lunes, 30 de octubre de 2023

SÚPLICA A NUESTRA SEÑORA LA REINA DEL PURGATORIO



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               El Dogma de la Comunión de los Santos que recitamos en el Credo, nos enseña que aquellos Católicos que vivimos en la tierra, podemos beneficiarnos de las oraciones, buenas obras y sacrificios de todos los miembros de la Santa Iglesia que se encuentran en gracia de Dios.

               Las Almas de los Bienaventurados del Cielo, interceden por nosotros ante el Trono de Dios y su intercesión nos concede gracias y ayuda espiritual; sin embargo, las Almas retenidas en el Purgatorio, sólo pueden esperar con paciencia los sufragios e indulgencias que por Ellas ofrezcamos sus seres queridos y la oración de los Santos e intercesión de la Virgen Nuestra Señora.

               El Bendito Purgatorio es una ayuda que Dios nos regala para completar lo que no hicimos en nuestra vida en la tierra, purgando los pecados y falta de amor en que incurrimos, así como para purificar nuestro afecto al pecado.

               Por eso te animo que cada Lunes, tengas la Caridad de orar por las Almas del Purgatorio y que difundas el presente mensaje a fin de conseguirles más amigos y devotos que las socorran en sus padecimientos.



domingo, 29 de octubre de 2023

CRISTO REY, por el Doctor Plinio Corrêa de Oliveira

  


               Al respecto de la Fiesta de Cristo Rey, hay que tener en cuenta que este Reinado se basa en tres títulos, cada uno de los cuales marca esta realeza con una cualidad especial. Primero, Nuestro Señor Jesucristo es Rey porque es Dios; en segundo lugar, se encarnó y, como Dios-Hombre, es la Cabeza natural de toda la humanidad; finalmente, porque es nuestro Redentor quien, muriendo en la Cruz, conquistó para nosotros la salvación eterna, lo que le da pleno derecho sobre nosotros, haciéndolo, en verdad, nuestro Rey.

               Sin embargo, el Reino de Nuestro Señor Jesucristo se establece sobre personas y no sobre territorios. Es un reino de almas donde cada familia, nación, orden religiosa, constituye una provincia. En la armonía de todos estos grupos humanos y familias de almas, así como de individuos, encontramos la realidad y la belleza del Reinado de Cristo.

               Nuestro Señor Jesucristo, como Rey, defiende a cada alma del ataque del adversario con un amor, un conocimiento del valor de esa alma y de lo que significa para la unidad de su Reino mucho mayor que el Rey de Francia, por ejemplo, defendería Auvernia, Lorena o Alsacia.

               Se trata de un valor de carácter moral y espiritual, y esto nos lleva a considerar que cada vez que Cristo Rey pierde o ve mermado el ejercicio efectivo de su realeza sobre un alma, tiene una tristeza semejante a la del rey que pierde una de sus provincias y, junto a ella, todo un orden de belleza ideal.

               Pero también, cada vez que un alma vuelve a Él, es un regreso con todas las alegrías de esa restitución.

               Estas alegrías y tristezas repercutieron en Él en su vida terrena y deben ser objeto de nuestra consideración en la fiesta de Cristo Rey haciéndonos la siguiente pregunta: ¿Se está realizando en nosotros el Reino de Nuestro Señor Jesucristo como desea el Divino Redentor?

               Por muy desfigurada y enlodada que se encuentre en nuestros días, la Santa Iglesia Católica es un jardín donde las flores brotan continuamente para Nuestro Señor. Quizás sólo en el día del Juicio podremos saber cuántos santos florecen, aislados y odiados, aquí, allá y más allá, en la ignorancia y el abandono, dando a Dios una gloria completa y magnífica.



              Todo esto, en conjunto, constituye el Reinado de Nuestro Señor sobre los hombres; realeza aún incompleta, pero marchando a ser completa y, por eso mismo, motivo continuo de gozo para Él.

               Pidamos, pues, a Cristo Rey, por medio de su Santísima Madre, que nos haga comprender todos los esplendores de la Iglesia Católica y del Reino de Nuestro Señor Jesucristo sobre aquellas almas que le son fieles, que, a la manera de un cielo maravilloso, tienen como estrella central al Inmaculado Corazón de María. Estrella más preciosa no puede haber. Entonces comprenderemos cuántas gracias hemos recibido y cuántas razones tenemos para esperar el perdón y la misericordia y para pedir muchos favores con plena confianza.


Conferencias del 21/10/1964 y del 29/10/1966



sábado, 28 de octubre de 2023

LA LLAMA DE AMOR DEL INMACULADO CORAZÓN DE MARÍA y las Benditas Almas del Purgatorio (Parte I)

 

Toma esta Llama, es la Llama de Amor de Mi Corazón. 
¡Enciende con ella el tuyo y pásala a otros!. 
Con esta Llama llena de Gracia que de Mi Corazón 
les doy a ustedes, enciendan todos los corazones 
en todo el país, pasándola de corazón a corazón. 
Éste será el milagro que convirtiéndose en un incendio, 
con su fulgor cegará a Satanás. Éste es el Fuego de Amor 
que alcancé del Padre Celestial por los Méritos 
de las Llagas de Mi Hijo Santísimo...

Nuestra Santa Madre a Isabel Kindelmann, 
el 13 de Abril de 1962



               Pedí también la efusión de Gracias de la Llama de Amor de la Santísima Virgen para las Almas en pena, cuando el Señor Jesús me permitió sentir que en ese momento un Alma acababa de liberarse del Purgatorio. Sentí en mi alma un alivio indescriptible. En ese momento, por pura Gracia de Dios, mi alma se sumergió en la felicidad inconmensurable del Alma que llega a la Presencia de Dios. Luego recé con todo el recogimiento de mi alma por los Sacerdotes moribundos. Entre tanto, un sentimiento muy angustioso inundaba todo mi interior. Son sufrimientos que da el Señor para que pueda recoger con Él. Durante mi profundo recogimiento un suspiro fino como un hálito de la Santísima Virgen, sorprendió mi alma...

                Santísima Virgen: "Tu compasión por las pobres Ánimas, hijita Mía, ha conmovido tanto Mi Corazón Maternal, te concedo la gracia que pediste. Si en cualquier momento, haciendo referencia a Mi Llama de Amor, rezaran ustedes en Mi Honor tres Aves Marías, cada vez un alma se librará del Purgatorio. En el mes de los Difuntos (en Noviembre), al rezo de cada Ave María, 10 Almas se librarán del Purgatorio. Las Ánimas sufrientes deben sentir ellas también el efecto de Gracia de la Llama de Amor de Mi Corazón maternal". (Diario Espiritual de Isabel Kindelmann, 13 de Octubre de 1962)


NOTA: 

               Dios tiene derecho a expresar también en números las condiciones en que quiere dar Su Gracia, así nos lo prueba la Sagrada Escritura. El caso de Naamán, el Sirio (2 Reyes 5, 1-14) donde, de forma inequívoca, la condición de su sanación está expresada en números, aunque su realización no dependió del número. ¿Por qué precisamente el sumergirse 7 veces en las aguas turbias del Jordán fue la condición dada por el profeta Eliseo para que el Naamán alcanzara la curación? ¿No hubiera sido suficiente 5 o acaso 3 veces? ¡O quizá hubiera sido suficiente una sola inmersión! No fue el sumergirse 7 veces lo que le consiguió la curación sino la obediencia de su fe humilde con que, a pedido de sus siervos, venció su resistencia y se sometió al deseo del Profeta. 

