganar. 

          Junto a este Ofrecimiento, miremos con amor a María, nuestra Santa Madre: entregamos y consagramos nuestro ser, para que nos gobierne y defienda como a verdaderos hijos Suyos. Repite a lo largo del día esta Consagración a la Virgen para que nunca olvides que perteneces por entero a Ella.

          Busca la compañía segura de tu Ángel Custodio; llámale con cariño, pero no sólo en los momentos difíciles, sino también como ayuda ante cualquier situación cotidiana.

          Nuestro Padre y Señor San José, fue proclamado Patrono de la Iglesia Universal en 1870, por el Papa Pío IX, al final del Concilio Vaticano I; el próximo año 2020 se cumplen pues 150 años de aquella Declaración que reconocía al Custodio de Cristo como celoso Protector de la Santa Iglesia.

          Por último, en estos días de confusión generalizada, invoquemos la ayuda del Arcángel San Miguel, poderoso vencedor del demonio y de sus ángeles caídos; los espíritus infernales que infestan la sociedad han de ser combatidos con armas espirituales, como la oración -en especial el rezo diario del Santo Rosario- los Sacramentos, los sacrificios personales y la continua formación en la Fe Católica. 





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 se recomienda su copia y difusión siempre que se respete la originalidad del diseño





sábado, 23 de septiembre de 2017

LA SALVE REGÍNA

     Es una de las oraciones más antiguas que la Santa Iglesia Católica dedica a la Virgen Nuestra Señora; su origen se pierde en la Edad Media si bien se le atribuyen a San Bernardo de Claraval las últimas súplicas "¡Oh clementísima! ¡oh piadosa! ¡oh Dulce Virgen María!".

     En las guerras de los albigenses en el sur de Francia, la repetían los dominicos como el mejor antídoto contra las doctrinas disolventes de aquéllos. La Orden Dominicana acostumbra a despedir a sus hijos e hijas en su partida a la eternidad con esta antífona cantada en la celda mortuoria. 


     El rezo de la Salve en las cruzadas españolas contra la morisma resonó siempre en los campos de batalla. Colón y sus gentes repitieron diariamente la Salve en sus viajes de exploración. Su difusión en todo el mundo católico en nuestros días es bien conocida; es costumbre rezarla especialmente los sábados, y al final del rezo del Santo Rosario.




Versión en Latín


Salve Regína, Mater Misericórdiae,
Vita, dulcedo et spes nostra, sálve.
Ad te clamámus éxules fílii Hévae.
Ad te suspirámus geméntes et flentes
in hac lacrimárum válle.

Eia ergo, Advocáta nostra,
illos túos misericórdes óculos ad nos convérte.
Et Iésum, benedíctum fructum véntris tui,
nobis post hoc exílium osténde.

O clemens, O pía,
 O dulcis Vírgo María.





viernes, 22 de septiembre de 2017

EL ACTO DE AMOR. JESÚS, MARÍA, OS AMO, SALVAD ALMAS


          Pierina Betrone nació en Saluzzo (Cúneo, Italia) el 6 de abril de 1903. Desde muy pequeña estuvo inclinada a la piedad, soñando con ser algún día misionera, por eso, hasta en tres ocasiones intentó consagrarse en congregaciones de vida activa, pero siempre aparecieron impedimentos que cortaron de raíz sus buenas intenciones.

          Su confesor, el Padre Accomasso, le sugirió entonces entrar en el monasterio de Capuchinas de Turín. Pierina, obediente a la voz de su Director, solo acertó a decir "nada me atrae de las Capuchinas"; ingresó en el Monasterio el 17 de Abril de 1929, para tomar el hábito el 28 de Febrero de 1930, momento en el que tornó su nombre de pila por el de María Consolata.

          Fue precisamente en este día que se reveló el Sagrado Corazón de Jesús para rogarle: 

"Sólo te pido esto: un acto de amor continuo"

          A partir de ese momento, viviría una íntima unión con Aquél que es Rey y Centro de todos los corazones. Su nuevo nombre, Consolata, con el que empezaba su vida como esposa de Cristo, sería el eje de su vida: consolar al Sagrado Corazón de Jesús por tantos pecados e indiferencias. Por eso se resolvió a vivir penitente y abnegada por la Voluntad de Dios, pero oculta a los ojos del mundo ya aún a los de sus Hermanas Capuchinas.

