miércoles, 25 de julio de 2018

APÓSTOL SANTIAGO, PATRÓN DE ESPAÑA



Santiago aparece como uno de los apóstoles más apasionados, lleno de arrojo y decisión, capaz de ponerlo todo en juego; arrasa por su empuje y no se para en echar cálculos y medir consecuencias. Santiago forma parte del grupo inicial de la Iglesia Primitiva de Jerusalén. 

   Santiago estuvo presente en momentos muy importantes de la vida de Nuestro Señor y se ha considerado uno de sus discípulos predilectos. Asistió, junto con San Juan y San Pedro, a la resurrección de la hija de Jairo. Fue testigo en la Transfiguración y estuvo también
 en el Huerto de Getsemaní. 




   El Evangelista San Lucas ( Lc, IX, 33) nos relata uno de sus momentos: junto a su hermano Juan solicitó de Jesús que hiciese bajar fuego del Cielo para arrasar a inhospitalarios samaritanos que se negaban a dar albergue al maestro. 

     Piadosamente se cree que llegó a España en el año 36 y permaneció en ella hasta fines del año 42. Recorrió los caminos de Itálica, Mérida, Coimbra, Braga, Iria, Lugo, Astorga, Palencia, Horma, Numancia y Zaragoza, donde se le apareció la Virgen en el Pilar. 
Después, por el Ebro, pudo tomar la Via Augusta de Tortosa a Valencia, Chinchilla
 y Cazlona para regresar desde un puerto murciano o andaluz a Palestina. 

    Herodes Agripa, rey de Judea ( Act, XII, 2), nieto de Herodes El Grande,  lo hace decapitar con la espada hacia el año 44, convirtiéndose en el primer Apóstol
 en verter su sangre por Jesucristo. 

    Su cuerpo fue trasladado por los Apóstoles a la Península Hispánica, llevado en un bajel hasta Iria Flavia. Desembarcaron y caminaron unas cuatro leguas hacia septentrión por la antigua via romana de Iria a Brigatium llegando a Liberodonum sepultando el cadáver. Elevaron un mausoleo, "Arca marmorica", según diplomas de Alfondo III, Ordoño II, Ordoño III y Sancho el Craso. Según la tradición, junto al sepulcro de Santiago 
reposaban los cuerpos de sus discípulos Atanasio y Teodoro. 

Catedral de Santiago de Compostela, que alberga las Reliquias del Santo

  
 El rey Alfonso II manda edificar sobre el sepulcro una sencilla iglesia
 y comienzan a llegar visitantes a la tumba del Apóstol. 

   Durante la época de la Reconquista , Santiago se convierte en el Santo al que se invoca para obtener la protección divina en la lucha frente al infiel. Y en las ensangrentadas luchas contra los moros , en muchas ocasiones la victoria se atribuía a la ayuda e intervención divina merced a la invocación a Santiago. 

    El 23 de Mayo del año 844, cerca de Logroño, el rey Ramiro I de Asturias se enfrenta a las tropas musulmanas de Abderramán II en clara desventaja numérica. En pleno fragor de la batalla el Apóstol Santiago aparece espada en mano a lomos de su famoso caballo blanco repartiendo tajos entre los infieles. Nace el apelativo de Santiago Matamoros

Allá por el siglo XVI, el Arzobispo de Santiago, Juan San Clemente, ocultó el cuerpo por temor a los ingleses que se aproximaban a la ciudad. Cuando mas tarde el Cardenal Payá ocupó la sede de Compostela, descubrió nuevamente las reliquias del Santo Apóstol. 
Inició entonces un minucioso proceso que envió a Roma y finalmente
 la Bula del Papa León XIII " Deus omnipotens", del 1 de Noviembre de 1884
 ratificó y confirmó como auténticas las Reliquias de Santiago
 y de sus discípulos Atanasio y Teodoro. 