               Es muy cierto que los números tienen frecuentemente otra significación en el plano sobrenatural que la que les atribuimos aquí en la Tierra. La razón es que nosotros caemos frecuentemente en el error de trasladar nuestro modo de pensar tan mercantilista al orden de la Vida Sobrenatural, cuando el Cielo tiene otro propósito muy distinto con los números. La esencia y el sentido más profundo de esta ‘matemática celestial’, no es el número ni el rendimiento, sino el Amor. Significa que debe arder en nosotros continuamente el deseo de salvar las Ánimas que están penando en el Bendito Purgatorio. 

               ¡Cuántos pensamientos inútiles, cuántas preocupaciones superfluas que giran alrededor de nuestro propio yo, nos llenan durante un solo día! ¡Cuántas idas y venidas hacemos mecánicamente en un único día! ¡Qué medio tan eficiente podría ser para educarnos a nosotros mismos si con un pensamiento de amor acudiéramos en ayuda de un Alma que está sufriendo! Ellas nos lo van a agradecer mucho y en su estado de Bienaventurados nos ayudarán en nuestro trabajo para salvar las Almas que aún transitan en este mundo terrenal.

                De nuestra parte, esta compasión nos sirve de mérito y la Santísima Virgen la vierte en bien de las Ánimas. Si la Santísima Virgen se expresa en números, lo hace únicamente para de este modo acomodarse a nuestra débil manera de comprender las ideas, a fin de estimularnos, en fervorizarnos, como si dijera: Miren, aunque la contribución de ustedes sea tan insignificante, alcanza que un Alma en pena ¡pueda ver a Dios cara a cara!.



jueves, 26 de octubre de 2023

ORAR, SUFRIR, AMAR y REPARAR, de las Revelaciones al Hno. Estanislao José

 


               Hemos visto la marcha ascendente del Hermano Estanislao José hacia la meta de la perfección. Apenas lleva un año en la vida religiosa y le vemos encendido en amores eucarístico-marianos. Las manifestaciones de los Corazones Eucarísticos, como quieren Ellos que les llame, han transformado su corazón, le han puesto al rojo vivo, en un estado abierto plenamente a la gracia, en un estado de heroísmo permanente. ¿Y quién le ha llevado por estos derroteros de tanta perfección?. Ya lo hemos dicho, el amor a la Madre divina, la devoción tierna y agradecida al Corazón Eucarístico de María; así quiere la Señora que la llame, y que todos la llamemos así: Corazón Eucarístico de María, y a Su Divino Hijo: Corazón Eucarístico de Jesús. Ellos han de ser ya el centro de las actividades espirituales, el objeto de las ilusiones de esta alma generosa en extremo. 

                Decía San Pablo: "¿Quién me separará del amor de Cristo?". Y el Hermano Estanislao José dice, con énfasis de enamorado: "¿Quién me separará del amor a los Corazones Eucarísticos de Jesús y María?". En los momentos más solemnes de su vida siempre los junta porque así se lo mandan Ellos, y no tiene otro afán, ni otra ilusión que darlos a conocer, que enseñar a amarles, servirles, reparar las blasfemias de los hombres y entregarse a Ellos con la máxima generosidad. 

               Nos preguntamos, ¿qué pedagogía ha empleado esta Madre divina para hacer tales transformaciones en tan breve tiempo? ¡Oh, la Madre, la Madre!. Si comprendiésemos los métodos eficacísimos que tiene para obrar en los hijos que se la entregan… Las almas que saben y quieren consagrarse, entregarse, venderse a la Virgen-Madre, tienen mucho camino andado en las sendas de la perfección. Ella les ilumina con luces especiales y les mueve la voluntad para obrar con facilidad, para volar en ambientes de sana espiritualidad. 

               Yo diría a los jóvenes que tienen ansias de amor, ansias de perfección, ansias de eternidad, que se arrojen con Fe y Amor en el Corazón Eucarístico de María. En él hallarán la alegría y el amor pleno de juventud; más, hallarán el fuego abrasador que necesitan para triunfar en todos los problemas que en la primavera de su vida se les puedan presentar.

               Hagan la prueba-verdad, no de mentirijillas, como dicen los niños, y pronto, si perseveran en la Consagración y en la fidelidad y en el amor delicado, pronto lo verán, lo disfrutarán. No hay, no habrá hombres más felices en la tierra que aquellos que saben entregarse a María en la Divina Eucaristía. 

               Antes de proseguir exponiendo la vida fascinadora del Hermano Estanislao José, queremos transcribir estos Deseos que por escrito manifiesta a su Santísima Madre: 

     1. Madre, Te pido un amor hacia Ti sin límites, un amor que no se pueda comparar con nada de este mundo, y que por la vida del cuerpo, jamás deje de amarte y la muerte mil veces antes de dejar de amarte.

     2. Madre, Te doy gracias sinceramente por estar mi vida limpia de pecado mortal, y Te pido la muerte antes que cometer un pecado venial deliberado.

     3. Madre, dame al don de oración para saber hablar Contigo y con mi Hermanito Jesús. 

     4. Madre, dame una humildad profunda, y que sepa humillarme siempre por Tu amor y en reparación de mi orgullo. 

     5. Madre, dame una Piedad sin límites, rezando bien y haciendo todas mis acciones con intención de agradarte y reparar las ofensas que Te hacen. 

     6. Madre, dame una pureza angelical, semejante a la Tuya que eres la Madre Purísima; Te prometo ser escrupulosísimo en esta virtud; guardaré modestia, tomaré consejo en todas las dudas. Quiero ser virgen para seguir al Cordero por toda la eternidad.

      7. Madre, dame una obediencia entregada, pensando que es a Dios a quien obedezco. Siempre obedeceré con alegría y por puro amor. 

     8. Madre quiero ser delicado en la Caridad con mis Hermanos, con los niños, con todos. 

               Estas peticiones se las presenté a la Madre en una de Sus fiestas y Ella me contestó: "Bien, hijo Mío, acepto tus peticiones. Ya sabes que te he escogido porque quiero que seas la flor predilecta de Mi Corazón. Sé fiel a la gracia y haré cosas grandes en ti".

               "Madre", le dije, "yo quiero ser todo Tuyo y siempre depender de Ti y sufrir lo que me mandes". Y Ella me contestó: "Escucha el plan de vida que has de llevar, y en todo te socorreré: ORAR, SUFRIR, AMAR y REPARAR".

               Yo me quedé parado, y luego añadí: Pero Madre mía, ¿eres Tú quien me lo dices? Ella me contestó: "Sí, hijo Mío, veo tu generosidad y buenos deseos. Déjame obrar en ti, no me pongas obstáculos; tú date todo a Mí y Yo me daré a ti. Ora, hijo mío, que la oración vale mucho. El que no ora se condena porque prescinde de la gracia". Estas disposiciones tan estupendas trajeron a su alma grande, nuevos aumentos de gracia y dones todavía más extraordinarios.



martes, 24 de octubre de 2023

SAN RAFAEL ARCÁNGEL

 

...se encontró delante de él a Rafael, el ángel... 

