El Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es una dádiva de la protección y del maternal cariño de la Reina del Cielo hacia los hombres. Su historia está estrechamente ligada a la Orden del Carmen, que se remonta según una antigua Tradición a los Santos Profetas Elías, Eliseo y a sus discípulos, que se establecieron en el Monte Carmelo, en Palestina.
De acuerdo con esa misma Tradición, ellos ya veneraban a Aquella que vendría a ser la Madre del Redentor, simbolizada por la nubecita que apareció cuando San Elías pedía el fin de la prolongada sequía que los asolaba (Reyes 18, 41-45), y de la cual cayó una lluvia bendita que reverdeció la tierra.
Estos ermitaños se sucedieron a través de las generaciones hasta la Edad Media, y cuando los musulmanes conquistaron Tierra Santa, tuvieron que huir hacia Europa. Allí enfrentaron grandes dificultades corriendo riesgo de extinción.
Fue entonces que un carmelita inglés, San Simón Stock, hombre penitente y de mucha santidad, fue electo Superior General de la Orden. Angustiado con la situación en que se encontraban, comenzó a suplicar incesantemente a la Virgen para que los protegiese.
El 16 de Julio de 1251, mientras rezaba fervorosamente en su convento de Cambridge (Inglaterra), se le apareció Nuestra Señora revestida del hábito carmelita, portando en sus brazos al Niño Jesús y extendiéndole un Escapulario le dijo estas palabras:
Recibe, hijo Mío este Escapulario, como el signo de una estrecha Alianza Conmigo. Te lo doy como hábito de tu Orden, será para ti y para todos los Carmelitas un excelente Privilegio y quien lo lleve no conocerá el fuego eterno. Es la señal de la salvación en los peligros y de la feliz posesión de la vida que no tendrá fin...
En 1314, la Madre de Dios se apareció nuevamente, esta vez al Papa Juan XXII, confirmando Su especial protección a los que usasen el Escapulario, y prometiendo además que los libraría del Purgatorio el primer Sábado después de la muerte.
Esto llevó a Pontífices, monarcas, religiosos de otras Órdenes y personas de todas las condiciones a querer participar de este Privilegio, recibiendo el Escapulario como un símbolo de devoción a María Santísima y de salvaguarda contra los enemigos del alma y del cuerpo.
Un sacramental es un objeto religioso que la Iglesia haya aprobado como signo que nos ayuda a vivir santamente y a aumentar nuestra devoción. Los sacramentales deben mover nuestros corazones a renunciar a todo pecado, incluso al venial. Por medio del uso del Escapulario, podemos alcanzar méritos, indulgencias y también PROTECCIÓN frente a los enemigos del alma y del cuerpo.
El Escapulario, como el resto de los Sacramentales, NO ES UN AMULETO, sino que precisa que usemos de él con Fe sincera y según estipula la Iglesia, siempre con un propósito claro de llevar una Vida Cristiana ejemplar.
EL ESCAPULARIO Y LA CONSAGRACIÓN
AL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA
"...Todos los Carmelitas por tanto, así los que militan en los claustros de la primera y segunda Orden como los afiliados a la Tercera Orden regular o secular y los asociados a las Cofradías que forman por un esencial vínculo de amor una misma familia de la Santísima Madre, reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad; vean en la forma sencilla de su hechura un compendio de modestia candor; vean sobre todo en esa librea que visten día y de noche, significada con, simbolismo elocuente la oración con la cual invocan el auxilio divino; reconozcan, por fin en ella, su consagración al Corazón Sacratísimo de la Virgen Inmaculada, por Nos recientemente recomendada.
Además esta Madre piadosísima no dejará ciertamente de interceder ante Dios según la Tradicional Promesa del llamado Privilegio Sabatino para que aquellos de Sus hijos que hayan de expiar sus faltas en el Purgatorio, consigan cuanto antes el eterno descanso de la Patria.
En tanto como auspicio de divina protección y auxilio y en prenda de nuestra particular predilección impartimos a vosotros, amados hijos y a toda la Orden de los Carmelitas con grande afecto en el Señor, la Bendición Apostólica."
Papa Pío XII, 11 de Febrero de 1950
EL PRIVILEGIO SABATINO
DEL SANTO ESCAPULARIO
A) Indulgencias Plenarias
1. El día que se viste el Escapulario y el que es inscrito en la Tercera Orden o Cofradía.
2. En estas Fiestas:
a) Virgen del Carmen (16 de Julio)
b) San Simón Stock (16 de Mayo)
c) San Elías Profeta (20 de Julio)
d) Santa Teresa de Jesús (15 de Octubre)
e) Santa Teresa del Niño Jesús (3 de Octubre)
f) San Juan de la Cruz (24 de Noviembre)
g) Todos los Santos Carmelitas (14 de Noviembre)
h) Todos los Fieles Difuntos de la Orden del Carmen (15 de Noviembre)
B) Indulgencias Plenaria el día del Carmen.- El día del Carmen, 16 de Julio, o en la fecha que exactamente se celebre, tiene concebida una indulgencia plenaria.
C) Indulgencia Parcial
Se gana indulgencia parcial por usar piadosamente el Santo Escapulario: por besarlo o santiguarnos con él. Y no sólo al Escapulario Tradicional, el de tela, sino también a la Medalla-Escapulario.
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