LAS MARCHAS EXTÁTICAS, FENÓMENO MÍSTICO
Expertos en temas marianos, como el Catedrático Don Francisco Sánchez-Ventura y Pascual -testigo y defensor del fenómeno de Garabandal- califican a estas caminatas de "marchas extáticas"; coinciden con él, en éste y otros muchos fenómenos que se dieron, los eminentes Padre Lucio Rodrigo y el Padre Manuel García Nieto, ambos jesuitas, los dos con fama de Santo, y que a la postre, fueron confesores de las niñas.
Las marchas extáticas comenzaron pasados casi dos meses de la primera Aparición, concretamente el 5 de Agosto de 1961, si bien es cierto que días antes, entre el 2 y el 3 de Agosto, las niñas habían caído en éxtasis en el suelo, adquiriendo curiosas figuras. Cuando se las trató de levantar, entre varios hombres, les resultó imposible ante el peso que adquirían. Cada vez que se repetían los éxtasis ocurrió el mismo fenómeno: ni los jóvenes más fuertes podían apenas separarlas un palmo del suelo. Ello está perfectamente documentado por diferentes médicos y Sacerdotes (1) testigos oculares de los acontecimientos.
La fenomenología de las marchas extáticas era variable: unas veces eran de pie y otras de rodillas; unas veces hacia adelante y otras hacia atrás y siempre con la mirada en lo alto, siguiendo a la Visión que se desplazaba, obligándoles a seguir en esta forma de éxtasis activo.
Querer atribuir a este fenómeno la influencia diabólica es totalmente absurdo, pues a parte de no ser un fenómeno nuevo en la Mística Católica, siempre se dieron en medio de un ambiente religioso... es más que evidente que un poseso no rezaría un Avemaría: en el transcurso de las Apariciones en San Sebastián de Garabandal, las niñas, en los primeros días, recibían de la Virgen el mandato de rezar en la pequeña iglesia parroquial, y cuando el Obispado mandó cerrarla, se paraban justo en la puerta.
LAS NIÑAS REZABAN EL ROSARIO CON PIEDAD
La Virgen enseñó a las niñas a signarse y persignarse correctamente, y lo hacían justo antes y después de cada Aparición; también les enseñó Nuestra Señora a rezar el Rosario, de forma cadente, casi cantando cada palabra, saboreando el significado de cada alabanza, de cada petición...de nuevo chocamos con la idea de que alguien influenciado por el Demonio recite el Rosario con piedad; con frecuencia lo rezaban de rodillas al tiempo que se desplazaban, sin que las endebles rodillas de las niñas sufrieran roce alguno con las rudas piedras de los caminos del pueblo, seguramente debido a que las rodillas, como ocurría cuando caminaban de pie, apenas rozaban el suelo: el éxtasis las elevaba, las hacía levitar con facilidad, como ha ocurrido en tantos casos en la vida de Santos de la talla de Santa Teresa, de la dominica Santa Catalina de Siena o de la capuchina Santa Verónica Giulianni, entre otros muchos.
De igual manera, es imposible que alguien influenciado por el Maligno, sostenga durante horas crucifijos, medallas, rosarios, escapularios y demás objetos de piedad, bendecidos, y que la gente piadosa daba a las niñas para que la Virgen Santa los besara. El crucifijo que solía llevar cada niña, lo daban a besar a las personas que la Aparición les indicaba. ¿Un poseso portaría un crucifijo y lo daría a besar a otros?.
Tampoco se aprecia durante los éxtasis, que el rostro de las niñas se contorsione; por el contrario, reflejan luz y transmiten paz, con una sonrisa infantil que sólo desaparece cuando la Virgen se pone algo grave. Ríen y besan con fervor el crucifijo que portan y que no sueltan en ningún momento.
AMOR A JESÚS SACRAMENTADO
No podemos dejar de reseñar el hecho que, aparte de tener lugar los primeros éxtasis en la iglesia parroquial, después que ésta se cerrara, las niñas, durante los siguientes éxtasis, estuvieron siempre rodeadas por Sacerdotes, que no sólo no encontraron inmodestia en las niñas sino que muchas veces eran reconocidos como consagrados pese a no llevar sotana. Un alma que anda dominada por fuerzas diabólicas rechaza todo lo sagrado y a quien lo porta. Otra razón más para descartar la influencia demoníaca en las Apariciones de la Virgen en San Sebastián de Garabandal.