(Libro de Tobías, cap. 5, vers. 4)

No pienses tal cosa ni te atormentes por ellos... 
porque un ángel bueno le acompañará, 
le dará un viaje fácil y le devolverá sano 

(Libro de Tobías, cap. 5, vers. 22)



San Rafael Arcángel del Convento de las Madres Mercedarias 
de la Inmaculada Concepción (Don Juan de Alarcón) de Madrid

               Según el Calendario Católico, la Santa Iglesia recuerda hoy a uno de los tres principales Arcángeles, a San Rafael, que etimológicamente significa "Medicina de Dios". En la Sagrada Escritura, en el Libro de Tobías, se cuenta cómo Dios envió al Arcángel San Rafael a ayudar al anciano Profeta Tobías, que estaba ciego, y a Sarah, la hija de Raquel, cuyos siete maridos habían muerto la noche del día bodas. San Rafael tomó la forma humana y se hizo llamar Azarías. Éste, acompañó a Tobías en su viaje, le ayudó en sus dificultades y le explicó cómo podía casarse con Sarah sin peligro alguno. En el mismo relato del Libro de Tobías, el mismo Arcángel se describe como “uno de los siete que están en la presencia del Señor” 


SAN RAFAEL ARCÁNGEL 
en la vida de Santa María Francisca


               Santa María Francisca de las Cinco Llagas (1715 - 1791) fue una mística de la Orden Tercera de San Francisco, hija de comerciantes de Nápoles, ciudad que entonces estaba bajo el dominio español; su vida de piedad y su celo por la salvación de las almas la llevó a compartir la Pasión con Cristo Nuestro Señor, siendo estigmatizada y bendecida con otras muchas gracias sobrenaturales; fueron tantos los testimonios acerca de su Santidad que finalmente sería canonizada por el Papa Pío IX en 1867. 

               Esta Santa tenía al Arcángel San Rafael como su mejor amigo: la consolaba en sus penas y la cuidaba en sus enfermedades. Un día, su Director Espiritual, el Padre San Francisco Javier María Bianchi, estaba con ella y sintió un "olor de Paraíso". Pidió a la Santa una explicación y ella le dijo: "No se maraville Su Paternidad, porque aquí en medio de nosotros está el Arcángel San Rafael".

               En 1786, Santa María Francisca estaba muy enferma y era incapaz del menor movimiento. Don Juan Pessiri, Sacerdote secular que en ocasiones la confesaba, quiso ayudarla y le llevó una taza de chocolate que colocó en la mesita de noche, diciéndole que se la tomara, mientras él iba a realizar algunos trabajos de su ministerio sacerdotal. La pobre enferma no sabía cómo obedecer, porque no podía moverse; y pidió ayuda a su gran protector San Rafael. Al instante, una mano invisible le presentó la taza y, después de tomar el chocolate, la recogió y la dejó en su lugar. Santa María Francisca, consolada y agradecida, le dio las gracias a Dios y a su celestial Arcángel.




               En otra oportunidad, se le presentó el Arcángel San Rafael como un joven vestido de blanco y de una extraordinaria belleza. El Arcángel le dijo: "Yo soy San Rafael. El Altísimo me ha enviado a curarte la llaga de tu costado, que está a punto de gangrenarse. Renueva tu fe en Dios y Él te bendecirá". Al día siguiente, la llaga del costado estaba sana. 

               El amable Arcángel hizo de enfermero y le ayudaba en tareas cotidianas, como cuando le cortaba el pan o le decía, con una dulce sonrisa, que ella no podía servirse sola; Santa María Francisca disfrutó de una gran familiaridad con el Arcángel, que era su especial protector y guardián.



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lunes, 23 de octubre de 2023

QUE DIOS SEA CADA VEZ MÁS CONOCIDO

 


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               "El Amor de Dios y del prójimo produce un efecto muy semejante al del fuego. El fuego de la pólvora hace saltar por los aires cualquier objeto que lo comprima, impele hacia arriba las balas y las bombas; el fuego del vapor hace correr a toda velocidad los vagones de los trenes y empuja los buques que surcan la olas del mar; así, el fuego del Espíritu Santo hizo que los Santos Apóstoles recorrieran el universo entero…Quien tiene celo, desea y procura por todos los medios posibles que Dios sea cada vez más conocido, amado y servido en esta vida y en la otra, puesto que este sagrado Amor no tiene ningún límite. 

              Lo mismo practica con su prójimo, deseando y procurando que todos estén contentos en este mundo y sean felices en el otro; que todos se salven, que ninguno se pierda eternamente, que nadie ofenda a Dios y, finalmente, que ninguno se encuentre ni siquiera un momento en pecado… 

               Debemos tener corazón de madre con nuestro prójimo. ¿Qué hace una madre tierna por su hijo? Le da de comer, lo viste y lo educa; lo preserva de las caídas y de cualquier mal. Si lo ve en peligro, lo avisa, no lo aleja; si lo ve caído, lo levanta; si enfermo, tiene cuidado de él; llora, ruega, hace votos para verlo restablecido. Lo mismo debe practicar quien tenga celo para con su prójimo".


"El egoísmo vencido" por San Antonio María Claret 


Puedes leer una semblanza de la vida de 
San Antonio María Claret tocando en el siguiente título




sábado, 21 de octubre de 2023

PARA ALCANZAR LA PAZ DEL MUNDO Y EL FIN DE LA GUERRA, REGINA PACIS, ORA PRO NOBIS

  

               El título Mariano de Reina de la Paz, fue agregado en las Letanías de la Virgen María por el Papa Benedicto XV durante los aciagos días de la Primera Guerra Mundial, en concreto fue el 5 de Mayo de 1917. Quiso así el Papa colocar al mundo entero bajo la protección de la Santísima Virgen María; tan sólo unos días después, el 13 de Mayo de ese mismo 1917, la «Regina Pacis» responde a la llamada del Papa Benedicto XV y se apareció en Fátima, a tres niños que están ajenos al conflicto mundial. "–No tengáis miedo… Soy del Cielo… Vengo a pediros que vengáis aquí seis meses seguidos, el día 13 a esta misma hora… ¿Queréis ofreceros a Dios para soportar todos los sufrimientos que Él quiera enviaros, en acto de desagravio por los pecados con que es ofendido y de súplica por la conversión de los pecadores?" –"Sí, queremos…" –"Rezad el Rosario todos los días para alcanzar la paz para el mundo y el fin de la guerra…"

               En esta época convulsa de guerras y conflictos internacionales, que parecen aún peor que todos los conocidos hasta el momento, no dejemos de recurrir confiados a la intercesión de Nuestra Santa Madre, pidiéndole a Ella la auténtica paz entre los hombres, el segundo Advenimiento de Su Hijo a la tierra.



La estatua de la Virgen de la Basílica de Santa María la Mayor, 
en Roma, es la materialización de la letanía "Reina de la Paz", instaurada 
por el Papa Benedicto XV para suplicar el final de la Gran Guerra

               "Elévese, por tanto, hacia María, que es Madre de Misericordia y Omnipotente por la gracia, desde todos los lugares de la tierra, desde los templos más nobles hasta las más pequeñas capillas, desde los palacios regios hasta las más pobres casuchas, desde allí donde haya un alma fiel, desde los campos y los mares ensangrentados, la piadosa y devota invocación “Regina pacis, ora pro nobis”, y llegue hasta Ella el grito angustiado de las madres y esposas, el gemido de los niños inocentes, el suspiro de todos los corazones bien nacidos. Que su dulce y benignísima solicitud sea conmovida, y sea obtenida la paz suplicada para este mundo convulso. Y que los siglos futuros recuerden la eficacia de Su intercesión y la grandeza de los beneficios por Ella conseguidos". (Papa Benedicto XV, 5 de Mayo de 1917)

               "El que contempla las ingentes miserias que pesan hoy día sobre la humanidad, recuerda espontáneamente a aquel viajero evangélico que, bajando de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de los ladrones y, robado y malherido por éstos, quedó tendido medio muerto en el camino. La semejanza entre ambos cuadros es muy notable, y así como el samaritano, movido a compasión, se acercó al herido, curó y vendó sus heridas, lo llevó a la posada y pagó los gastos de su curación, así también es necesario ahora que Jesucristo, de quien era figura e imagen el piadoso samaritano, sane las heridas de la humanidad.