Magnífica arca que contiene los sagrados restos del Patrón de España

    La figura de Santiago, como Patrón de España, ha sido acogida a o largo de toda nuestra historia de reconquista y conquista. Ahora comienza el Descubrimiento de América y de nuevo la figura de Santiago se hace notar: la intervención de Santiago es decisiva, en la mente de los descubridores y conquistadores:

  "Y como cayó en tierra se espantaron los yndios y dijeron que abia caído yllapa, trueno y rayo del cielo,... Y asi bajó el señor Santiago a defender a los cristianos. Dizen que vino encima de un cavallo blanco,... y el santo todo armado y su bandera y su manta colorado y su espada desnuda y que venía con gran destrucción y muerto muy muchos yndios y desbarató todo el cerco de los indios a los cristianos que había ordenado Manco Inca y que llevaba el santo mucho ruido y de ellos se espantaron los indios. (..) Y desde entonces los indios al rayo lo llaman y le dicen Santiago...





(F. Guaman Poma, 1615) 



martes, 24 de julio de 2018

MARTIRIO DE LAS CARMELITAS DESCALZAS DE GUADALAJARA (España)


     En el Convento de Carmelitas de Guadalajara, el anhelo del martirio crecía más y más en cada corazón de ese bendito palomar. Las dieciocho carmelitas que lo componían se enardecían unas a otras en las recreaciones con un ansia creciente del martirio, el cual esperaban alcanzar de la Misericordia del Señor.

          La Madre Mª Pilar decía: “Si nos llevan al martirio iremos cantando “Corazón Santo, tú reinarás”. Yo desearía morir al grito de ¡Viva Cristo Rey!, contestaba la Madre Teresa; y comentaba: “Los mártires en el Cielo tendrán particular amor a sus verdugos, por la gran felicidad que les proporcionaron”.

          La Madre Mª Ángeles le decía a una hermana que tenía a su lado: “¡El martirio! ¡Qué dicha tan grande! Pero no soy digna de esa gracia. Hay que alcanzarla con la fidelidad en las cosas pequeñas”.




          El 22 de julio de 1936, Guadalajara fue tomada por lo rojos. Había que abandonar el convento. Las monjas vestidas de seglares se disponían a salir, ya que venían a quemar el monasterio. Salen de dos en dos y se reparten en casas conocidas, oran sin cesar.

          El día 24, siendo muchas en el mismo lugar y comprometiendo a la dueña de la casa, Hna. Teresa se ofrece a llevar dos Hermanas a casa de una amiga suya, confiando en que las recibirían; así fue como Hna. Mª Pilar y Hna. Ángeles la acompañaron.

          Salen sobre las 4 de la tarde, a la casa número 5 de la calle Francisco Cuesta; pasan junto a un camión en donde unos milicianos estaban merendando. Una miliciana al verlas exclamó: “¡Disparadles, son monjas!”. Se bajan del camión y van en su busca. Ya habían entrado en el portal, pero las obligan a salir a la calle.

          La primera en salir es Hna. Mª Ángeles, le disparan varias veces, cae mortalmente herida. En silencio entrega su vida a Dios. ¡El amor a Jesús ha sido más fuerte que la muerte! Se había pasado toda la noche suspirando por la gracia del martirio; le decía a su Madre Priora: “¡Madre, qué dicha si fuéramos mártires! Murió por ser esposa de Jesús, la mataron por ser monja.

