jueves, 6 de noviembre de 2025

PRIMER JUEVES. EL SACERDOTE, INSTRUMENTO PARA CONTINUAR SU OBRA REDENTORA

 

Iam non dicam vos servos: quia servus nescit 
quid faciat Dominus ejus. Vos autem dixi amicos: quia 
omnia quaecumque audivi a Patre Meo, nota feci vobis.


Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe 
lo que hace su Señor; pero os he llamado amigos, porque 
todas las cosas que oí de Mi Padre os las he dado a conocer.


Evangelio de San Juan, cap. 15, vers. 15



               El Sacerdote es Ministro de Jesucristo; por lo tanto, instrumento en las manos del Redentor Divino para continuar Su Obra Redentora en toda su universalidad mundial y eficacia divina para la construcción de esa Obra admirable que transformó el mundo; más aún, el Sacerdote, como suele decirse con mucha razón, es verdaderamente otro Cristo, porque continúa en cierto modo al mismo Jesucristo: «Así como el Padre me envió a Mí, así os envío Yo a vosotros», prosiguiendo también como Él en dar, conforme al canto angélico, «Gloria a Dios en lo más alto de los cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad».

               En primer lugar, como enseña el Concilio de Trento, Jesucristo en la última Cena instituyó el Sacrificio y el Sacerdocio de la Nueva Alianza: Jesucristo, Dios y Señor Nuestro, aunque se había de ofrecer una sola vez a Dios Padre muriendo en el Ara de la Cruz para obrar en ella la Eterna Redención, pero como no se había de acabar Su Sacerdocio con la muerte, a fin de dejar a Su amada Esposa la Iglesia un sacrificio visible, como a hombres correspondía, el cual fuese representación del sangriento, que sólo una vez había de ofrecer en la Cruz, y que perpetuase Su Memoria hasta el fin de los siglos y nos aplicase Sus frutos en la remisión de los pecados que cada día cometemos; en la Última Cena, aquella noche en que iba a ser entregado, declarándose estar constituido Sacerdote Eterno según el Orden de Melquisedec, ofreció a Dios Padre Su Cuerpo y Sangre bajo las especies de pan y vino, lo dio bajo las mismas especies a los Apóstoles, a quienes ordenó Sacerdotes del Nuevo Testamento para que lo recibiesen, y a ellos y a sus sucesores en el Sacerdocio mandó que lo ofreciesen, diciéndoles: «Haced esto en memoria Mía».

               Y desde entonces, los Apóstoles y sus sucesores en el Sacerdocio comenzaron a elevar al Cielo la ofrenda pura profetizada por Malaquías, por la cual el Nombre de Dios es grande entre las gentes; y que, ofrecida ya en todas las partes de la tierra, y a toda hora del día y de la noche, seguirá ofreciéndose sin cesar hasta el Fin del Mundo.

               Verdadera acción sacrificial es ésta, y no puramente simbólica, que tiene eficacia real para la reconciliación de los pecadores en la Majestad Divina: Porque, aplacado el Señor con la oblación de este Sacrificio, concede Su Gracia y el Don de la penitencia y perdona aun los grandes pecados y crímenes.


               La razón de esto la indica el mismo Concilio Tridentino con aquellas palabras: «Porque es una sola e idéntica la Víctima y quien la ofrece ahora por el Ministerio de los Sacerdotes, el mismo que a Sí propio se ofreció entonces en la Cruz, variando sólo el modo de ofrecerse»


              Por donde se ve clarísimamente la inefable grandeza del Sacerdote Católico que tiene potestad sobre el Cuerpo mismo de Jesucristo, poniéndolo presente en nuestros Altares y ofreciéndolo por manos del mismo Jesucristo como Víctima infinitamente agradable a la Divina Majestad. Admirables cosas son éstas —exclama con razón San Juan Crisóstomo—, admirables y que nos llenan de estupor


               Además de este poder que ejerce sobre el Cuerpo Real de Cristo, el Sacerdote ha recibido otros poderes sublimes y excelsos sobre su Cuerpo Místico. El Sacerdote está constituido dispensador de los Misterios de Dios en favor de estos miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo, siendo, como es, Ministro Ordinario de casi todos los Sacramentos, que son los canales por donde corre en beneficio de la humanidad la Gracia del Redentor. 




