Ante tu Presencia Real escucho Tu Voz a mi corazón decir:
Con toda tu alma reverencia al Señor, y venera a Sus Sacerdotes.
Con todas tus fuerzas ama al que te hizo, y a Sus Ministros no abandones.
Son Mis elegidos y vuestros hermanos. Son un don que os hago. Como servicio gratuito os doy su Sacerdocio.
Siervos ya más no son llamados, son Mis amigos… Mis elegidos y los secretos de Mi Corazón les han sido dados.
¿Qué sería de nosotros sin Tus Sacerdotes? ¿A dónde Señor iríamos, y Tú Alimento quien nos lo daría?.
Extraído de:
Salmo 27:8, Eclesiástico, 7:29-31, Números, 18:6-7, San Juan, 15:15, Hebreos, 3:1, San Juan, 6:68-69, Hechos de los Apóstoles, 17:28
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.