domingo, 13 de agosto de 2023

JAMÁS MIS MISERICORDIAS SE APARTAN DE ELLOS, Nuestra Señora del Olvido, Triunfo y Misericordias




Imagen original de Nuestra Señora, la que recibiera la Madre Patrocinio;
fue su compañera inseparable en las numerosas fundaciones que hizo la venerable 
religiosa concepcionista. Se custodia en el altar mayor de la Iglesia del Carmen,
de las Concepcionistas Franciscanas de Guadalajara (España)



               La Madre Patrocinio, más conocida como "la monja de las llagas", era religiosa conventual en el Monasterio de las Concepcionistas Franciscanas del Caballero de Gracia, en Madrid; el 13 de Agosto de 1831, cuando apenas contaba 24 años de edad, mientras se encontraba reunida en el coro de la iglesia con sus Hermanas, entre las cinco y seis, a la hora de la oración de la tarde, se sumió en éxtasis profundo, y tuvo una visión de la Virgen María, que venía acompañada del Arcángel San Miguel, que sostenía en sus manos una pequeña imagen, que representaba a la Señora con el Niño Jesús sentado en el brazo derecho.

               Tuvo lugar entonces una prolongada conversación entre Nuestra Señora y la Madre Patrocinio; ella misma lo cuenta en los Apuntes que le mandaron escribir los Superiores y su Confesor. Copiamos textualmente:

           "Clamaba mucho en esta ocasión por la necesidades que tanto afligen a la Santa Iglesia y el Dulce Amor se me manifestó severo, airado y como dando muestras de que quería castigarnos.

          Esposo mío, ¿para cuándo son vuestras Misericordias?

          "Pide, esposa Mía, que cuanto pidas seré liberal para concedértelo."

          Pedía sin límites; entonces, mi dulce Amor me manifestó el lastimoso estado en el que se hallaba la Santa Iglesia. Moría de dolor y mis angustias crecían sobre manera.

          "Paloma mía, Mi Amor no puede verte afligida; aquí tienes a Mi Madre, que será tu guía, consuelo y amparo."

          Ese mismo día por la noche, durante el rezo coral de los Maitines con la Comunidad,  la Madre Patrocinio volvió a enajenarse. Cuanto sigue pertenece a este segundo arrobamiento:

          "Manifestóse de nuevo la Beatísima Virgen con esta preciosísima, portentísima  e  invectísima  Imagen en Sus soberanas manos.

          "Hija Mía, ¿por qué se contrista tu corazón, si todas las Misericordias y Tesoros de Mi Hijo voy  a poner en tus manos, por medio de esta Mi soberana Imagen, para que las distribuyas en Mi Nombre a los mortales, segura de que las que hicieses por Mi Amor a tus hermanos, esas mismas confirmamos Mi Hijo y Yo, que Soy tu Madre en el Cielo?"

          Señora y Reina mía, ¿no veis la España, los males que nos afligen?

          "Hija Mía, los veo; pero no puede Mi Amor ser más benéfico para con los hombres. Ellos se olvidan de Mí y retiran las Misericordias; y por esto, a esta Imagen le darás el título misterioso del Olvido, para darles a entender que Me han olvidado; pero Yo, que soy  vuestra tierna y amorosa Madre, quiero poner a vista de todos los mortales en esta imagen Mía que jamás Mis Misericordias se apartan de ellos."

          Miraba yo con gran ternura a tan divino simulacro cuando vi que mi invectísima Reina cogió un pañuelo de manos del Príncipe San Miguel y, aplicándole a la soberana Llaga  del Costado de nuestro amante Jesús, lo empapó la Divina Señora en Sangre de aquel divino y deífico Corazón, y después aquel pañuelo, así empapado, lo puso sobre esta encantadora Imagen, y después vi que la Soberana Reina rociaba a este pueblo con la Sangre Preciosísima”.



          "Hija Mía, ¿Me amas?"

          Señora mía, vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra.

          "Hija Mía, ¿Me amas?"

          Señora mía, vos sabéis que os amo y deseo ser toda vuestra

          "Hija Mía, ¿Me amas?"

          Señora mía, Vos sabéis que Os amo y deseo ser toda Vuestra.

          "Pues a tu solicitud y cuidado dejo el culto y veneración de esta sagrada Imagen Mía con el título de Olvido, Triunfo y Misericordias. Ella será la consoladora del mundo y todo afligido encontrará en Mí, por mediación de esta Imagen, el consuelo. Al alma que rendida a sus pies Me pidiera alguna cosa, jamás  se la negará Mi Amor. Será el consuelo del mundo y la alegría de la Iglesia Católica y, por su medio, Mi Hijo y Yo recibiremos culto. Tú, hija Mía, alcanzarás victoria del poder de Satanás, y tu Comunidad, perfección en servirme."

          Entregóme la Soberana Reina esta portentísima  Imagen, este encanto de los Cielos y la Tierra, y empezó en el Cielo una celestial música, entonando la Salve y otros sagrados cánticos; todos los Cortesanos del Cielo se daban parabienes. La Santísima Trinidad la bendijo, igualmente la Santísima Virgen María y, después, todos los Cortesanos del Cielo llegaron a adorar a su Reina y Señora en esta soberana y encantadora Madre del Olvido..." 


(Sor María Isabel de Jesús, "Vida admirable de la Madre Patrocinio")




PROMESAS DE NUESTRA SEÑORA 
A LA MADRE PATROCINIO


                  En tus manos, voy a poner esta Sagrada IMAGEN y con ella, TODAS LAS MISERICORDIAS de Mi Santísimo Hijo.

                  Ha vinculado el Señor en esta portentosa IMAGEN al ALIVIO, CONSUELO y REMEDIO de todos, y la alegría de la Iglesia Católica.

                  El alma, que rendida a sus pies (de la IMAGEN) me pidiera alguna GRACIA, jamás se le negará Mi Amor.

                  Cualquier población que expusiese y venerase a la Virgen DEL OLVIDO, TRIUNFO y MISERICORDIAS, se verá libre (aseguraba la Madre Patrocinio) de las calamidades con que en otros puntos serían poblados, porque sería Ella como un pararrayos de la Divina Justicia, Arca de Noé y Refugio para librar a Sus devotos.





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