               La Iglesia reivindica para sí, como misión propia, esta labor de curar las heridas de la humanidad, porque es la heredera del espíritu de Jesucristo; la Iglesia, decimos, cuya vida toda está entretejida con una admirable variedad de obras de beneficencia, porque «como verdadera madre de los cristianos, alberga una ternura tan amorosa por el prójimo, que para las más diversas enfermedades espirituales de las almas tiene presta en todo momento la eficaz medicina»; y así «educa y enseña a la infancia con dulzura, a la juventud con fortaleza, a la ancianidad con placentera calma, ajustando el remedio a las necesidades corporales y espirituales de cada uno». Estas obras de la beneficencia cristiana suavizan los espíritus y poseen por esto mismo una extraordinaria eficacia para devolver a los pueblos la tranquilidad pública". (Papa Benedicto XV, Encíclica "Pacem Dei Munus", 23 de Mayo de 1920)

               "Es necesario que comprendan todos que no se pueden conseguir de nuevo los bienes perdidos, ni conservar os que peligran, mediante las discordias, los tumultos y las matanzas entre hermanos, sino solamente mediante la laboriosa concordia, la mutua comprensión y el trabajo pacífico. Los que con plan premeditado agitan inconsideradamente las multitudes, excitándolas al tumultos, a la sedición y a las injurias a la libertad ajena, sin duda alguna no ayudan a mitigar la indigencia del pueblo, sino que más bien la aumentan, provocando la ruina final, exacerbando el odio e interrumpiendo el curso de las actividades de la vida social. De hecho, las luchas de los partidos «fueron y serán para muchos pueblos una calamidad mayor que la guerra misma, que el hambre y la peste". (Papa Pío XII, Encíclica "Optatissima Pax", 18 de Diciembre de 1947)



jueves, 19 de octubre de 2023

QUIEREN REINAR EN LOS CORAZONES, de las Revelaciones al Hno. Estanislao José

 


               Olimpio Fernández Cordero nació el 23 de Septiembre de 1903, por lo que este año recordamos el 120 aniversario de su natalicio; vio la vida en Bustillo de la Vega, una pedanía de la provincia de Palencia (España). Desde muy pequeño dio claras muestras de una sincera piedad y de gran temor de Dios. Cuando estaba próximo a cumplir los 18 años ingresó en el Noviciado de Los Hermanos de La Salle de Bugedo (Burgos). Tornó su nombre por el de Estanislao José; según sus coetáneos siempre se comportó como un perfecto religioso. 

               Continuamos con algunos extractos de las anotaciones del Hermano Estanislao José, en particular, ampliamos ahora su Voto de Regularidad; para entender mejor este tramo de la vida del piadoso lasallista, te recomiendo la lectura de los artículos que aparecen al final de este relato.

                Se pregunta a sí mismo: "¿Yo qué hago por mi Dios?... Soy escogido para hacerle reinar en todo el mundo, de nación en nación, de ciudad en ciudad, de pueblo en pueblo y de corazón en corazón… Ayudadme Santos todos del Cielo, venid a presenciar mi Voto, el cual tiene por fin principal ver glorificado a mi Hermanito Jesús y a mi Purísima Madre por todo el mundo por medio del Sacramento de Su Amor, en el cual quieren reinar en los corazones de todos los hombres. Venid, Madre mía, a presenciar mi Voto de Regularidad y que le reciba vuestro Santísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.

               Venid, Patronos míos San José y San Estanislao; venid, amado Padre San Juan Bautista de La Salle; venid todos a presenciar esta entrega que hago de mi voluntad, de mi persona y de mi vida entera; ayudadme con vuestros ruegos a disponer de todas las gracias necesarias para ser fiel a este compromiso y evitar toda imperfección voluntaria. 

               Ven también, Hermano Benjamín Antonio(1), trayéndome del Cielo aquella fidelidad tuya en cumplir el que tú hiciste, y ya que la Misericordia infinita de Jesús se ha dignado concederme el favor que tuviste tú, por tu mediación me dé la gracia de cooperar fielmente a Sus mandatos.

               Finalmente, creyendo que tengo delante de mí a toda la Corte Celestial pronuncio por labios de mi Madre amadísima, el voto de regularidad: 

               Me comprometo: 1. A cumplir en todo y lo mejor posible la Voluntad de Dios, manifestada por la Regla, o bien por los mandamientos de los Superiores. 2. A dejarlo todo al primer sonido de la campana para disponerme a ejecutar el ejercicio siguiente. 3. A vigilarme en especial, en la guarda del silencio, no hablando sin necesidad. 4. A ponerme en la intención de cumplir siempre la Voluntad de Dios, diciéndome a menudo, ¿qué quiere Dios de mí ahora mismo?. Obraré luego, como mejor me parezca. 5. Me obligo, bajo la pena de pecado venial y según las intenciones rectas de mi conciencia. Lo firmo en Bujedo, a 13 de Noviembre de 1921, fiesta de mi queridísimo Patrono San Estanislao. Firmado, Hno. Estanislao José." 

               Después de haber hecho este voto de regularidad tuvo una aparición de nuestro Fundador San Juan Bautista de La Salle, felicitándole por el rumbo que tomaba su formación religiosa y le hizo estas manifestaciones: "Sea tu mayor prueba de amor Jesús y María el cumplimiento exacto de tu deber; ya en gran parte este voto te ha descubierto los bienes que encierra. Hay pocos que acierten bien en qué consiste el cumplimiento del deber, y menos, que lo cumplan los que lo conocen. Por eso que hay pocos santos. 

               El que cumple el deber con fidelidad lleva a Dios consigo, y tiene destruido el poder del Demonio. El hombre que cumple bien su deber por amor de Dios, es un santo. El religioso que guarda bien la santa Regla es un santo. Es tanto el mérito que tiene, que sólo la Regla puede llevarle a la más encumbrada perfección. Sigue con ese ideal y trabaja para que otros sigan tu camino. El que guarda su Regla se ve libre de todo lo que le impide su propio aprovechamiento: será obediente, no murmurará, no hablará sin necesidad, será modesto, en una palabra, ejecutará por amor de Dios mil cosas al parecer insignificantes, pero que en realidad tienen un mérito inmenso. 



               Todo esto lo ve bien el alma delicada con su deber. Te aseguro que los que faltan habitualmente a su Santa Regla tendrán un Purgatorio largo y tremendo, por eso que es muy de temer la muerte de un religioso inobservante por las penas que le aguardan, porque como ya te ha dicho Jesús: el libro que le juzgará es su Regla, y entonces verá claro el mérito y el castigo de su cumplimiento o violación". 

               Estas instrucciones -narra el Hermano Estanislao José- me las dio el Santo Fundador, pero me parece que al escribirlas he quitado el mérito, pues sería imposible decir la impresión que cada palabra causaba en mi alma. Tanta que si no hubiera tenido ya el Voto de Regularidad, lo hubiera hecho en aquel momento. Gracias, Padre, por estas instrucciones; yo os prometo eterna fidelidad a la Regla.


Notas

          1 Se refiere al Hermano Benjamín Antonio, muerto en olor de santidad en Junio de 1921, unos meses antes de que el Hermano Estanislao José recibiese estas  manifestaciones privadas.


