viernes, 11 de junio de 2021

ASPIRACIONES AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

  



               Sor Josefa Menéndez, religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón, fue agraciada con revelaciones privadas de Nuestro Señor y de la Virgen Santa en los últimos años de corta vida. Española de nacimiento había emigrado a Francia para cumplir con la Voluntad de Dios y desposarse con Cristo alejada de su Patria y desempeñando las labores más humildes en su comunidad. En medio de aquella vida sencilla, el Sagrado Corazón de Jesús se le manifestó siempre a espaldas de sus hermanas de religión, pero por obediencia a sus Superioras, Josefa recogió por escrito aquellos coloquios celestiales.

               El 27 de Noviembre de 1923 se encuentra cansada, apenas transcurrirá un mes hasta que el Señor la llame a Su Reino, tal vez por eso, Jesús se le vuelve a mostrar, como una beatífica visión de paz.

                Escribe Josefa: "Hoy, durante la adoración, no se me ocurría nada, y por no pasar el tiempo sin decir nada, he leído muy despacio las Letanías del Sagrado Corazón. Después he leído las oraciones de la Novena de la Confianza y al llegar a la jaculatoria que dice "A Tu íntima unión con Tu Padre Celestial" , ha venido Jesús muy hermoso, resplandeciente y vestido con una túnica como de oro. 



                   Su Corazón estaba todo encendido y de Su Llaga salía mucha luz. He renovado los votos, y le he pedido perdón por estar tan fría y no saber qué decirle. Le he dicho que no es por falta de amor, pues creo que le amo más que todo lo del mundo: Jesús me escuchaba y me miraba. Me ha contestado:

                   "Mira, Josefa, esta oración que estabas haciendo, me es tan agradable y es de tanto valor, que supera a todas las reflexiones más elocuentes y sublimes que pueden hacer las almas. Porque, en efecto, ¿qué puede haber de más valor que la unión de Mi Corazón con Mi Padre Celestial?... Cuando las almas rezan esta oración, se funden, por así decirlo, con Mi Corazón... Aceptan el beneplácito divino, sea cual fuere sobre ellas, se unen a Dios, y por tanto hacen el acto más sobrenatural que se puede hacer en la tierra, porque empiezan en parte la vida del Cielo, que consiste en la perfecta e íntima unión de la criatura con su Creador. Sigue Josefa, sigue tu oración. Con ella doras, reparas, mereces y amas... Sí, sigue tu oración que sigo Mi Obra."



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