          El 8 de Abril de 1934 hizo los votos perpetuos; fue fiel en sus diferentes labores como cocinera, zapatera y portera. El 22 de Julio de 1939, sería destinada a la nueva fundación capuchina de Moriondo Moncalieri, donde desempeñó las funciones de enfermera y secretaria.

          Su unión con el Sagrado Corazón de Jesús la llevó a convertirse en "Cirenea" de Cristo, que le reveló su dolor por un mundo cada vez más hundido en la ruindad y en la miseria del pecado. 

          Por eso, el Divino Corazón le enseñó un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada vez que lo pronunciase salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias.

   Jesús, María, Os amo, Salvad las Almas

En esa simple fórmula se condesaban los tres amores de todo cristiano:
 Nuestro Señor  Jesucristo, la Virgen Santísima y las almas
 por las que Cristo derramó Su Preciosa Sangre.

          El Sagrado Corazón le reveló además:

Piensa en Mí y en las almas. 
En Mí, para amarme; 
en las almas, para salvarlas

 (22 de Agosto de 1934)

          Nuestro Señor le explicó que ese Acto de Amor, debía recitarlo "Día por día, hora por hora, minuto por minuto"(21 de Mayo de 1936). Y ese mismo Divino Corazón le insistía:

"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de Amor 
a cualquier otro don que puedan ofrecerme; 
tengo sed de amor" 

(16 de Diciembre de 1935).


          El 24 de septiembre de 1945 sor Consolata pidió media jornada de reposo y se extendió. La Madre Abadesa le probó la fiebre: ¡ casi 39° ! En junio de 1939 se le escapó una frase de su pluma:"Me cuesta morir a pedacitos". En su oculta situación de enfermedad y la rigurosa vida de penitencia se sumarían en breve también los difíciles años de la segunda Guerra Mundial.


          Consolata padecería literalmente el hambre, pero con la generosidad de siempre. Fue el último acto de amor: el que le costó la vida. En el invierno de 1944 su color cadavérico la traicionó. Por obediencia se sometió a una visita médica. El dictamen del médico fue simplemente: "Esta religiosa no tiene ninguna enfermedad: está extenuada"

          El 25 de octubre de 1945 la radiografía descubrió la catástrofe en sus pulmones. El 4 de noviembre partió hacia el sanatorio. Ahí permanecería hasta el 3 de julio de 1946, cuando una ambulancia la llevaría de nuevo, consumida hasta lo imposible, al Monasterio de Moriondo. La Hermana muerte la visitó al alba del 18 de julio.

          Que este Acto de Amor, "Jesús, Maria, os amo, salvad almas", sea nuestro primer pensamiento al despertar; durante el día repítelo frecuentemente, en casa, en la calle, mientras conduces... después de las oraciones de la noche, prueba a encontrar el sueño mientras repites con cariño el Acto de Amor.


jueves, 21 de septiembre de 2017

ACTO DE ENTREGA A NUESTRA SEÑORA



Oh Señora mía, oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Vos, y en prueba 
de mi filial afecto os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, 
en una palabra todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Madre de Bondad,
 guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.



(Del Devocionario de San Antonio María Claret,
 "CAMINO RECTO Y SEGURO PARA LLEGAR AL CIELO")

miércoles, 20 de septiembre de 2017

EL AVEJOSEFINO

     En la vida de todo buen católico, el Glorioso Patriarca San José ha de ocupar un puesto especial; desde niños a a mayores, ¿quién no necesita de un Padre bueno y protector?. Empiece a ser desde hoy devoto de este Santo Custodio de la Sagrada Familia y pronto sentirá su segura protección.

       Las razones por las que el Bienaventurado José debe ser considerado especial Patrono de la Iglesia, y por las que a su vez la Iglesia espera muchísimo de su tutela y patrocinio, nacen principalmente del hecho de que él es el Esposo de María y Padre Putativo de Jesús. De estas fuentes ha manado su dignidad, su santidad, su gloria. 