                El cristiano, casi a cada paso importante de su mortal carrera, encuentra a su lado al Sacerdote en actitud de comunicarle o acrecentarle con la potestad recibida de Dios esta Gracia, que es la vida sobrenatural del alma. Apenas nace a la vida temporal, el Sacerdote lo purifica y renueva en la fuente del agua lustral, infundiéndole una vida más noble y preciosa, la vida sobrenatural, y lo hace hijo de Dios y de la Iglesia; para darle fuerzas con que pelear valerosamente en las luchas espirituales, un Sacerdote revestido de especial dignidad lo hace soldado de Cristo en el Sacramento de la Confirmación; apenas es capaz de discernir y apreciar el Pan de los Ángeles, el Sacerdote se lo da, como Alimento vivo y vivificante bajado del Cielo; caído, el Sacerdote lo levanta en Nombre de Dios y lo reconforta por medio del Sacramento de la Penitencia; si Dios lo llama a formar una familia y a colaborar con Él en la transmisión de la vida humana en el mundo, para aumentar primero el número de los fieles sobre la tierra y después el de los elegidos en el Cielo, allí está el Sacerdote para bendecir sus bodas y su casto amor; y cuando el cristiano, llegado a los umbrales de la Eternidad, necesita fuerza y ánimos antes de presentarse en el Tribunal del Divino Juez, el Sacerdote se inclina sobre los miembros doloridos del enfermo, y de nuevo le perdona y le fortalece con el Sagrado Crisma de la Extremaunción; por fin, después de haber acompañado así al cristiano durante su peregrinación por la tierra hasta las puertas del Cielo, el Sacerdote acompaña su cuerpo a la sepultura con los ritos y oraciones de la esperanza inmortal, y sigue al alma hasta más allá de las puertas de la Eternidad, para ayudarla con cristianos sufragios, por si necesitara aún de purificación y refrigerio. Así, desde la cuna hasta el sepulcro, más aún, hasta el Cielo, el Sacerdote está al lado de los fieles, como guía, aliento, Ministro de salvación, distribuidor de gracias y bendiciones...



Carta Encíclica "Ad Catholici Sacerdotii
del Papa Pío XI, 20 de Diciembre de 1935



miércoles, 5 de noviembre de 2025

LAS SAGRADAS RELIQUIAS de los Santos, Mártires y Bienaventurados

 

                Hemos acompañado ya en su Triunfo a los Santos en el Cielo; pero aquí en la tierra tenemos todavía sus cuerpos, que fueron templo del Espíritu Santo, que le sirvieron dócilmente para realizar actos heroicos y que un día han de resucitar para participar, juntamente con las almas, de la Bienaventuranza Eterna. La Festividad de los Santos se completa con esta de las Sagradas Reliquias, que se celebra dentro de la Octava.




                Merecen las Reliquias de los Santos culto, ya que por su influencia podemos lograr bienes materiales y espirituales; así como de la Santa Humanidad de Cristo Nuestro Señor, salía una virtud que curaba a cuantos a Él se acercaban, así también las Reliquias de los Santos pueden obrar maravillas, según reza la Oración de la Misa propia de hoy. De hecho, Dios mismo ha puesto sobre las reliquias virtudes sobrenaturales para arrojar a los demonios, curar a los enfermos, devolver a los ciegos la vista, alejar las tentaciones y alcanzarnos otros bienes y dones excelentes.

                Ya los primeros Cristianos recogían con piedad los cuerpos de sus Mártires y sobre su tumbas celebraban la Santa Misa, para simbolizar así que el sacrificio del Mártir se asocia al Sacrificio de Jesús en el Monte Calvario.

                

CLASIFICACIÓN DE LAS SAGRADAS RELIQUIAS


               La Santa Iglesia Católica, siguiendo la Sagrada Escritura y la Tradición, reconoce tres grupos de reliquias, que califica de "primera, segunda o tercera clase, o grado".