Tampoco resulta "muy demoníaco" que muchas veces, tras los éxtasis, las niñas invitaban a todos los presentes a rezar una Estación al Santísimo Sacramento. La piedad eucarística y el amor por el Santo Rosario fueron notas continuas en las Apariciones de Garabandal.
EL DOCTOR PADRE ROYO MARÍN, DEFENSOR DE GARABANDAL
Como argumento de peso, tenemos el testimonio personal de Fray Antonio Royo Marín, Sacerdote dominico, Doctor en Teología, prolijo escritor, insigne profesor y entusiasta defensor de Garabandal; para quien no conozca su obra literaria, recomendamos su "Teología de la Perfección Cristiana", en el que en su Cuarta Parte, explica al puro estilo tomista los diferentes fenómenos místicos que se han dado a largo de la Historia de la Iglesia. El 18 de Agosto de 1961 llamaba desde Castro Urdiales (Cantabria) a un grupo de personas que querían ir con él y el Padre Ramón María Andreu a Garabandal y les dijo: "Estoy enfermo, con cuarenta de fiebre y muy a pesar mío no puedo acompañarles; pero vayan ustedes al señor Obispo y díganle de mi parte, sin ninguna reserva, que lo de San Sebastián de Garabandal es sobrenatural con toda certeza. Esta es, al menos, mi opinión."
LAS FORMAS DE DIOS
Es cierto que a algunas personas les puede resultar extraño que las niñas adquiriesen rigidez y un peso anormal en sus cuerpos, que corriesen más que nadie, incluso hacia atrás (siempre esquivando los obstáculos con naturalidad) pero ocurre que a veces el Señor quiere manifestar Su Gloria a través de aparentes actos que no entendemos o que los vemos como extraños; así, Nuestro Señor mismo, siendo Dios Todopoderoso, que de nada necesita para curarnos, quiso untar barro para sanar al ciego Bartimeo; de igual manera, la Virgen mandó a Juan Diego a recoger algo tan vulgar como flores; Santa Rita, pese a recibir la gracia del estigma, dicen las crónicas que en ocasiones la llaga desprendía un olor nauseabundo; también encontramos a una niña, Santa Bernardette, besando el suelo, llenándose la cara de fango y comiendo hierba... a veces el Señor permite estas "rarezas" tal vez para confundir, quizás para que superemos esos escrúpulos y sepamos tener visión sobrenatural y centrarnos en el Mensaje que no en la fenomenología que se deriva de la manifestación celestial.
NOTA:
(1) A continuación una lista con los nombres algunos de los profesionales médicos, Sacerdotes y autoridades que fueron testigos oculares de los éxtasis de las niñas videntes de Garabandal:
- Doctor Jiménez Díaz (Clínica de la Concepción de Madrid).
- Doctor Celestino Pérez (Pediatra).
- Doctor Ortiz (Psiquiatra).
- Doctor Ricardo Purcenau (Neuropsiquiatra).
- Padre Valentín Marichalar (Párroco de Garabandal)
- Padre José María Alba Cereceda, jesuita.
- Padre Antonio Royo Marín, dominico, Doctor en Teología
- Padre Manuel García Nieto, jesuita (vivió con fama de Santo; confesor de Conchita).
- Padre Lucio Rodrigo, jesuita. (con fama de santo)
- Padre Luis Andreu, jesuita. (con fama de santo; murió de repente, alegre tras presenciar una Aparición en Garabandal)
- Padre Ramón Andreu, jesuita.
- Don Francisco Sánchez-Ventura y Pascual, Catedrático, Mariólogo, Economista, Editor y autor de un gran número de libros a favor de las Apariciones de Nuestra Señora. Fundador de la editorial "María Mensajera". Gran difusor de la Virgen de Garabandal.
- Don Juan Álvarez Seco, Brigada de la Guardia Civil, autoridad responsable del orden público durante el período de las Apariciones; defensor y propagador de las mismas.
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