     Es cierto que la dignidad de Madre de Dios llega tan alto que nada puede existir más sublime Más, porque entre la Beatísima Virgen y José se estrechó un lazo conyugal, no hay duda de que a aquella altísima dignidad, por la que la Madre de Dios supera con mucho a todas las criaturas, él se acercó más que ningún otro. Ya que el matrimonio es el máximo consorcio y amistad -al que de por sí va unida la comunión de bienes- se sigue que, si Dios ha dado a José como Esposo a la Virgen, se lo ha dado no sólo como compañero de vida, testigo de la virginidad y tutor de la honestidad, sino también para que participase, por medio del pacto conyugal, en la excelsa grandeza de ella.





     Él se impone entre todos por su augusta dignidad, dado que por disposición divina fue custodio y, en la creencia de los hombres, padre del Hijo de Dios. De donde se seguía que el Verbo de Dios se sometiera a José, le obedeciera y le diera aquel honor y aquella reverencia que los hijos deben a sus propios padres.

     De esta doble dignidad se siguió la obligación que la naturaleza pone en la cabeza de las familias, de modo que José, en su momento, fue el custodio legítimo y natural, cabeza y defensor de la Sagrada Familia. Y durante el curso entero de su vida cumplió plenamente con esos cargos y esas responsabilidades. Él se dedicó con gran amor y diaria solicitud a proteger a su esposa y al Divino Niño. Regularmente por medio de su trabajo consiguió lo que era necesario para la alimentación y el vestido de ambos, protegió al Niño de la muerte cuando era amenazado por los celos de un monarca, y le encontró un refugio. En las miserias del viaje y en la amargura del exilio fue siempre la compañía, la ayuda y el apoyo de la Virgen y de Jesús.




ENCÍCLICA "QUAMQUAM PLURIES"
 DE S. S. LEÓN XIII



martes, 19 de septiembre de 2017

DEVOCIONARIO CATÓLICO: ACTO DE CONFIANZA A NUESTRO ÁNGEL CUSTODIO


     La piedad tradicional ha dedicado los martes a la devoción del Santo Ángel Custodio. Según enseña Santo Tomás de Aquino (el Doctor Angélico), el Ángel Custodio que cada uno tenemos encomendado, nos acompaña desde la niñez hasta el momento mismo de presentarnos ante Dios en el Juicio Particular, justo después de morir. Si la Misericordia de Dios dispone llevarnos al Bendito Purgatorio, también allí nuestro Custodio velará por nosotros. Algunos Santos afirman que en el Purgatorio sí podremos ver al Ángel de la Guarda que en esta vida no podemos más que apreciar con los ojos del alma.

     Entiende entonces cuán importante es la presencia del Santo Ángel Custodio en esta vida terrenal; Él te auxiliará en cualquier ocasión, desde el problema más cotidiano hasta las pruebas difíciles que en ocasiones permite el Señor que suframos para bien del alma. 

     Comienza desde hoy a serle muy devoto, rezando y compartiendo la oración de la presente estampa.


          Podemos ganar 300 días de indulgencia. Indulgencia Plenaria al mes si se reza a diario. Plenaria el día de los Santos Ángeles Custodios si se reza habitualmente a lo largo del año. Plenaria también en la hora de la muerte, si durante la vida la hemos recitado con frecuencia

(Roma, 27 de Octubre de 1935)
















lunes, 18 de septiembre de 2017

LUNES: RECORDEMOS A LAS ALMAS RETENIDAS EN EL PURGATORIO



   Las Almas en el Purgatorio tienen la voluntad, los deseos, en concordancia con la Voluntad de Dios, quien arroja sobre ellos Su bondad, y ellos, hasta donde pueden, son felices y se limpian de todos sus pecados.

   En cuanto a la culpa, estas Almas llegan a estar limpias como lo estaban cuando Dios las creó. Dios perdona sus culpas inmediatamente al dejar este mundo si ha habido confesión de los pecados y arrepentimiento o voluntad de no cometerlos más. 






   Solo las manchas que han dejado los pecados es lo que deberá limpiarse mediante el fuego. Y una vez limpias de toda culpa y unidas ala voluntad de Dios, ellas ven con claridad el grado en el cual Él se les revela y ven cuán importante es disfrutarlo a Él, y que estas Almas han sido creadas para este fin.

