Las profecías referentes a los Tres Días de Oscuridad proceden de revelaciones privadas, NO pertenecen pues al Depósito de la Fe Católica. Por tanto NO es obligatorio creer en ellas, pero sí prudente prestarle cierta atención y contrastarlas con la Doctrina y el Magisterio de los Papas.
A este respecto enseñaba el inolvidable Padre Royo Marín que "... siempre han existido almas ilustres con el espíritu de profecía. Es un hecho reconocido por la Sagrada Escritura y por la autoridad de la Iglesia... Discutir esta posibilidad... sería desconocer uno de los caracteres de santidad de la verdadera Iglesia y el soberano poder de Dios. Nuestra Fe se apoya en la Revelación divina. Nadie está obligado a creer en las revelaciones privadas, sin embargo, sería muy reprensible contradecirlas o ponerlas en ridículo, después de la aprobación de la Iglesia" (Teología de la Perfección Cristiana)
"Extiende tu brazo hacia el cielo, para que en todo Egipto haya una oscuridad tan espesa que hasta se pueda tocar". Libro del Éxodo, cap. 10, vers. 21
"La tierra es profanada por sus habitantes, pues han transgredido las leyes, violado los mandamientos, por eso la maldición devorará la tierra y quedará solamente un pequeño número". Profeta Isaías, cap. 24, 1
"Dios juzgará al mundo entero con el fuego y con la espada, y serán muchos los muertos". Profeta Isaías, cap. 66, vers. 16
"Y sucederá en toda la tierra que dos terceras partes perecerán. Y la tercera parte quedará en ella. Ellos invocarán Mi Nombre" Profeta Zacarías, cap. 13, vers. 8-9
"Y el Señor amonestaba a Israel y a Judá por medio de todos sus profetas y de todo vidente, diciendo: Volveos de vuestros malos caminos y guardad mis mandamientos, mis estatutos conforme a toda la ley que ordené a vuestros padres y que os envié por medio de mis siervos los profetas". II Reyes, cap. 17, vers. 13
San Gaspar de Búfalo (1786-1836)
Fundador de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, favorecido con el don de Profecía advirtió: "Aquél que sobreviva a los Tres Días de tinieblas y de espanto, se verá a sí mismo como solo en la tierra. No se ha visto nada semejante desde el diluvio."
Sor María de Jesús Crucificado (1846-1878)
Religiosa carmelita, mística y estigmatizada: "Durante tres días de tinieblas, las personas entregadas a sus caminos depravados perecerán, de tal modo que sólo sobrevivirá una cuarta parte de la humanidad".
Padre Bernardo María Clausi (1789-1849)
Religioso de la Orden de los Mínimos, murió en olor de santidad con fama de Profeta: "Este azote se hará sentir en todo el mundo y será tan terrible que cada uno de los que sobrevivieren se imaginará ser el único que ha quedado, y todos se arrepentirán... Pero antes habrá hecho el mal tantos progresos, que parecerá que los demonios han salido del Infierno. Pero cuando la mano del hombre no pueda más, y todo parezca perdido, Dios mismo pondrá su mano y arreglará las cosas en un abrir y cerrar de ojos"
Sor María Adalfune (1814-1867)
Religiosa de la Orden de San Agustín, se ofreció a Dios como víctima por salvación de los pecadores. En medio de crueles sufrimientos, Jesús Nuestro Señor le reveló en la noche del 13 de Mayo 1849 "No puedo ya ahorrar al mundo el castigo tremendo que le está reservado. Entonces todos alzarán los brazos hacia Mí y gritarán: "¡Misericordia!" No temas, no abandonaré a la Iglesia en esos días. Vendré en su ayuda." (El Señor le hizo ver las atrocidades que se cometerán en aquellos días, sobre todo, un gran desprecio por todo lo sagrado.) "Los Sacerdotes", continuó Jesús, "no deben mezclar tanta ciencia humana con la enseñanza de mi Doctrina, deben renunciar a las vanidades".