               - Las RELIQUIAS DE PRIMERA CLASE: tomadas del cuerpo del santo (hueso, carne, pelo…), como los huesos del profeta Eliseo, que hicieron resucitar a un muerto (II Reyes, 13, 21).

               Las reliquias de primera clase se dividen a su vez en tres tipos:

               - Reliquias insignes: cuerpos enteros o una parte completa de él (cráneo, una mano, una pierna, un brazo), como también algún órgano incorrupto (como la lengua de San Antonio de Padua, el cerebro de Santa Margarita de Alacoque, el corazón de Santa Teresa, etc).

              - Reliquias notables: partes importantes del cuerpo pero sin constituir un miembro entero (la cabeza del fémur, una vértebra, etc)

              - Reliquias mínimas: astillas de huesos o pequeños trozos de carne.




               - Las RELIQUIAS DE SEGUNDA CLASE: objetos que usaron en vida (rosario, libros, indumentaria…), como la capa de Nuestro Señor, que como antes citamos, con sólo tocarla la hemorroísa, quedó curada.

               - Las RELIQUIAS DE TERCERA CLASE: cualquier objeto tocado a una reliquia de primera clase o a la tumba del santo (normalmente pequeños trozos de tela). Ejemplo de ello, -como ya vimos antes- eran los paños que tocaban al cuerpo del apóstol San Pablo.


DEL TRATO Y CUIDADO QUE SE HA DE TENER 
CON LAS RELIQUIAS


               La Iglesia manda guardar las reliquias -sobre todo las de primera clase- en “relicarios“, que tienen consideración de vasos sagrados; a lo largo de la historia, los relicarios han dado lugar a verdaderas obras de arte de la orfebrería. Pueden tener diferentes formas, dependiendo del tamaño de la reliquia que conserven; en los casos de cuerpos enteros, se emplea un cofre-relicario llamado capsa, mientras que si es una parte del cuerpo, el cofre es algo más pequeño y recibe el nombre de capsella. Las reliquias mínimas se guardan en una teca.

               Las Sagradas Reliquias se dispensan desde las diferentes Postulaciones Generales de Roma, así como desde ciertas iglesias y conventos que conserven las reliquias de algún Santo del lugar o propio de alguna Orden Religiosa en particular.

               SOLO HAN DE EXPONERSE A LA VENERACIÓN PÚBLICA aquellas reliquias que estén debidamente autenticadas, o lo que es lo mismo, que una Autoridad Eclesiástica haya validado la procedencia, el tipo de reliquia y en dónde se coloca; todo ello refrendado en un documento, debidamente sellado y con papel especial, que muchas veces incorpora la conocida como "marca de agua" (con el escudo de la Congregación o del Postulador). De igual forma, el Postulador o la Autoridad que certifica la autenticidad de la reliquia, sellará ésta o el relicario donde se coloque, usando hilo y lacre, que ha de permanecer intactos.



Documento de autenticidad, sellado y firmado por el entonces Postulador 
de los Carmelitas Descalzos, Fray Simeón de la Sagrada Familia


               LAS RELIQUIAS DUDOSAS, que son todas las que se encuentren desprovistas de documento de autenticidad, o cuyo relicario esté violentado (lacre o hilos rotos/manipulados) se ha de retirar del culto público y en el peor de los casos, ser enterradas.

                Aquellos Católicos que tengan la dicha de custodiar una RELIQUIA DE PRIMERA CLASE, han de tener en cuenta los siguientes puntos:

             1º) Las Sagradas Reliquias NO SON AMULETOS, NI PIEZAS DE COLECCIÓN; de hecho, las reliquias de primera clase tienen condición de vaso sagrado. Horroriza comprobar cómo personas de dudoso comportamiento moral poseen reliquias y las exhiben en las redes sociales, como si de trofeos o condecoraciones se tratasen.

             2º) Para no perder de vista el carácter SAGRADO de las Reliquias, es muy conveniente apartarlas de otros objetos profanos; lo ideal es guardarlas ordenadamente en una caja digna, provista de tapa para evitar el polvo y la humedad, aparte de un mejor transporte si de diese el caso.