          Hna. Mª Pilar recibe varios tiros, da unos pasos y cae desplomada. Al ver que no está muerta, disparan nuevamente sobre ella, dándole también con un cuchillo. Ella exclama: “¡Viva Cristo Rey! ¡Dios mío perdónalos! Un guardia de asalto consigue llevarla a un Farmacia próxima y de aquí es trasladada al puesto de la Cruz Roja a donde fue atendida con mucha caridad y al oír hablar a Dña. María Carrasco, decía: “No me deje señora, que no me toquen. ¿Pero qué les he hecho yo?, ¡perdónales, Señor!. Su amor a la pureza y su perdón, como el Maestro. En una ambulancia se la llevó al Hospital Provincial y fue reconocida nuevamente. Tenía: una perdigonada en el vientre, rota la columna vertebral, una pierna rota y un riñón al descubierto. El Director avisa a la Hermana de la Caridad Sor Dolores Casanova “es una monja”. Le da a besar el Crucifijo y muere en sus brazos repitiendo: Perdónales, perdónales… 

          Hna. Teresa ha presenciado la muerte de sus Hermanas, pero ella queda indemne. Trata de entrar en el Hotel Palace, pero unos milicianos se lo impiden: En esto llega otro que intenta tomarla por el brazo, pero lo rechaza con energía. La obliga a ir por la calle San Juan de Dios y le dice: “No te asustes, esos son unos brutos; te llevaré adonde no te pase nada”. Ella repite sin cesar: “Jesús, Jesús…” Llegan al puente de San Antonio, tuercen hacia el camino del Cementerio. Camina lentamente, va recelosa; arrecian las insinuaciones malignas del grupo de milicianos que se les habían juntado, le quieren obligar que grite: “Viva el comunismo”. Pero esta nueva heroína de la fe, firme en su propósito de entrega a Dios, abre sus brazos en cruz y echa a correr gritando: “¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva Cristo Rey!” Una descarga por la espalda troncha la tercera azucena blanca.




Detalle de la teca que contiene ex ossibus 
de las Carmelitas Mártires


¡¡¡ VIVA CRISTO REY !!!

miércoles, 18 de julio de 2018

ANIVERSARIO DE SOR CONSOLATA BETRONE, Apóstol del Acto de Amor




          Pierina Betrone nació en Saluzzo (Cúneo, Italia) el 6 de abril de 1903. Desde muy pequeña estuvo inclinada a la piedad, soñando con ser algún día misionera, por eso, hasta en tres ocasiones intentó consagrarse en congregaciones de vida activa, pero siempre aparecieron impedimentos que cortaron de raíz sus buenas intenciones.

          Su confesor, el Padre Accomasso, le sugirió entonces entrar en el monasterio de Capuchinas de Turín. Pierina, obediente a la voz de su Director, solo acertó a decir "nada me atrae de las Capuchinas"; ingresó en el Monasterio el 17 de Abril de 1929, para tomar el hábito el 28 de Febrero de 1930, momento en el que tornó su nombre de pila por el de María Consolata.

          Fue precisamente en este día que se reveló el Sagrado Corazón de Jesús para rogarle: 

"Sólo te pido esto: un acto de amor continuo"

          A partir de ese momento, viviría una íntima unión con Aquél que es Rey y Centro de todos los corazones. Su nuevo nombre, Consolata, con el que empezaba su vida como esposa de Cristo, sería el eje de su vida: consolar al Sagrado Corazón de Jesús por tantos pecados e indiferencias. Por eso se resolvió a vivir penitente y abnegada por la Voluntad de Dios, pero oculta a los ojos del mundo ya aún a los de sus Hermanas Capuchinas.




          El 8 de Abril de 1934 hizo los votos perpetuos; fue fiel en sus diferentes labores como cocinera, zapatera y portera. El 22 de Julio de 1939, sería destinada a la nueva fundación capuchina de Moriondo Moncalieri, donde desempeñó las funciones de enfermera y secretaria.

          Su unión con el Sagrado Corazón de Jesús la llevó a convertirse en "Cirenea" de Cristo, que le reveló su dolor por un mundo cada vez más hundido en la ruindad y en la miseria del pecado. 

          Por eso, el Divino Corazón le enseñó un Acto de Amor sencillísimo que debía repetir frecuentemente, prometiéndole que cada vez que lo pronunciase salvaría el alma de un pecador y repararía mil blasfemias.