Ana Catarina Emmerich (1774-1824)
Célebre estigmatizada alemana. Religiosa Agustina. Recibió las llagas de la Pasión del Señor, aceptando los grandes sufrimientos para el alivio de otros, y como víctima expiatoria a Dios, por las culpas y pecados de los demás. "Vi la Iglesia de San Pedro y una cantidad enorme de gente que trabajaba para derribarla, pero a la vez vi otros que la reparaban. Los demoledores se llevaban grandes pedazos; eran sobre todo sectarios y apóstatas en gran número. Vi con horror que entre ellos había también sacerdotes católicos..., vi al Papa en oración, rodeado de falsos amigos, que a menudo hacían lo contrario de lo que él ordenaba. Daba lástima. Cincuenta o sesenta años antes del año 2000 era desencadenado Satanás por algún tiempo. En violentos combates, con escuadrones de espíritus celestiales, San Miguel defenderá a la Iglesia contra los asaltos del mundo." "Sobre la Iglesia apareció una Mujer alta y resplandeciente, María, que extendía su manto radiante de oro. En la Iglesia se observaron actos de reconciliación, acompañados de muestras de humildad; las sectas reconocían a la Iglesia en su admirable victoria, y en las luces de la revelación que por sí mismas habían visto refulgir sobre ella. Sentí un resplandor y una vida superior en toda la naturaleza y en todos los hombres una santa alegría como cuando estaba próximo el nacimiento del Señor".
Sor Elena Aiello (1895-1961)
Monja estigmatizada italiana, recibió un mensaje el 16 de Abril de 1954, Viernes Santo: "Escucha bien lo que digo y comunícalo a todos: Mi Corazón está triste por los muchos sufrimientos que amenazan a este mundo. La justicia de nuestro Padre Celestial está ofendida gravemente. El mundo está inundado por una crecida de corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios en carne humana, y mientras hablan de paz, preparan la guerra con instrumentos devastadores, para aniquilar pueblos y naciones. Innumerables escándalos llevan las almas a la ruina, especialmente de la juventud. "El hogar, fuente de la fe y de santidad, está manchado y destruido. (Los hombres) continúan viviendo pertinazmente en sus pecados. Cerca está el azote para limpiar la tierra del mal. La Justicia divina reclama la satisfacción de tantas ofensas y maldades que cubren la tierra y no se puede tolerar más. Los hombres obstinados en sus culpas no se vuelven a su Dios. La gente no se somete a la Iglesia, y desprecia a los sacerdotes por haber muchos malos entre ellos, que son causa de escándalos" "El mundo será invadido por grandes desgracias, revoluciones sangrientas, huracanes terribles, inundaciones de ríos y mares.
Levanta la voz, hasta que los sacerdotes de Dios presten oído a mi mensaje, y avisen a los hombres que el tiempo está cerca, y si no se convierten a Dios con oraciones y sacrificios, el mundo se verá envuelto en una nueva guerra"... Nubes con rayos de fuego, y una tempestad de fuego pasarán sobre el mundo, y el azote será el más terrible que ha conocido la historia. Durará setenta horas. Los impíos serán aplastados y eliminados. Muchos se perderán, porque permanecen en sus pecados" "Las horas de las Tinieblas están cerca... Yo me inclino sobre el mundo y detengo la Justicia de Dios, de otra manera estas cosas hubieran sucedido ya. Hacen falta oración y sacrificios, que vuelvan a los hombres a Dios y a mi Corazón Inmaculado. Propaga a gritos todo esto, en todo el mundo, como eco verdadero de mi voz. Hazlo saber porque ayudará a salvar muchas almas e impedirá mucha destrucción en la Iglesia y en el mundo." (Texto con imprimátur del Obispo de Cádiz-Ceuta, España)
Aparición de Nuestra Señora en La Salette
Aparición aprobada por la Iglesia. La Santísima Virgen se apareció a dos niños el 19 de Septiembre de 1846, les comunicó un Secreto, que sería publicado con el Imprimatur del Obispo de Lecce (Italia). En un extracto del mismo podemos leer las advertencias de Nuestra Señora:
"Dios va a castigar al mundo de una manera jamás vista... Nadie podrá escapar... Las Iglesias serán cerradas y profanadas; los Sacerdotes y religiosas serán perseguidos... Los libros malos abundarán. Muchos Sacerdotes se alejarán de la Fe verdadera, y hasta Obispos. El Demonio tendrá sus iglesias que le darán culto. Reinará el materialismo, el ateísmo y toda clase de vicios... Parecerá que Dios se haya olvidado de la humanidad. Todo estará perdido. Entonces Jesucristo, en un acto de Su Justicia y Su gran Misericordia para los buenos, dará orden a Sus Ángeles que todos los enemigos sean exterminados. Caerá fuego del Cielo. El sol se obscurecerá. Los perseguidores de la Iglesia, las personas dadas al pecado, perecerán y la tierra parecerá un desierto".
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