jueves, 25 de enero de 2024

EL VOTO DEL PURO AMOR, de las Revelaciones al Hno. Estanislao José.

 


               Estos propósitos hechos con determinada voluntad de morir antes que dejar de cumplirlos fiel y heroicamente, le llevaron a hacer el Voto de Puro Amor, que el Hermano Estanislao José escribió, también con la sangre de sus venas. La hoja en que escribió en el Altar de la Capilla de Griñón, en la noche del 24 al 25 de Marzo de 1925, fue tomada por la Virgen de la Eucaristía y presentada a la Santísima Trinidad, quien encargó a la Divina Madre le diera abundancia de gracias para observar fielmente aquellos compromisos. Esa hoja, que no es otra cosa que un pliego de carta con la estampita de nuestro Fundador (San Juan Bautista de La Salle), dice que la Madre la metió en Su pecho después de oír el encargo de la Santísima Trinidad. Su contenido lo transcribo íntegro después del siguiente...


COLOQUIO CON LA MADRE 
AL HACER EL "VOTO DEL PURO AMOR"


               "Mi querida y dulce Madre: Tu amor hace maravillas en mi alma, me transforma, me diviniza, me endiosa. Me hace fuerte, valiente, reflexivo, prudente y me da carácter y dignidad y nobleza de alma y arranca de mí las malas pasiones y quema todo pensamiento que no Te agrada, y me desprende de todo y me une a Ti, Madre, a quien amo con locura y por eso Te he ofrecido mi vida. Pues bien, Madre mía atraído por este amor y por Tu bondad infinita, y después de haberlo pensado bien y con permiso de mis Confesores, hago hoy el Voto de hacerlo todo y obrar siempre por PURO AMOR, a Ti, Madre, y esto en el grado más intenso. Madre mía, bien sabes que por mí, nada puedo, y que no soy más que polvo y pecado, y con todo me siento inclinado, movido y atraído fuertemente por Tu gracia para hacer este VOTO DEL PURO AMOR. 

               Lo hago, pues, amadísima Madre mía, por purísimo amor a Ti, para mayor Gloria de la Santísima Trinidad y con el fin de que reines pronto en el mundo por medio de la Eucaristía y que vuestros Corazones Eucarísticos sean Reyes en todas las naciones. Hago, pues, Madre, EL VOTO DEL PURO AMOR, por puro amor a Ti, a quien amo con delirio, con locura. Al mismo tiempo, renuevo los otros dos votos que hice cuando era aun niño en Tus brazos, y son el de Regularidad y el de lo Más Perfecto, que tanto bien me han hecho.

               Madre, junto con estos tres votos, renuevo los cinco de Religión (los HH. de las Escuelas Cristianas además de los tres votos canónicos de pobreza, castidad y obediencia, emitimos otros dos: el de estabilidad y el de enseñar gratuitamente a los pobres) y todos Te los ofrezco a Ti y con ellos Te entrego, Te doy todo mi ser ofrecido ya hace años como Víctima de Amor. Me meto, pues, en Tu Corazón materno, para que desde ahí sea más fiel a Ti y a mi Hermano Jesús en todo tiempo. 

               Madre, bien sabes que hago esto para procurar Tu gloria y para inundar mi alma en el puro Amor. Sólo Te pongo una condición, Madre, y es la de que me des la muerte después de haberlo hecho, si es que Te he de ser infiel y no hubiera de cumplir lo prometido. Por mi parte ahora, con la mejor disposición, Te juro amor eterno y perfecta fidelidad y Te pido la muerte antes que cambiar de proceder, pues como sabes, todo cuanto hay en mí Te pertenece, total y absolutamente. 

               Por eso que quiero vivir como Tú, en Ti y para Ti; de lo contrario la vida para mí perdería todos sus encantos, pues mi alimento y mi todo, eres Tú, y mi principal alegría es saber que pronto o tarde he de morir. ¡Madre! Reina pronto en el mundo entero por medio de vuestros Corazones Eucarísticos de los que soy Víctima, Apóstol e instrumento dócil.



VOTO DEL PURO AMOR 

En qué consiste para mí, 
y por ahora el Voto del Puro Amor: 


              1º La base de este voto es el desprendimiento absoluto de criaturas y cosas, con esto quiero decir que debo renunciarlas, siempre que no me sirvan para instruirme, santificarme o para cumplir alguna obligación de mi estado.

              2º Al obrar (después del renunciamiento ya dicho) no debo tener otra intención, mas que la de hacerlo todo por puro amor de Dios, de mi Madre, o de Jesús mi Hermanito, lo cual es fácil conseguirlo ayudado con la gracia de Dios, que no faltará.

              3º En la ejecución de los actos hay grados de amor, pues escogeré siempre, el que me parezca ser el más puro, el que endiose más a mi alma, es decir, el que me una más a Jesús, el de mayor intensidad de amor de voluntad. 

              4º Me obligo también a seguir siempre el deseo del alma que tienda a la unión más íntima, y al trabajar con el amor más puro que hay con Jesús y la Madre, rompiendo por tanto, con todo lo humano, es decir, con los pensamientos y afectos que al obrar me sugieran el mundo, el Demonio o la naturaleza.

              5º Mi alma (y siempre por puro amor) tiene que estar dispuesta a emprender cualquier obra, previa sanción de la obediencia. 

              6º Por fin resuma el alma, todos sus actos y afectos procurando tener al obrar el mayor endiosamiento posible, cual sea éste, lo dice muy bien la conciencia. 

              7º Las disposiciones interiores del alma, tienen que estar siempre en conformidad con lo que manda la obediencia y lo que dicta muy bien la delicadeza de conciencia y la unión con la Madre. Madre, Hermano, Santísima Trinidad, dadme ahora la muerte si por pereza o por negligencia o por pecar tenga que retirar un día mi ofrenda a Ti, Madre… 

Tu niño. Firmado en Griñón, 25 de Marzo de 1925 

Hermano Estanislao José  


"Hermano Estanislao José, un joven heroico desconocido"

Hno. Ginés de María Rodríguez f.s.c.


               Olimpio Fernández Cordero nació el 23 de Septiembre de 1903; vio la vida en Bustillo de la Vega, una pedanía de la provincia de Palencia (España). Desde muy pequeño dio claras muestras de una sincera piedad y de gran temor de Dios. Cuando estaba próximo a cumplir los 18 años ingresó en el Noviciado de Los Hermanos de La Salle de Bujedo (Burgos). Tornó su nombre por el de Estanislao José; según sus coetáneos siempre se comportó como un perfecto religioso. 

               Nuestro Señor y la Virgen Purísima se manifestarían a este joven consagrado para sumergirlo en una gran realidad sobrenatural: la Presencia de María Virgen en el Santísimo Sacramento del Altar, unida mística y realmente a Su Divino Hijo, desde que lo llevó en Sus entrañas virginales, hasta que los sostuvo entre Sus brazos tras el descendimiento de la Cruz, actuando así como Sagrario, Corredentora y Víctima junto a Nuestro Señor. 

               El Hermano Estanislao José murió en Griñón (Madrid), el 28 de Marzo de 1927, tras haberse ofrecido incesantemente como Víctima por el Reinado Eucarístico de los Sagrados Corazones.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.