   Jesús, María, Os amo, Salvad las Almas

En esa simple fórmula se condesaban los tres amores de todo cristiano:
 Nuestro Señor  Jesucristo, la Virgen Santísima y las almas
 por las que Cristo derramó Su Preciosa Sangre.

          El Sagrado Corazón le reveló además:

Piensa en Mí y en las almas. 
En Mí, para amarme; 
en las almas, para salvarlas

 (22 de Agosto de 1934)



          Nuestro Señor le explicó que ese Acto de Amor, debía recitarlo "Día por día, hora por hora, minuto por minuto" (21 de Mayo de 1936). Y ese mismo Divino Corazón le insistía:

"Consolata, di a las almas que prefiero un Acto de Amor 
a cualquier otro don que puedan ofrecerme; 
tengo sed de amor" 

(16 de Diciembre de 1935).


          El 24 de septiembre de 1945 sor Consolata pidió media jornada de reposo y se extendió. La Madre Abadesa le probó la fiebre: ¡ casi 39° ! En junio de 1939 se le escapó una frase de su pluma:"Me cuesta morir a pedacitos". En su oculta situación de enfermedad y la rigurosa vida de penitencia se sumarían en breve también los difíciles años de la segunda Guerra Mundial.


          Consolata padecería literalmente el hambre, pero con la generosidad de siempre. Fue el último acto de amor: el que le costó la vida. En el invierno de 1944 su color cadavérico la traicionó. Por obediencia se sometió a una visita médica. El dictamen del médico fue simplemente: "Esta religiosa no tiene ninguna enfermedad: está extenuada"

          El 25 de octubre de 1945 la radiografía descubrió la catástrofe en sus pulmones. El 4 de noviembre partió hacia el sanatorio. Ahí permanecería hasta el 3 de julio de 1946, cuando una ambulancia la llevaría de nuevo, consumida hasta lo imposible, al Monasterio de Moriondo. La Hermana muerte la visitó al alba del 18 de julio.

          Que este Acto de Amor, "Jesús, Maria, os amo, salvad almas", sea nuestro primer pensamiento al despertar; durante el día repítelo frecuentemente, en casa, en la calle, mientras conduces... después de las oraciones de la noche, prueba a encontrar el sueño mientras repites con cariño el Acto de Amor.

lunes, 16 de julio de 2018

NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN, Reina y Madre de los que visten Su Escapulario





             El Escapulario de Nuestra Señora del Carmen es una dádiva de la protección y del maternal cariño de la Reina del Cielo hacia los hombres. Su historia está estrechamente ligada a la Orden del Carmen, que se remonta según una antigua tradición a los santos profetas Elías, Eliseo y a sus discípulos, que se establecieron en el Monte Carmelo, en Palestina.


              De acuerdo con esa misma tradició, ellos ya veneraban a Aquella que vendría a ser la Madre del Redentor, simbolizada por la nunbecita que apareció cuando San Elías pedía el fin de la prolongada sequía que los asolaba (cf. 3 Reyes 18, 41-45), y de la cual cayó una lluvia bendita que reverdeció la tierra.

                Estos ermitaños se sucedieron a través de las generaciones hasta la Edad Media, y cuando los musulmanes conquistaron Tierra Santa, tuvieron que huir hacia Europa. Allí enfrentaron grandes dificultades corriendo riesgo de extinción.

                Fue entonces que un carmelita inglés, San Simón Stock, hombre penitente y de mucha santidad, fue electo Superior General de la Orden. Angustiado con la situación en que se encontraban, comenzó a suplicar incesantemente a la Virgen para que los protegiese.

                El 16 de Julio de 1251, mientras rezaba fervorosamente en su convento de Cambridge (Inglaterra), se le apareció Nuestra Señora revestida del hábito carmelita, portando en sus brazos al Niño Jesús y extendiéndole un escapulario le dijo estas palabras:




               En 1314, la Madre de Dios se apareció nuevamente, esta vez al Papa Juan XXII, confirmando Su especial protección a los que usasen el Escapulario, y prometiendo además que los libraría del Purgatorio el primer Sábado después de la muerte.