             3º) Las tecas (los recipientes que contienen las reliquias) han de ser limpiadas con sumo cuidado (al menos una vez al mes); limpieza de la parte metálica de la teca, con exquisito mimo para evitar romper el lacre, que junto con el certificado de autenticidad de la reliquia, garantiza que se trata de una reliquia verdadera.



Reverso de un documento de autenticidad, dotado con
con una marca de agua con el escudo del Carmelo Descalzo


             4º) Costumbre piadosa, es la de besar la teca ( o tecas ) en la mañana y en la noche. Cuando se posean más de seis, es suficiente besarlas una vez al día.

             5º) También es recomendable adquirir un RELICARIO, donde se puede exponer la Reliquia del Santo en cuestión en el día de su Onomástica y en día previos si por ejemplo, hacemos una novena.

             6º) Algunas personas muy piadosas, a veces llevan consigo la teca con reliquia de un Santo de su devoción; en estos casos, lo ideal es llevarla prendida al cuello, con una cadena o un cordón sólidos, en el interior de la ropa y siempre y cuando no vayamos a realizar un esfuerzo físico que pueda dañar la teca.





domingo, 2 de noviembre de 2025

LOS FIELES DIFUNTOS, LAS ALMAS RETENIDAS EN EL BENDITO PURGATORIO

   

“En aquellos días oí una voz del Cielo que me decía:
Felices los muertos que mueren en el Señor.
Ya desde ahora, dice el Espíritu, 
que descansen de sus trabajos, 
puesto que sus obras los acompañan”


Libro del Apocalipsis, cap. 14, vers. 13



                   La piedad maternal de la Santa Iglesia Católica, que diariamente hace mención, singular y universal de los Fieles Difuntos, principalmente en el Santo Sacrificio de la Misa, después de la Fiesta de ayer, recuerda en sus plegarias a todos los Fieles que, destinados al Cielo, se hallan detenidos todavía en el Bendito Purgatorio.

                   Los sufragios van destinados a aquellos Difuntos por quienes nadie ruega. San Odilón, Abad de Cluny, en el año 998, introdujo tan caritativa costumbre en su monasterio.

                   No hay en el mundo nada más hermoso y más digno de poseerse que la verdadera Caridad. Éste es el Mandamiento Supremo del buen Cristiano: "Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos". Por eso, la Santa Iglesia, en el siglo XIV, decretó obligatoria esta obra de Caridad que es rezar por nuestros muertos.

                    No siempre podemos practicar en este mundo la Caridad tal y como gusta nuestro corazón, pero sí podemos ser todos GRANDES BENEFACTORES DE LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Mayores y pequeños, enfermos y sanos, todos podemos socorrerles con nuestras oraciones, Misas, Comuniones, limosnas...

                   Esta unión con nuestras Hermanas las Almas del Purgatorio se basa en una Verdad de Fe, en un Dogma que todo católico está obligado a creer: el Dogma de la Comunión de los Santos; vemos continuamente esa trabazón misteriosa que existe entre la Iglesia Triunfante (El Cielo), la Militante (Visible en la tierra) y la Iglesia Purgante, y nos sentimos envueltos en la red de ese doble deber de Caridad y de Justicia, que fluye naturalmente de nuestra misma incorporación al Cuerpo Místico mediante el Santo Bautismo.

                   No olvidemos pues, en este Mes del Purgatorio, a todas aquellas personas que un día pasaron por nuestra vida y que ya partieron... ¿cuántos estarán aún penando en el Purgatorio por sus culpas que no expiaron? Ten la caridad de hacer memoria de aquellas buenas personas, de tus familiares, amigos, conocidos... ¡cuántos habrán muerto sin total arrepentimiento, sin pagar sus culpas!. De ti depende su descanso eterno o que su castigo cese y vayan pronto a la Presencia de Dios, donde ten por seguro tendrán un recuerdo hacia ti. 

                    En algunas regiones de España estaba permitido celebrar dos Misas en este día tan señalado, y hasta tres en el siglo siguiente. El Papa Benedicto XV, después de la I Guerra Mundial, hizo extensible este Privilegio a todos los Sacerdotes del Mundo Católico, mediante la Bula "Incruentum altaris", sobre las celebraciones litúrgicas del Día de Difuntos.