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miércoles, 18 de octubre de 2023

EL PRIMER MENSAJE DE GARABANDAL

  



               Tal día como hoy, el 18 de Octubre, pero de 1961, la Santa Madre de Dios, en medio de Sus Apariciones en la aldea española de San Sebastián de Garabandal, daba a conocer al mundo un apremiante Mensaje a la Humanidad.

               La principal vidente de Garabandal, Conchita González, comenzó a escribir un Diario, por obediencia a su confesor; en él contaría con detalle la relación de Apariciones y comunicaciones celestiales que ella y las otras niñas recibirían entre 1961 y 1965. 

               Queremos ahora entresacar de ese Diario algunos extractos, referencias hacia Jesús Sacramentado y sobre la mucha asiduidad con que las jóvenes videntes visitaban al Señor oculto en el Sagrario. 




               Vemos así, que después de ver al Ángel la primera vez  "Echamos a correr -escribe Conchita- a comunicárselo a la Señora Maestra. Una vez terminamos de llorar, volvimos a la puerta de la Iglesia y entramos en ella y en aquel mismo momento llegó la Señora Maestra, toda asustada, y nos dijo:


      - Hijas mías, ¿es verdad que habéis visto al Ángel?.


Y nosotras le respondimos:


      - Si Señora.


Y ella exclamó:


      - A ver si es imaginación vuestra.


Y nosotras volvimos a insistir:


    - No Señora, no, que le vimos bien.


   Ella enseguida dijo:


    - Vamos a rezar una Estación a Jesús Sacramentado en acción de gracias.


               En el segundo día de las Apariciones del Arcángel San Miguel, el 19 de Junio de 1961, no vieron al Ángel; con el candor de una niña de doce años, escribe Conchita:

             Eran las ocho y cuarto de la noche. Fuimos a hacer una Visita al Santísimo y después nos hemos ido para nuestra casa.

            El Domingo siguiente que vino muchísima gente dice: Cuando terminamos la Aparición, que serían las ocho y media, nos fuimos a la Iglesia a rezar a Jesús Sacramentado y nos metieron en la sacristía con cuatro doctores y Sacerdotes a preguntarnos cosas. Los Sacerdotes no lo creían algunos, otros sí. (1)




               En otro capítulo Conchita nos cuenta "Un día nos mandó - el Ángel- que fuéramos en la mañana a los Pinos, sin comer nada, y que fuera una niña con nosotras y nosotras llevamos una niña e hicimos lo que Él nos mandó.

         Cuando llegamos a los pinos, se nos apareció el Ángel con un Copón como de oro y nos dijo:

         - Os voy a dar la Comunión, pero ya están las formas Consagradas. Rezar el "Yo pecador".

     Nosotras le rezamos. Después nos dio la Comunión y después de Comulgar nos dijo que rezáramos con Él el "Alma de Cristo" y nosotras lo rezamos, y nos dijo:

         - Mañana también os la daré y se fue.

     Cuando se lo decíamos a la gente, no lo creían algunos y sobre todo los Sacerdotes porque decían que el Ángel no podía Consagrar. Nosotras, cuando volvimos a ver al Ángel, se lo dijimos lo que decía la gente y Él nos dijo:

    - Que las cogía en los Sagrarios, que las cogía de la tierra.



NOTAS ACLARATORIAS:


        1- Las Visitas a Jesús Sacramentado, las Comuniones Espirituales y el rezo continuo del Santo Rosario constituirían parte esencial en la vida de piedad de las cuatro niñas videntes.



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martes, 17 de octubre de 2023

SANTA MARGARITA MARÍA DE ALACOQUE, Apóstol del Sagrado Corazón de Jesús

  


               Nacida el 22 de Julio de 1647, hija de Claudio Alacoque y de Felisberta Lamyn, Margarita María era la quinta de los siete hijos del matrimonio. Dios la quería sólo para sí. Por eso, como ella misma revela en su autobiografía, la preservó prácticamente desde la cuna de la más leve mancha de pecado. El Divino Maestro la dirigía en los secretos de la vida interior, para que su comunicación fuese solo con el Cielo.

               De ese modo, apenas a los cuatro años de edad Margarita hizo voto de castidad: “Sin saber lo que hacía me sentía continuamente impulsada a decir estas palabras: "Dios mío, te consagro mi pureza, y hago voto de perpetua castidad".

               Afirma su primer biógrafo: "Desde su infancia el Espíritu Santo le enseñó el punto capital de la vida interior, comunicándole el don de la oración. Su mayor placer era pasar horas enteras en oración; y, cuando no la encontraban en casa, iban a la iglesia, donde la hallaban inmóvil ante el Santísimo Sacramento".

               A la muerte de su padre en 1655, Margarita ingresó como educanda en el convento de las Religiosas Clarisas en Charolles, con apenas ocho años de edad.

Se consagra a la Santísima Virgen

               La devoción a María es señal de predestinación. Por eso Margarita siempre la tuvo desde los albores de la razón. María Santísima retribuía amor con amor: "La Santísima Virgen tuvo siempre grandísimo cuidado de mí; yo recurría a Ella en todas mis necesidades y me salvaba de grandísimos peligros" , confiesa Margarita.

               Mucho antes de que San Luis María Grignión de Montfort popularizara la Devoción de la Sagrada Esclavitud a Nuestra Señora, Margarita, aún siendo niña, se consagró a Ella como esclava.

               A raíz de una grave enfermedad que puso en riesgo su vida, a los once años de edad, Margarita fue retirada del convento y llevada a casa; quedó semiparalítica y tan delgada que, según narra, "los huesos me rasgaban la piel por todas partes" . Tampoco podía caminar. Los médicos agotaron toda su ciencia y no obtuvieron el menor resultado, lo que llevó a suponer que la principal causa de la enfermedad era sobrenatural. Duró casi cuatro años y Margarita sólo se curó después que se consagró a la Santísima Virgen.

El Sagrado Corazón se le manifiesta en el convento de Paray-le-Monial

               Al alcanzar la adolescencia, Margarita quiso abrazar la vida religiosa, pero tuvo que enfrentar la oposición de la rama paterna de su familia.

              Sin embargo, vencida la presión, Margarita María ingresó en el Convento de la Visitación, en Paray-le-Monial.

              No bien entró en el locutorio, oyó interiormente estas palabras: "Aquí es donde Te quiero".

               El Sagrado Corazón de Jesús se fue manifestando a Santa Margarita María de modo paulatino en los años 1672 y 1673, hasta llegar a hacerlo claramente en 1674 y 1675. Diez años después, en 1685 y 1686, aún le reveló sus magníficas Promesas al género humano.

               Así, en los primeros meses de 1673, por entendimiento interior, Margarita María vio su corazón como un átomo todo negro y desfigurado unirse al bello Corazón de Jesús, más brillante que el sol y de una grandeza infinita. Era su primera Visión del Sagrado Corazón, toda ella espiritual.

Primera Gran Revelación

               Para situarnos mejor en el ambiente de Francia en que se produjo la primera gran aparición del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita María, transcribimos las palabras del sacerdote jesuita Augusto Hamon, uno de los mayores biógrafos de la Santa:

               "En la mañana del 27 de Diciembre de 1673 [día en que esta ocurrió] , la vida en nuestra tierra de Francia fue retomada en el punto en que los hombres la habían abandonado en la víspera, a la noche. Por todas partes las mismas ocupaciones, los mismos placeres, los mismos dolores, los mismos odios y las mismas ternuras, los mismos trabajos y las mismas guerras; Bourdaloue y Bossuet predican, La Fontaine piensa en sus Fábulas, Boileau rima su Arte Poético, Racine compone Ifigenia, Turenne defiende la frontera del Rin contra los imperiales, Condé la [frontera] del Norte contra Guillermo de Orange, Luis XIV, todo vuelto hacia su gloria y sus placeres, hace frente a Europa, y nadie sabe que Jesucristo nos va a revelar Su Corazón Divino".

