¿De qué sirve al hombre ganar
todo el mundo si pierde su alma?
Evangelio de San Marcos, cap. 8, vers. 36
"Hija mía, cuánta ruina hace en el alma la soberbia, basta decirte que forma un muro de división entre la criatura y Dios, y de imágenes Mías las transforma en demonios. Y además, si tanto te duele y te desagrada que las criaturas sean tan ciegas que ellas mismas no entiendan ni vean el precipicio en el cual se encuentran, y tanto deseas que Yo las ayude, Mi Pasión sirve como vestido al hombre, que le cubre las más grandes miserias, lo embellece y le restituye todo el bien que por el pecado se había quitado y había perdido, por lo cual Yo te hago don de Mi Pasión, a fin de que te sirva a ti y para quien quieras tú".
Revelación de Nuestro Señor a Luisa Piccarreta,
el 30 de Mayo de 1904
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