lunes, 4 de septiembre de 2023

CORONA DE LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA

 

                "Desde que el Verbo de Dios se hizo Carne, no he emprendido Yo un Movimiento más grande que este de la Llama de Amor de Mi Corazón, que salta hacia ustedes. Hasta ahora no ha habido nada que tanto ciegue a Satanás. Y de ustedes depende que no la rechacen, porque eso traería consigo una gran ruina".
 
(Nuestra Santa Madre a Isabel Kindelmann, el 1 de Agosto de 1962)




               Para rezar esta Corona nos valdremos de un rosario común, de cinco decenas; solamente se sustituirán las oraciones tradicionales por otras, entresacadas de las Revelaciones a la mística Isabel Kindelmann.


INICIO

               Por la Señal + de la Santa Cruz, de Nuestros enemigos líbranos Señor, Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

     GUIA: Señor, abre mis labios. 

     TODOS: Y mi boca proclamará Tus alabanzas. 


ORACIÓN AL ESPÍRITU SANTO

     G- ¡Ven, Espíritu Santo!, llena los corazones de Tus Fieles y enciende en ellos el fuego de Tu amor. Envía Tu Espíritu, Señor y serán creados.

     T- Y renovarás la faz de la tierra.

     G- Oh Dios, que has instruido los corazones de Tus fieles con la luz del Espíritu Santo, concédenos que sintamos rectamente con el mismo Espíritu y gocemos siempre de Sus divinos consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor. 

     T- Amén.

EN HONOR A LAS LLAGAS 
nos santiguamos cinco veces

TODOS 

     1.- En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Yo adoro las llagas de Tu Sagrada Cabeza con dolor profundo y verdadero; permite que todos mis pensamientos en este día sean actos de amor por Ti…. 

     2.- En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro la llaga de Tu Sagrado Hombro con dolor profundo y verdadero; permite que todas las dificultades,  penas y enfermedades en este día sean actos de amor por Ti. 

     3.- En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Yo adoro las llagas de Tus Sagradas Manos, con dolor profundo y verdadero; permite que todo trabajo de mis manos en este día sea un acto de amor por ti…. 

     4.- En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Yo adoro las llagas de Tus Sagrados Pies, con dolor profundo y verdadero; permite que cada paso que dé en este día sea un acto de amor por Ti…. 

     5.- En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. Yo adoro la llaga de Tu Sagrado Costado con dolor profundo y verdadero; permite que todos mis pensamientos en este día sean actos de amor por Ti…. 


ORACIÓN A SAN JOSÉ

               San José, Nuestro Padre y Señor, así como Tú procuraste abrigo para la Virgen María en Belén, ayúdanos también a encontrar un refugio para la Llama de Amor del Inmaculado Corazón en el corazón de los hombres. Amén. 



USANDO DEL ROSARIO

          En las cuentas grandes, las del Padrenuestro diremos

     G- Madre de Dios, derrama sobre la humanidad entera las Gracias eficaces de Tu Llama de Amor, ahora, y en la hora de nuestra muerte. Amén. 

          En las cuentas pequeñas, las del Avemaría, se repite diez veces: 

     G- ¡Madre Nuestra, sálvanos!. 

     T- Por la Llama de Amor de Tu Inmaculado Corazón

          Al final de cada Decena, en lugar del Gloria, se dice: 

     G- Corazón Doloroso e Inmaculado de María

     T- Ruega por nosotros, que recurrimos a Ti


AL TERMINAR las cinco decenas rezamos

               Oh Corazón lnmaculado de María, lleno de Bondad, muéstranos Tu Amor ; que la Llama de Amor de Tu Corazón, oh María, descienda sobre toda la humanidad. Nosotros Te amamos con todo nuestro ser. Pon en nuestro corazón el amor verdadero, para que así tengamos un deseo continuo de Ti. Oh María, de Corazón dulce y humilde, acuérdate de nosotros, cuando estemos en pecado. Por medio de Tu Corazón Inmaculado y Materno, concédenos ser sanados de toda enfermedad espiritual y física. Haz que siempre podamos ver la Bondad de Tu Corazón Maternal, y podamos convertirnos, por Tu Llama de Amor. Amén.


ORACIÓN FINAL

               Que nuestros pies vayan juntos, que nuestras manos recojan unidas, que nuestros corazones latan al unísono, que nuestro interior sienta lo mismo, que el pensamiento de nuestras mentes sea uno, que nuestros oídos escuchen juntos el silencio, que nuestras miradas se compenetren profundamente fundiéndose la una en la otra, que nuestros labios supliquen juntos al Eterno Padre para alcanzar Misericordia.


               Y terminamos signándonos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 



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