               Esto llevó a Pontífices, monarcas, religiosos de otras órdenes y personas de todas las condiciones a querer participar de este privilegio, recibiendo el Escapulario como un símbolo de devoción a María Santísima y de salvaguarda contra los enemigos del alma y del cuerpo.




CARTA DEL PAPA PÍO XII
a la Orden Carmelita, con motivo del VII Centenario
 de la Aparición de Nuestra Señora a San Simón Stock


                 "...Todos los Carmelitas por tanto, así los que militan en los claustros de la primera y segunda Orden como los afiliados a la Tercera Orden regular o secular y los asociados a las Cofradías que forman por un esencial vínculo de amor una misma familia de la Santísima Madre, reconozcan en este memorial de la Virgen un espejo de humildad y castidad; vean en la forma sencilla de su hechura un compendio de modestia candor; vean sobre todo en esa librea que visten día y de noche, significada con, simbolismo elocuente la oración con la cual invocan el auxilio divino; reconozcan, por fin en ella, su consagración al Corazón Sacratísimo de la Virgen Inmaculada, por Nos recientemente recomendada. 





               Además esta Madre piadosísima no dejará ciertamente de interceder ante Dios según la tradicional promesa del llamado Privilegio Sabatino para que aquellos de Sus hijos que hayan de expiar sus faltas en el Purgatorio, consigan cuanto antes el eterno descanso de la Patria. 

               En tanto como auspicio de divina protección y auxilio y en prenda de nuestra particular predilección impartimos a vosotros, amados hijos y a toda la Orden de los Carmelitas con grande afecto en el Señor, la Bendición Apostólica."

           Papa Pío XII,  11 de Febrero de 1950, a los Padres Kiliano Lynch, Prior General de la Orden Carmelita de la Antigua Observancia y Silverio de Santa Teresa, Prepósito General de los Carmelitas Descalzos.




domingo, 15 de julio de 2018

TRADICIONAL NOVENA A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN, Día 9


          Esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días consecutivos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado a Nuestra Señora.

          Se puede realizar la Novena desde casa, delante de alguna imagen de Nuestra Señora del Carmen. Hagamos una INTENCIÓN PARTICULAR por la cual ofrecer esta Novena.

           Ofrezcamos a la Majestad de Dios, en Reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como limosna, ayuno, asistir a la Santa Misa, etc.

           Puestos de rodillas, conscientes de la Presencia de Dios y de Su Bendita Madre, empezaremos:





                Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.
                En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

                Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

                Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

               Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten Tu sagrado Escapulario; por lo que Su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de Tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para Su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de Vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los Ángeles, Santos y Justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo:

REZAR TRES AVEMARÍAS



DÍA NOVENO


               ORACIÓN.
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo Tu amor hacia los Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten Tu Santo Escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con Tus ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de Dios, Nuestro Señor, en la Gloria. Te ruego, Señora, me alcances de Su divina Majestad cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la Devoción del Santo Escapulario, de modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:


Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena



ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

               

              Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de Tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta Tu querida Insignia. ¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante Tu sagrada imagen, y concédenos benigna Tu amorosa protección. 


              Te encomiendo las necesidades de la Iglesia Católica, Nuestra Madre, así como las de mi Nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a Tu Divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.



sábado, 14 de julio de 2018

TRADICIONAL NOVENA A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN, Día 8


          Esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días consecutivos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado a Nuestra Señora.

          Se puede realizar la Novena desde casa, delante de alguna imagen de Nuestra Señora del Carmen. Hagamos una INTENCIÓN PARTICULAR por la cual ofrecer esta Novena.

           Ofrezcamos a la Majestad de Dios, en Reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como limosna, ayuno, asistir a la Santa Misa, etc.