   Además, son llevadas a unirse con Dios y movidas hacia Él en tal sabiduría, con Su natural instinto hacia las Almas funcionando en ellas, que ni argumentos ni figuras ni ejemplos podrían hacerlo claro cuando la mente conoce esto por medio de su sentimiento interno y lo comprende. Deseo, no obstante, hacer una comparación que viene a mi mente.

   Una comparación para mostrar con qué empuje y qué amor las Almas en el Purgatorio desean disfrutar a Dios. Si en todo el mundo no hubiera más que un pedazo de pan para saciar el hambre de todas las criaturas, y si ellas se vieran satisfechas sólo por verlo; entonces el hombre, si fuera saludable con instinto para comer, si ni comiera ni enfermara ni muriera, su hambre crecería incesantemente porque su instinto de comer no disminuiría.

   Sabiendo que sólo había ese pedazo de pan para satisfacerlo, y que aún estará hambriento, él caerá en un insoportable dolor. Tanto más si se acercara al pan y no pudiera verlo, su anhelo se reforzaría, su instinto se fijaría en ese deseo completamente. Si él estuviera seguro de no volver a verlo, estaría en el Infierno.

    Así pasa con las almas de los condenados que no tienen esperanza de ver su pan, que es Dios, el Verdadero Salvador, que les ha sido quitado. Pero las Almas en el Purgatorio tienen la esperanza de ver ese pan y se sienten satisfechas con ello. Por eso, sufren hambre, y soportan la pena que hará posible satisfacerlas con el Pan que es Jesucristo, Verdadero Dios, Salvador y nuestro Amor.




TRATADO DEL PURGATORIO
Santa Catalina de Génova





domingo, 17 de septiembre de 2017

ACTO DE CONTRICIÓN: SEÑOR MÍO JESUCRISTO

    
     EL ACTO DE CONTRICIÓN es aquél que formulamos movidos por el dolor de nuestros pecados, por la fealdad del pecado y sobre todo, nos ha de mover la ofensa a la Gloria que debemos a Dios como criaturas suyas que somos. La contrición perfecta está motivada por la caridad perfecta para con Dios, mientras que otro tipo de dolor, conocido como la atrición, procede de la caridad imperfecta para con Dios o de otros motivos sobrenaturales, como el haber ofendido a Dios y dolernos tan sólo por el temor de acabar en el Infierno.

     NUNCA TE VAYAS A DORMIR sin hacer un breve examen de conciencia y tras él, un sincero ACTO DE CONTRICIÓN perfecta, para lo cual te puedes ayudar del siguiente texto; a base de leerlo y recitarlo a diario, saboreando y entendiendo cada palabra, podrás memorizarlo en poco tiempo y recitarlo en ocasiones en que creas que has podido ofender a Dios, o bien rezarlo por tantas almas que debieran hacerlo y viven como si Dios no existiera.






DEL CATECISMO DEL PAPA SAN PÍO X

DÉCIMA TERCERA LECCIÓN 
La Confesión
 ¿Qué es la Confesión? La Confesión es el Sacramento que Nuestro Señor Jesucristo nos dejó para perdonarnos nuestros pecados, devolvernos la Gracia y volver nos a su amistad.
¿Qué cosa es confesarse? Confesarse es decir al Sacerdote nuestros pecados, arrepintiéndonos de ellos, para que nos lo perdone y quede limpia nuestra alma.
 ¿Por qué pueden perdonarnos los pecados los Sacerdotes? Los Sacerdotes pueden perdonarnos los pecados, porque Nuestro Señor Jesucristo les dio el poder necesario para ello.
¿Qué se necesita para que se nos perdonen los pecados en la Confesión? Para que se nos perdonen los pecados en la Confesión,, es necesario hacer bien nuestras confesiones.
¿Qué debemos hacer para confesarnos bien? Para confesarnos bien necesitamos pedir a Dios su ayuda y hacer estas 5 cosas:
1º Pensar con cuidado en los pecados que hemos hecho.
2º Arrepentirnos de ellos porque ofenden a Nuestro Señor Jesucristo, que es tan bueno con nosotros y que nos ha amado tanto.
3º Hacernos el propósito de no volverlos a cometer.
4º Decirlos al Sacerdote.
5º Cumplir la Penitencia que él nos imponga.
¿Qué es la Penitencia Sacramental? la Penitencia Sacramental son oraciones u obras buenas que el Sacerdote nos manda hacer para desagraviar a Dios después de haber confesado nuestros pecados.
¿Cuáles son las más importantes de las 5 cosas que debemos hacer para confesarnos bien? De todas las 5 cosas que tenemos que hacer para confesarnos bien, las más importantes son el arrepentimiento de los pecados.





sábado, 16 de septiembre de 2017

BENDITA SEA TU PUREZA




     Una de las décimas más tradicionales a Nuestra Señora; su origen se pierde en la Sevilla de finales del siglo XV; con ciertas variantes en la parte final, hemos querido traer la versión "inmaculista" y por tanto, la más española.

