"Hija Mía, me es tan querido quien siempre va pensando en Mi Pasión, y siente desagrado y Me compadece, que Me siento como retribuido por todo lo que sufrí en el curso de Mi Pasión, y el alma rumiándola siempre, viene a formar un alimento continuo, en el que hay tantos diversos condimentos y sabores que producen diversos efectos. Así que si en el curso de Mi Pasión me dieron cadenas y cuerdas para atarme, el alma Me desata y Me da la libertad; aquellos Me despreciaron, Me escupieron y Me deshonraban, ella Me aprecia, Me limpia de esas escupitinas y Me honra; aquellos Me desnudaron y Me flagelaron, ella Me cura y Me viste; aquellos Me coronaron de espinas tratándome como rey de burla, Me amargaron la boca con hiel y me crucificaron, el alma rumiando todas Mis penas Me corona de Gloria y Me honra como su Rey, Me llena la boca de dulzura dándome el alimento más exquisito como es el recuerdo de Mis mismas obras, y desclavándome de la cruz Me hace resucitar en su corazón, dándole Yo por recompensa, cada vez que hace esto, una nueva vida de gracia, así que ella es Mi alimento y Yo Me hago su alimento continuo. Así que la cosa que más me agrada es que el alma piense siempre en Mi Pasión".
el 9 de Noviembre de 1906
de la mística Luisa Piccarreta
Nació en Corato, provincia de Bari, al sur de Italia, el 23 de Abril de 1865. Cursó solamente el primer año de primaria y a la edad de nueve años hizo su Primera Comunión y recibió la Confirmación. Desde aquel momento la Sagrada Eucaristía se convirtió en su pasión y siete años más tarde, en 1882, cuando contaba apenas 17 años de edad, se hizo Terciaria Dominica con el nombre de Magdalena. Pasó toda su larga vida bajo la obediencia de sus confesores, asignados por el Arzobispo de Trani.
Por obediencia, en 1899, empezó a escribir un Diario que llegó a abarcar 36 volúmenes, con la finalidad de dar a conocer más profundamente y vivir de forma cotidiana la Divina Voluntad, según la petición que hacemos al rezar el Padrenuestro: Fiat Voluntas Tua.
Nuestro Señor le pide a Luisa, desde los comienzos de su vida de intimidad con Él, que la meditación sobre la Pasión se convierta en una actividad cotidiana, que nunca se aparte de su mente los sufrimientos que tuvo que aceptar para rescatar del pecado a la humanidad.
Jesús Nuestro Señor formó a esta Primogénita Hija de Su Divina Voluntad a través de la Escuela de la Pasión, de la Sagrada Eucaristía, del amor filial a la Madre de Dios, de la oración, de la obediencia a la Iglesia, del amor al prójimo, del silencio y del trabajo manual de costura.
Luisa conoció al Padre Aníbal Di Francia en 1910, que la exhortó a escribir sus meditaciones, resultado de las mismas sería la obra LAS HORAS DE LA PASIÓN (ya publicadas en este blog).
A lo largo de su vida Luisa fue agraciada con diferentes fenómenos místicos, como visiones sobrenaturales, el desposorio y matrimonio místico y el don los estigmas de la Pasión, aunque por humildad, quiso padecerlos de forma no visible. Murió con fama de Santa a la edad de ochenta y un años, el 4 de Marzo de 1947.
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