Sor Josefa Menéndez, religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón, fue agraciada con revelaciones privadas de Nuestro Señor y de la Virgen Santa en los últimos años de corta vida. Española de nacimiento había emigrado a Francia para cumplir con la Voluntad de Dios y desposarse con Cristo alejada de su Patria y desempeñando las labores más humildes en su comunidad. En medio de aquella vida sencilla, el Sagrado Corazón de Jesús se le manifestó siempre a espaldas de sus hermanas de religión, pero por obediencia a sus Superioras, Josefa recogió por escrito aquellos coloquios celestiales. (1)
Quiero que el mundo conozca Mi Corazón. Quiero que conozcan Mi Amor. ¿Saben los hombres lo que he hecho por ellos?... Quiero decirles que en vano buscan su felicidad fuera de Mí: no la encontrarán...
Dirigiré Mis llamadas a todos: religiosos y seglares, justos y pecadores, sabios e ignorantes, gobernantes y súbditos. A todos vengo a decirles: si buscáis felicidad, Yo lo soy. Si queréis riqueza, Yo soy riqueza infinita. Si deseáis paz, Yo soy la Paz, Yo soy la Misericordia y el Amor.
Quiero que Mi Amor sea el sol que ilumine y el calor que caliente a todas las almas. Quiero que el mundo entero me conozca como Dios de Amor, de Perdón y de Misericordia. Quiero que el mundo lea que deseo perdonar y salvar. ¡Que los más miserables no teman!... ¡Que los pecadores no huyan de Mí... Que vengan todos, porque estoy siempre esperándolos como un Padre, con los brazos abiertos para darles vida y felicidad.
Tienes un alma grande, inmortal, creada para gozar eternamente; posees una voluntad capaz de obrar el bien y un corazón que necesita amar y ser amado. Si buscas alimentar este amor de cosas terrenas y pasajeras, nunca lo saciarás. Tendrás siempre, hambre, vivirás en perpetua guerra contigo mismo, triste, inquieto, turbado. Si eres pobre y tienes que trabajar para ganar el sustento, las miserias de la vida te llenarán de amargura. Sentirás odio contra tus amos y quizá, si pudieras, destruirías sus bienes, para reducirlos a vivir como tú, sujetos a la ley del trabajo. Experimentarás cansancio, rebeldía y desesperación, pues la vida es triste y al fin has de morir. Sí, mirando naturalmente, todo eso es triste.
Pero Yo vengo a mostrarte la vida como es en realidad, no como tú la ves. Aunque seas pobre y tengas que ganarte tu sustento y el de tu familia, aunque te veas sujeto a un amo, no eres esclavo. Fuiste creado para ser libre. Si vas buscando amor y no logras satisfacer tus ansias, es porque fuiste creado para amar no lo temporal, sino lo eterno...
NOTAS ACLARATORIAS:
1- Para conocer más de la vida de Sor Josefa Menéndez toque aquí. Puede encontrar otros extractos de "Un Llamamiento al Amor" por la etiqueta que lleva el mismo nombre en el ÍNDICE DE TEMAS situado en el margen izquierdo de este Blog.
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