     El Papa de la Eucaristía, San Pío X, quiso bendecirla con 300 días de indulgencia cada vez que se recite, por eso sería estupendo que Vd. la memorizara y así repetirla frecuentemente a Nuestra Señora, al tiempo que ganaría copiosas indulgencias.

     Si comparte esta publicación con otras personas (ya sea por correo electrónico, Facebook o Whatsapp) tenga por seguro que la Virgen Purísima hará Su parte y tocará el alma de esas personas en las que Vd. ha pensado y que de seguro necesitan de la intercesión de Nuestra Señora.





viernes, 15 de septiembre de 2017

LOS SIETE DOLORES DE NUESTRA SEÑORA

     Estaba Santa María, la Reina del Cielo 
y Señora del mundo, colmada de dolores 
al pie de la Cruz de Nuestro Señor Jesucristo. 
Oh vosotros todos los que pasáis por el camino:
 mirad y ved si hay dolor semejante a mi dolor.


     La fiesta de Nuestra Señora de los Dolores se celebra el 15 de Septiembre, al día siguiente de la Exaltación de la Santa Cruz. Al pie de la Cruz, donde una espada de dolor atravesó el corazón de María, Jesús nos entregó a Su Madre como Madre nuestra poco antes de morir. 





  La Devoción a Nuestra Señora de los Dolores se difundió de manera especial por las apariciones de Nuestra Señora a Santa Brígida de Suecia, a la cual confirmó grandes gracias para aquellas almas piadosas que la honrasen en sus Siete Dolores.

     Nuestra Señora prometió que concedería siete gracias a aquellas almas que la honren y acompañen diariamente, rezando siete Ave Marías mientras meditan en sus lágrimas y dolores:

1. "Yo concederé la paz a sus familias."

2. "Serán iluminadas en cuanto a los divinos Misterios."

3. "Yo las consolaré en sus penas y las acompañaré en sus trabajos.»

4. "Les daré cuanto me pidan, con tal de que no se oponga a la adorable voluntad de mi divino Hijo o a la salvación de sus almas."

5. "Los defenderé en sus batallas espirituales contra el enemigo infernal y las protegeré cada instante de sus vidas."

6. "Les asistiré visiblemente en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.

7. "He conseguido de mi Divino Hijo que todos aquellos que propaguen la devoción a mis lágrimas y dolores, sean llevadas directamente de esta vida terrena a la felicidad eterna ya que todos sus pecados serán perdonados y mi Hijo será su consuelo y gozo eterno."

     Hoy pues, es oportuna esta conmemoración de la participación dolorosa que la Virgen Nuestra Señora tuvo en la Pasión y Muerte de Su Hijo Jesús, celebración instituida por el Papa Benedicto XIII en 1727, recogiendo así la tradición devota de los siglos cristianos y extendiéndola oficialmente por todo el Orbe Católico.




     Hay varias maneras de rezar los Siete Dolores de Nuestra Señora; una de ellas es recitar el Dolor seguido de un Avemaría, o bien, para los más fervorosos o que dispongan de más tiempo, pueden rezar EL ROSARIO DE LOS SIETE DOLORES, que es una corona especial, compuesta por siete grupos de siete cuentas cada uno. En cada grupo se medita uno de los Siete Dolores de la Virgen Santísima y se rezan un Padrenuestro y Siete Avemarías.