               Era la Fiesta de san Juan Evangelista. Margarita María rezaba ante el Santísimo Sacramento cuando Nuestro Señor "me hizo reposar por muy largo tiempo sobre Su Pecho Divino; y allí me reveló las maravillas de Su Amor y los insondables Secretos de Su Sagrado Corazón [...] . Él me dijo: Mi Divino Corazón está tan apasionado de amor por los hombres, y por ti en particular, que no pudiendo ya contener en Sí las llamas de Su Caridad ardiente, es preciso que ellas se difundan por tu intermedio, y que Mi Amor se manifieste a todos los hombres para enriquecerlos con sus preciosos tesoros, que aquí te descubro, y que contienen las gracias santificantes y saludables necesarias para separarles del abismo de perdición. Te he elegido como un abismo de indignidad y de ignorancia, para la ejecución de este gran designio, a fin de que todo sea obra Mía.

Segunda Gran Revelación

               Es muy probable que la Segunda Gran Revelación —de la que, lamentablemente, no se tiene fecha— haya ocurrido un primer Viernes de mes, el año de 1674.

               El Sagrado Corazón apareció rodeado de espinas y con una cruz encima.

               "Me hizo ver que el ardiente deseo que te nía de ser amado de los hombres y de apartarlos del camino de perdición, adonde Satanás los precipita en tropel, le había hecho formar el designio de manifestar Su Corazón a los hombres con todos los Tesoros de Amor, de Misericordia, de Gracia, de Santificación y de Salvación que contiene. A todos aquellos que quisieren tributarle y procurarle todo el amor, honor y gloria que esté en su poder, los enriquecerá con abundancia y profusión con esos Divinos Tesoros del Corazón de Dios, que es la fuente de ellos. Pero es preciso honrarle bajo la figura de ese Corazón de carne, cuya imagen quería que se expusiera y que llevara yo sobre mi corazón, para grabar en él Su Amor, llenarlo de todos los dones de que Él estaba lleno, y destruir todos sus movimientos desarreglados. Y dondequiera que esta imagen fuere expuesta para ser honrada, derramaría sus gracias y bendiciones. Esta Devoción era como un supremo esfuerzo de Su Amor que quería favorecer a los hombres en estos últimos tiempos con esta redención amorosa, para sacarlos del imperio de Satán que Él pretendía arruinar para colocarnos bajo la dulce libertad del imperio de Su Amor, el cual quería restablecer en los corazones de todos los que quisieran abrazar esta Devoción".




Tercera Gran Revelación

               La fecha de la llamada tercera gran revelación tampoco quedó registrada. Ocurrió también en 1674, en un día en que el Santísimo Sacramento estaba expuesto.

               Así, estando ella una vez más ante ese Sacramento del Amor, entró en éxtasis y vio a Nuestro Señor Jesucristo "fulgurante de gloria con Sus Cinco Llagas que brillaban como cinco soles, y de esta Sagrada Humanidad salían llamas de todas partes, pero sobre todo de su adorable pecho que parecía un horno, y al abrirse me descubrió su corazón amantísimo y amabilísimo, que era la fuente viva de estas llamas. Fue entonces cuando me descubrió las maravillas inexplicables de Su puro Amor, y hasta qué exceso Él lo había llevado a amar a los hombres, de los cuales no recibía sino ingratitudes y frialdades" .

               El Redentor del mundo le dijo:

              "Esto [las ingratitudes y frialdades] me es mucho más doloroso que todo cuanto sufrí en mi Pasión. Si al menos [los hombres] retribuyesen al amor que les tuve, estimaría en poco lo que hice por ellos. Pero solo tienen frialdad y repulsas groseras con relación a todos mis desvelos por hacerles el bien".

Cuarta Gran Revelación

               Aunque Margarita María no mencione la fecha de esta revelación, los estudiosos juzgan que habría ocurrido entre el 13 y el 21 de Junio de 1675, dentro de la Octava de Corpus. Es narrada en su Autobiografía  y en una carta al Bienaventurado Claudio de la Colombière.

              Estando como de costumbre ante el Santísimo Sacramento, Nuestro Señor le dijo, presentando Su Divino Corazón:

               "He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres, que nada ha reservado hasta agotarse y consumirse para demostrarles Su Amor. Como reconocimiento no recibo de la mayor parte de ellos sino ingratitud, ya por sus irreverencias y sus sacrilegios, ya por la frialdad y desprecio con que me tratan en este Sacramento de Amor. Sin embargo, lo que me es más sensible es que hay corazones consagrados que actúan así.

              Por esto te pido que el Primer Viernes después de la Octava del Santísimo Sacramento sea dedicado a una Fiesta particular para honrar a Mi Corazón, comulgando ese día y reparando las injurias que recibió durante el tiempo que estuvo expuesto en los Altares.

              Te prometo que Mi Corazón se dilatará para derramar con abundancia los influjos de Su Divino Amor sobre quienes le presten esta honra" .

Comunión Reparadora

               Para concluir, citamos la consoladora promesa de los Primeros Viernes de Mes. En una carta a la madre De Saumaise, la Santa relata esta gran gracia que le fue concedida casi al fin de su vida (probablemente en 1688):

               "Un Viernes, en la Sagrada Comunión, dijo estas palabras a su indigna esclava, si no se engaña: Te prometo, en la excesiva Misericordia de Mi Corazón, que Su Amor Omnipotente concederá a todos los que comulguen nueve primeros Viernes de mes seguidos, la gracia de la penitencia final; no morirán en Mi desgracia y sin haber recibido los Sacramentos, mi Divino Corazón será su asilo seguro en el último momento.

              Santa Margarita María entregó su alma al Amado el día 17 de Octubre de 1690 y fue canonizada por el Papa Benedicto XV en 1920.




domingo, 15 de octubre de 2023

SANTA TERESA DE JESÚS

 

“Se esté allí con Él, acallado el entendimiento. 
Si pudiere, ocuparle en que mire que le mira, 
y le acompañe y hable y pida y se humille
 y regale con Él, y acuerde que no merecía estar allí...” 

(De la "Vida de Santa Teresa de Jesús" 13, 22)




NACIMIENTO E INFANCIA

                 Nació en la ciudad española de Ávila, el 28 de Marzo de 1515. Sus padres eran Alonso Sánchez de Cepeda y Beatriz Dávila de Ahumada.


                 A los siete años era muy devota de leer vidas de Santos, en especial de Mártires, cosa que la motivó a "huir" de la casa paterna, junto a su hermano Rodrigo, para irse a tierra de misión y ser mártires de la Fe, pero la aventura les duró poco: un tío les encontró y los devolvió a los brazos de su madre. Cuando fueron reprendidos, Rodrigo acusó a Teresa como inventora de la idea del martirio.

                 Después de aquél martirio frustrado, los piadosos hermanos resolvieron convertirse en ermitaños, por lo que empezaron a construir una celda en el jardín de la casa.

                 En su habitación, la cándida Teresa, tenía un cuadro que representaba a Nuestro Señor hablando con la Samaritana; lo contemplaba con fervor y le repetía frecuentemente: "Señor, dame de beber para que nunca más tenga sed".

