martes, 25 de enero de 2022

REZAR CON UN SALMO...

 


Salmo 103

(Edición Nácar-Colunga)


¡Bendice, alma mía, a Yahvé, 
y bendiga todo mi ser Su Santo Nombre!

¡Bendice, alma mía, a Yahvé 
y no olvides ninguno de sus favores. 

Él perdona todas tus faltas 
y sana todas tus dolencias; 
Él rescata tu vida del sepulcro 
y te corona de piedad y de misericordia; 
Él sacia de bienes tus deseos, 
renueva tu juventud como la del águila.
Hace Yahvé justicia, y juicio 
a todos los oprimidos. 

Dio a conocer a Moisés sus caminos, 
y sus proezas a los hijos de Israel.
Es Yahvé misericordioso y benigno, 
tardo a la ira y muy benevolente. 
No está siempre acusando 
ni guarda rencor eternamente.

No nos trata a la medida de nuestros pecados 
ni nos paga conforme a nuestras iniquidades. 
Sino que cuanto sobre la tierra se alzan los cielos, 
tanto prevalece su piedad sobre los que le temen; 
cuan lejos está el oriente del occidente, 
tanto aleja de nosotros nuestras culpas; 
cuan benigno es un padre para sus hijos, 
tan compasivo es Dios para con los que le temen; 
pues Él conoce de qué hemos sido hechos, 
se acuerda de que no somos más que polvo.

Los días del hombre son como la hierba; 
como flor del campo así florece, pero sopla 
sobre ella el viento, y ya no es más; 
ni se sabe siquiera su lugar.

Pero la piedad de Yahvé es eterna 
para los que le temen, y su justicia 
para los hijos de los hijos, para los que 
guardan su alianza y recuerdan 
sus mandamientos para ponerlos por obra.

Ha establecido Yahvé en los Cielos su trono, 
y su reino domina todo el universo.

Bendecid a Yahvé vosotros, sus Ángeles, 
que sois poderosos y cumplís sus órdenes, 
prontos a la voz de su palabra.

Bendecid a Yahvé vosotros, todas sus Milicias, 
que le servís haciendo su voluntad.

Bendecid a Yahvé todas sus obras 
en cualquier lugar de su imperio. 
¡Bendice, alma mía, a Yahvé!



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