           Puestos de rodillas, conscientes de la Presencia de Dios y de Su Bendita Madre, empezaremos:






                Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

                En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

                Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

                Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

               Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten Tu sagrado Escapulario; por lo que Su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de Tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para Su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de Vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los Ángeles, Santos y Justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo:

REZAR TRES AVEMARÍAS



DÍA OCTAVO


               ORACIÓN. 
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces Tu especial protección en la hora de la muerte para con los que devotamente visten Tu Santo Escapulario, a fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene, sino que vaya segura a la felicidad eterna de la Gloria. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:


Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena



ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

               Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de Tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta Tu querida Insignia. ¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante Tu sagrada imagen, y concédenos benigna Tu amorosa protección. 

                Te encomiendo las necesidades de la Iglesia Católica, Nuestra Madre, así como las de mi Nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a Tu Divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.

viernes, 13 de julio de 2018

TRADICIONAL NOVENA A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN, Día 7


          Esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días consecutivos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado a Nuestra Señora.

          Se puede realizar la Novena desde casa, delante de alguna imagen de Nuestra Señora del Carmen. Hagamos una INTENCIÓN PARTICULAR por la cual ofrecer esta Novena.

           Ofrezcamos a la Majestad de Dios, en Reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como limosna, ayuno, asistir a la Santa Misa, etc.

           Puestos de rodillas, conscientes de la Presencia de Dios y de Su Bendita Madre, empezaremos:





                Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

                En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

                Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

                Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

               Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten Tu sagrado Escapulario; por lo que Su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de Tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para Su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de Vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los Ángeles, Santos y Justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo:

REZAR TRES AVEMARÍAS



DÍA SÉPTIMO


               ORACIÓN.
 ¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que en Tu Santo Escapulario diste a los que devotamente lo visten, un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando siempre Tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:


Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena



ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

               Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de Tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta Tu querida Insignia. ¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante Tu sagrada imagen, y concédenos benigna Tu amorosa protección. 

                Te encomiendo las necesidades de la Iglesia Católica, Nuestra Madre, así como las de mi Nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a Tu Divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.





jueves, 12 de julio de 2018

TRADICIONAL NOVENA A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DEL CARMEN, Día 6


           Esta Novena se podrá hacer en cualquier tiempo del año o en nueve días consecutivos, o en nueve sábados seguidos, escogiendo este día por estar dedicado a Nuestra Señora.

          Se puede realizar la Novena desde casa, delante de alguna imagen de Nuestra Señora del Carmen. Hagamos una INTENCIÓN PARTICULAR por la cual ofrecer esta Novena.

           Ofrezcamos a la Majestad de Dios, en Reverencia de María Santísima, cada día alguna especial obra de virtud, como limosna, ayuno, asistir a la Santa Misa, etc.

           Puestos de rodillas, conscientes de la Presencia de Dios y de Su Bendita Madre, empezaremos:




                Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro.

                En el Nombre del Padre, del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.

                Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

                Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonareis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


ORACIÓN INICIAL PARA CADA DÍA

               Oh Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial Protectora de los que visten Tu sagrado Escapulario; por lo que Su Divina Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me alcances de Tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida, la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para Su mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me valgo de Vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos los Ángeles, Santos y Justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis voces con sus afectos, te saludo:

REZAR TRES AVEMARÍAS



DÍA SEXTO


               ORACIÓN. 
¡Oh! Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del santo escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones, procuran vivir de manera que imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego, Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y cofrade amante del santo escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo:



Pedir la gracia particular que se desee conseguir en esta Novena




ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

               Virgen Santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la sombra protectora de Tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta Tu querida Insignia. ¡Oh Hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante Tu sagrada imagen, y concédenos benigna Tu amorosa protección. 

                Te encomiendo las necesidades de la Iglesia Católica, Nuestra Madre, así como las de mi Nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores, herejes y cismáticos, cómo ofenden a Tu Divino Hijo y a tantos infieles como gimen en las tinieblas del paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte ahora y por toda la eternidad. Así sea.