                 Con apenas catorce años, sufrió la pérdida de su madre; inmersa en inmensa tristeza, acudió ante una imagen de Nuestra Señora y, como nos cuenta la misma Santa, "le rogué con muchas lágrimas, que me tomase por hija suya". Así, teniendo a la Madre de Dios como Madre y Señora, nunca se volvería a sentir huérfana, ni de carne, ni de espíritu.

                 Fue por aquél entonces que Teresa y su hermanito Rodrigo se aficionaron por las lecturas de novelas caballerescas; en su autobiografía, la Santa reconocería cuánto mal le produjo: “Aquellos libros no dejaron de enfriar mis buenos deseos y me hicieron caer insensiblemente en otras faltas. Poco a poco empecé a interesarme por la moda, a tomar gusto por vestirme bien, a preocuparme mucho por el cuidado de mis manos, a usar perfumes y a emplear todas las vanidades que el mundo aconsejaba a las personas de mi condición.” Este cambio preocupó mucho a su padre, que decidió enviarla a estudiar con las agustinas de Ávila, con apenas quince años.

                 Al poco tiempo, Teresa se enfermó y tuvo que volver a la casa paterna; fue allí donde reflexionó y se resolvió a hacerse religiosa carmelita en el Convento de la Encarnación, donde tenía un a buena amigo, Juana Suárez. Su padre, que al principio no aceptó la decisión de su hija, como la viese tan feliz y decidida, permitió que siguiese su camino como esposa de Cristo. Sin embargo, la delicada salud de Santa Teresa, la obligó a ponerse en manos de médicos y curanderas que no acertaban con los remedios necesarios. Tras tres largos años de padecimientos, recobraría su maltrecha salud.

EN EL CONVENTO DE LA ENCARNACIÓN

                 Por aquél entonces, la mayoría de los conventos, vivían de forma algo disipada; en la mayoría de ellos, se podía recibir a cualquier visita. Nuestra Santa, viendo aquello como normal, pasaba muchas horas de coloquio con los hombres, descuidando el diálogo amoroso de la oración; no pocas veces se excusaba a sí misma poniendo como pretexto su delicada salud. Años más tarde, consciente de la ligereza de su juventud, Santa teresa escribiría: “El pretexto de mi debilidad corporal no era suficiente para justificar el abandono de un bien tan grande, en el que el amor y la costumbre, son más importantes que las fuerzas. En medio de las peores enfermedades se puede hacer la mejor oración, y es un error pensar que sólo se puede orar en la soledad”.

                 Pero aquella pérdida de tiempo en charlas sin sentido, quedó atrás cuando la Santa, que era muy devota de las imágenes de Nuestro Señor representado en Su Pasión, se detuvo un día ante un Crucificado muy sangrante; piadosamente le preguntó: “¿Señor, quién te puso así?”. Entonces, cuenta ella misma que sintió una voz que le respondía : “Tus charlas en la sala de visitas, esas fueron las que me pusieron así, Teresa”. Desde aquél momento, abandonó las conversaciones vanas y se dedicó con empero a la oración y el recogimiento.

EXPERIENCIAS MÍSTICAS

                Desde que Santa Teresa se retirase a la vida de oración, el Señor la bendijo con la gracia de múltiples apariciones, que a pesar de estar convencida de ser ciertas, algunos sacerdotes trataron de disuadirla de que eran engaños del demonio. Sin embargo, el Señor quiso poner en su camino al Padre Baltasar Álvarez, que le explicó que aquellas manifestaciones eran ciertamente divinas y no obra del maligno; le aconsejó que diariamente recitase el himno “Veni Creator Spiritus”, a fin de pedir el auxilio del Espíritu Santo y hacer siempre lo que fuese más agradable a Dios. Precisamente cuando recitaba un día esta oración, fue arrobada en éxtasis y escuchó, en el hondo de su alma, que el Señor le pedía “No quiero que converses con hombres, sino con los Ángeles”.

                Sin embargo, todos esos consuelos y gracias espirituales, fueron motivo de recelos y persecuciones aún por parte de aquellos que compartían con Teresa el hábito del Carmen. Por desgracia, su confesor el Padre Álvarez, era un hombre cobarde, que si bien no dejó de confesarla, jamás la defendió ante quienes la atacaban con saña. Pese a todo, el Señor no quiso dejarla sola, por eso, en 1557, San Pedro de Alcántara, la visitó en Ávila y dio testimonio de la veracidad de las gracias sobrenaturales con que Dios bendecía a Santa Teresa, aunque le advirtió que la persecución no cesaría en los años venideros.

LA TRANSVERBERACIÓN

                 Uno de los momentos más cruciales en la vida de Santa Teresa tuvo lugar cuando fue transverberada en 1559. Escuchemos el episodio que ella mismo escribió: “Vi a mi lado un ángel que se hallaba a mi izquierda, en forma humana. El ángel era de corta estatura y muy hermoso; su rostro estaba encendido, como si fuese uno de los ángeles más altos, que son todo de fuego. Debía ser uno de los que llamamos querubines. Llevaba en la mano una larga espada de oro, cuya punta parecía un ascua encendida. Me parecía que por momentos hundía la espada en mi corazón y me traspasaba las entrañas y, cuando sacaba la espada, me parecía que las entrañas se me escapaban con ella y me sentía arder en el más grande amor de Dios. El dolor era tan intenso, que me hacía gemir, pero al mismo tiempo, la dulcedumbre de aquella pena excesiva era tan extraordinaria, que no hubiese yo querido verme libre de ella”.




                 Al año siguiente, en 1560, Santa Teresa, recordando la gracia de la Transverberación, hizo el voto de hacer siempre lo que le pareciese más perfecto y agradable a Dios. Es de justicia reseñar aquí, que tras su muerte, cuando se hizo la autopsia al cuerpo de la Santa, se constató que su corazón tenía la cicatriz de una herida larga y profunda.

INICIA LA REFORMA DEL CARMELO

                 Como ya dijimos más arriba, en pleno siglo XVI la mayoría de los conventos vivían de forma relajada; la Orden del Carmen no era la excepción, por eso vemos que el Convento de la Encarnación, las monjas salían de la clausura con cualquier pretexto, pasaban horas en la sala de reuniones, algunas monjas tenían doncellas a su servicio… para colmo, el elevado número de monjas (casi 140) no ayudaba a crear un espíritu de recogimiento.

                 Santa Teresa llevaba veinticinco años viviendo en la Encarnación, cuando una sobrina suya, que también era monja del mismo convento, le sugirió crear un convento más pequeño, con un número reducido de monjas. La Santa entendió en aquellas palabras que el Señor la llamaba a volver a la Primitiva Regla Carmelitana y por eso se puso a la labor de fundar un convento reformado. Tuvo el apoyo espiritual de San Pedro de Alcántara, de San Luis Beltrány del Obispo de Ávila; ante semejantes amigos, el Padre Gregorio Fernández, Provincial de los Carmelitas, dio su consentimiento para la fundación del nuevo convento, pero ante las presiones que se generaron a raíz de la idea reformadora de Santa Teresa, retiró el permiso poco tiempo después.

                 Pese a las negativas, el Padre Ibáñez, dominico, alentó a Santa Teresa a continuar con la Reforma del Carmelo; una piadosa viuda, Doña Guiomar, ofreció su ayuda económica y Doña Juana de Ahumada, hermana de la Santa, comenzó a construir un convento en Ávila, con la excusa de que sería una casa para su retiro. Por ese mismo entonces, llegó de Roma el permiso para fundar, lo que valió a San Pedro de Alcántara, a Francisco de Salcedo y al Dr. Daza para conseguir el favor del Obispo de Ávila, que de nuevo ofreció su apoyo a Santa Teresa.

