Haz un balance frecuente no solo del valor de tus acciones, sino sobre todo, del valor de tu motivo para hacerlas: la franqueza de tu voluntad de glorificarme.
Quizás si prestaras más atención a lo que haces por Mí, intensificarías tu fervor y ternura. Sería más fiel en los detalles, estos preciosos detalles que pueden ganar tanto. Son las motas de bondad que llenan la vida... Te haces una idea: los invisibles granos de arena que componen el inmenso Sahara. Ten mucho cuidado con las pequeñas cosas, Mi Gabrielle. Dite a ti mismo: "Están hechos a la medida de Mi pequeña naturaleza". Y este pensamiento te mantendrá humilde.
¿Ha notado la frecuencia con la que el trabajo de los humildes debe realizarse nuevamente?. Pon todo tu corazón en ello, sabiendo que Me agradas. Y como quieres vivir para Mí, como quieres ver todo en relación a Mí y modelar tu vida en Mí, entonces considera cuán corto es el tiempo que te queda en la tierra. Puedes darme gloria en ese tiempo. Dámelo generosamente...
12 de Abril de 1945
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.