ROSARIO DE LOS SIETE DOLORES 
DE NUESTRA SEÑORA
LA PURÍSIMA VIRGEN MARÍA

Se reza mediante un rosario compuesto por siete septenas de siete cuentas cada una, separadas por medallas que representan cada una uno de los siete dolores. En lugar del pequeño crucifijo de la corona dominica, la corona servita lleva una medalla que representa la imagen de la Virgen Dolorosa en el anverso y la escena del Calvario en el reverso. Así pues, el Septenario consta de 7 Padrenuestros y cuarenta y nueve Avemarías, a los que suele añadirse una Salve y un Padrenuestro , Avemaría  y Credo
 por la Restauración del Papado.







   Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

  Señor mío, Jesucristo, me arrepiento profundamente de todos mis pecados. Humildemente suplico vuestro perdón y, por medio de vuestra gracia, concededme ser verdaderamente merecedor de vuestro Divino Amor, por los méritos de vuestra Pasión y Muerte y por los Dolores de vuestra Madre Santísima. Amén.

    Virgen Inmaculada, Madre de Piedad, llena de aflicción y amargura, os suplico ilustréis mi entendimiento y encendáis mi voluntad para que con espíritu fervoroso contemple vuestros Santos Dolores y pueda conseguir las gracias prometidas a los que reflexionen sobre vuestros sufrimientos. Amén.


Primer Dolor
La profecía de Simeón

Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis con el anuncio de Simeón cuando dijo que vuestro corazón sería el blanco de la Pasión de vuestro Hijo. Haced, Madre Mía, que sienta en mi interior la Pasión de vuestro Hijo y haga míos vuestros dolores.

Pater y siete Avemarías



V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Segundo Dolor
La persecución de Herodes y la huida 
de la Sagrada Familia a Egipto

Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis en el destierro a Egipto, pobre y necesitada en aquel largo camino. Haced, Señora, que sea libre de las persecuciones de mis enemigos, especialmente de los que buscan perder mi alma.

Pater y siete Avemarías.
V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Tercer Dolor
La pérdida del Niño Jesús en el templo 
de Jerusalén durante tres días

Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis con la pérdida de vuestro Hijo durante tres días en Jerusalén. Concededme lágrimas de verdadera penitencia para llorar culpas por las veces que he perdido a mi Dios por el pecado y que lo halle para siempre.

Pater y siete Avemarías



V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Cuarto Dolor
El encuentro de la Santísima Virgen con Nuestro Señor Jesucristo,cargado con la cruz, en la calle de la Amargura

Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis al ver a vuestro Hijo con la cruz sobre los hombros, caminando al Calvario con escarnio, baldones y caídas. Haz, Señora, que lleve con paciencia la cruz de la mortificación y de los trabajos cotidianos.

Pater y siete Avemarías

V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Quinto Dolor
La crucifixión de Jesús y su Santísima Madre 
al pie de la Cruz


Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis al ver morir a vuestro Hijo clavado en la cruz entre dos ladrones. Haced, Señora, que viva crucificado para el mundo para vencer mis vicios y pasiones.

Pater y siete Avemarías


V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Sexto Dolor
La Virgen teniendo en sus purísimos brazos el Sacratísimo
Cuerpo de Jesús descolgado de la Cruz

Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis al recibir en vuestros brazos aquel santísimo cuerpo difunto y desangrado, con tantas llagas y heridas. Haced, Señora, que mi corazón viva herido de amor y muerto a todo lo profano.

Pater y siete Avemarías

V. Madre llena de aflicción.
R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


Séptimo Dolor
La sepultura de Jesús y la soledad 
de la Santísima Virgen



Me compadezco, Madre Dolorosa, por el dolor que padecisteis en vuestra soledad, sepultado ya vuestro Hijo. Haced, Señora, que yo quede sepultado a todo lo terreno, viva sólo para Vos y sienta en mi interior la Pasión de vuestro Hijo y vuestros dolores.


Pater y siete Avemarías


V. Madre llena de aflicción.

R. De Jesucristo las Llagas grabad en mi corazón.


   Oh Doloroso e Inmaculado Corazón de María, morada de pureza y santidad, cubrid mi alma con vuestra protección maternal a fin de que, siendo siempre fiel a la voz de Jesús, responda a su amor y obedezca a su divina voluntad. Quiero, Madre Mía, vivir íntimamente unido a vuestro Corazón que está totalmente unido al de tu Divino Hijo. Atadme a vuestro Corazón con vuestras virtudes y dolores y al Corazón de Jesús y protegedme siempre. Para más obligaros os saludo con una Salve Regina