                 El nuevo convento quedó fundado el día de San Bartolomé de 1562; durante la Misa que se celebró por primera vez en la capilla, tomaron el velo de novicias la sobrina de la Santa y tres jóvenes más. Pero a los pocos días, la Superiora de la Encarnación, mandó a llamar a Santa Teresa y allí la retuvo con la autoridad del Provincial. Es entonces cuando Francisco de Salcedo y otros seglares que apoyaban el proyecto de la Reforma, enviaron a un sacerdote ante el Rey para que mediase por Santa Teresa, al tiempo que los Padres Dominicos Ibáñez y Báñez, ganaron el favor del Obispo de Ávila y del Provincial Carmelita. Gracias a estas gestiones, la Santa Fundadora pudo regresar al Convento de San José, pero esta vez, se le unieron otras cuatro religiosas del Convento de la Encarnación.

                Fue precisamente este primer convento de la Reforma Descalza, el que sería baluarte y señal del espíritu de Santa Teresa: estableció una estricta clausura y un silencio casi perpetuo; el convento carecería de rentas y en él reinaría la más estricta pobreza. Usarían sandalias en lugar de zapatos (de ahí que fuesen conocidas como “Descalzas”) y sólo comerían carne las enfermas. La Santa Fundadora dispuso que como mucho, cada convento sólo admitiría 21 monjas.

                 En muy poco tiempo, la Reforma del Carmelo se extendió por toda España; la Santa, calificada por el Nuncio como “mujer inquieta y andariega”, obtuvo del Padre Juan Bautista Rubio, Superior General de los Carmelitas, licencia para fundar en Castilla dos conventos para la rama masculina, conocidos como Carmelitas Contemplativos. Pese a la gran labor que se le encomendó, Santa Teresa nunca dejó de desempeñar las labores más humildes, como las de limpieza o en la cocina.

FUNDACIONES

                En Agosto de 1567, se trasladó a Medina del Campo, donde fundaría el segundo convento de Carmelitas Descalzas. Después, a petición de la Condesa de la Cerda, fundó el de Malagón, al que siguieron los de Valladolid y Toledo.

                Cuando en Medina del Campo, Santa Teresa conoció a Juan de Yepes (San Juan de la Cruz), fundó para los Padres Carmelitas el Convento de Duruelo y el de Pastrana; el resto de las fundaciones masculinas las llevaría a cabo San Juan de la Cruz, fiel hijo y hermano del espíritu de la Santa.

                 En 1570 se fundarían nuevos conventos en Segovia y Salamanca.

                 El Papa San Pío V, enterado de la Reforma Descalza, nombró a Santa Teresa Priora del Convento de la Encarnación; la Santa obedeció pese a la natural repugnancia que le conllevaba por ser aquél lugar de donde más ataques recibía. Poco a poco, las religiosas de La Encarnación la fueron aceptando, a ella y su Reforma Descalza.

                 En Beas, Santa Teresa conoció al Padre Gracián, fraile de la Reforma, que la convenció para que fundase un nuevo convento en Sevilla; éste sería, junto con el San José, el que causaría enormes problemas a la Santa, y es que una novicia que finalmente fue despedida del convento de Sevilla, denunció a Santa Teresa por “iluminadas” y otras horribles calumnias.

SEPARACIÓN ENTRE CARMELITAS CALZADOS Y DESCALZOS

                 Por desgracia, hasta entre los que aman a Dios, se dan las miserias humanas más crueles; en la vida de Santa Teresa no faltaron las persecuciones, calumnias y difamaciones. Así, los carmelitas de Italia y los que en España no habían sido reformados, estaban recelosos de la Reforma iniciada por la Santa, por eso instigaron a las autoridades eclesiásticas y civiles para frenarla.




                 Esas presiones contra Santa Teresa y su Reforma se plasmaron en un capítulo de la Orden Carmelita, donde se tomaron medidas para evitar que se siguiese extendiendo la obra de la Fundadora del Carmelo Descalzo. Al tiempo, el Nuncio Felipe de Sega, destituyó al Padre Gracián como visitador de los Carmelitas Descalzos y mandó a encarcelar a San Juan de la Cruz en Toledo, mientras que ordenó a Santa Teresa que se retirase al convento que ella eligiese y que no fundase más.

                  Sin embargo, Santa Teresa, que era perseguida por aquellos que más debieran amarla, gozaba de la simpatía y hasta de la devoción de muchos seglares, que consiguieron que el propio Rey Felipe II intercediese a su favor.

                 Por fin, en 1580, obtuvo una orden de Roma que segregaba a los Carmelitas Descalzos de los Calzados; la misma Santa dejó escrito: “Esa separación fue uno de los mayores gozos y consolaciones de mi vida, pues en aquellos veinticinco años nuestra Orden había sufrido más persecuciones y pruebas de las que yo podía escribir en un libro. Ahora estábamos por fin en paz, calzados y descalzos, y nada iba a distraernos del servicio de Dios.

ÚLTIMOS AÑOS DE VIDA

                 Cuando se consumó la separación de los carmelitas, Santa Teresa contaba ya con sesenta y cinco años y se encontraba sumamente débil a consecuencia de las múltiples fundaciones, que en total fueron diecisiete.

                 El Señor no la dejó de bendecir con la Cruz bendita del dolor ni en estos últimos días; su propia sobrina, que era priora del convento de Valladolid, fundado por la Santa, no la quiso recibir en él por motivos de herencia tras la muerte de su padre, Don Lorenzo, hermano de Santa Teresa. Uno de los abogados de la familia, trató con cierta crueldad a la Fundadora, que con sagacidad le respondió: “Quiera Dios trataros con la caridad que vos me habéis tratado a mí”.

                Tras la fundación del convento de Burgos, que fue la última que hizo, Santa Teresa se dispuso a volver a Ávila, pero tuvo que cambiar el itinerario hacia Alba de Tormes, llamada por María Henríquez, Duquesa de Alba. Nada más llegar al convento, tuvo que guardar cama debido a su delicadísimo estado. La Beata Ana de San Bartolomé, fidelísima hija y acompañante en sus fundaciones, refiere que la Santa le dijo: “Por fin hija mía, ha llegado la hora de mi muerte”. El Padre Antonio de Heredia, le dio los últimos sacramentos y aprovechó para preguntarle dónde quería ser sepultada. Santa Teresa, que en estos últimos años había padecido la incomprensión y hasta el desprecio por parte de algunos hijos, respondió: “¿Tengo que decidirlo yo?, ¿me van a negar aquí un agujero para mi cuerpo?”.

                  Cuando el mismo Padre de Heredia le dio la Sagrada Comunión como viático, la Santa se pudo incorporar en la cama y exclamó: “Oh Señor, por fin ha llegado el momento de veros cara a cara”. Así, llena del Amor de Dios, murió en los brazos de la Beata Ana de San Bartolomé, a las nueve de la noche del 4 de Octubre de 1582.

                 Como al día siguiente entraba en vigor la reforma del Calendario Gregoriano, su Fiesta quedó fijada para el 15 de Octubre. El Papa Urbano la declaró Copatrona de España, el 21 de Julio de 1627, a petición del Rey Católico Felipe III de España.

                 Fue sepultada en Alba de Tormes, aunque una buena parte de sus restos han sido repartidos, como preciosas reliquias, por todo el Orbe Católico.