LOS TRES CONSUELOS DEL PURGATORIO

que podemos ofrecer desde este mundo por las Benditas Ánimas del Purgatorio;
estos santos consuelos los concretaremos formulando de corazón y con piedad
el conocido como VOTO DE ÁNIMAS, mediante el cual ofreceremos a Dios, por 
medio de Su Santísima Madre todas las obras satisfactorias que podamos alcanzar 
en esta vida y aún después de nuestra muerte 




PRIMER CONSUELO: EL SANTO SACRIFICIO DE LA MISA 


                Para las Benditas Ánimas del Purgatorio, una sola Misa es de infinito valor. Los teólogos dividen en tres partes el fruto espiritual del Sacrificio del Altar:

     - Una parte va en beneficio de todos los miembros.

     - Otra parte va en ventaja del Sacerdote que celebra.

     - La tercera parte va en provecho de por quien se celebra, y esta parte es aplicable a las Almas Purgantes. Pero no basta celebrar una sola Misa por los difuntos, es necesario hacer celebrar muchas.

                    Procura a lo largo de este mes de Noviembre destinar cierta cantidad de dinero, según tus posibilidades, como estipendios para celebrar Misas por tus Difuntos y por las Almas del Purgatorio en general; es un dinero bien invertido, pues el valor del dinero es nada frente a la multitud de gracias que podemos conseguir para las Almas del Purgatorio y para nosotros que le hacemos la caridad de ayudarlas.


SEGUNDO CONSUELO: LA ORACIÓN


             Es como un refrigerio que de nuestra alma sube al Cielo. También una simple invocación, una jaculatoria, un sacrificio, un acto breve de amor a Dios, tienen una eficacia extraordinaria de sufragio. Entre las oraciones que podemos rezar prevalecen: el “Oficio de los Difuntos”, el Salmo 50, el Vía Crucis, y sobre todo, el rezo del Santo Rosario. A todas estas u otras oraciones hay que agregar la Santa Confesión y Comunión Sacramental ( o espiritual, que se puede hacer siguiendo el modelo de la estampa "Comunión Espiritual, de este blog); es necesario además, que en ocasión de la muerte de una persona querida, todos los parientes se confiesen y comulguen por el alma.


TERCER CONSUELO: LAS INDULGENCIAS


             La Indulgencia es una remisión de una pena temporal, adeudada por los pecados, que la Iglesia concede bajo ciertas condiciones al alma en gracia, aplicándole los méritos y las satisfacciones abundantes de Nuestro Redentor Jesucristo, de la Virgen Nuestra Señora y de los Santos, los cuales constituyen su Tesoro y por lo cual anulan sobre la tierra en todo o en parte la deuda de un alma anulándola también en el Cielo. Hay indulgencia “Plenaria” y “Parcial”. Para ganar la indulgencia es necesario estar en estado de gracia y tener la intención de ganarla. Por la Comunión de los Santos podemos socorrer a los Difuntos, la Iglesia nos da la facultad de aplicarles este inmenso tesoro de misericordia, reduciendo así sus penas que son la satisfacción de las culpas cometidas durante la vida presente.




sábado, 1 de noviembre de 2025

FESTIVIDAD DE TODOS LOS SANTOS, BIENAVENTURADOS Y MÁRTIRES

   

                La Festividad de Todos los Santos tiene su origen en la dedicación que del Panteón (templo dedicado a todos los dioses romanos) hizo el Papa Bonifacio IV a Nuestra Señora y a Todos los Santos, el 13 de Mayo del año 609. El Papa Gregorio IV extendió esta Festividad a toda la Iglesia Católica.

                Esta importante Fiesta sigue a la de Jesucristo Rey por ser Él su cumbre y su corona, y es que desde siempre, la Santa Iglesia ha tributado veneración a aquellas almas que supieron imitar fielmente a Nuestro Señor; son los Santos como pequeños faros que nos guían por el camino pedregoso de esta vida. Aquellas Almas Bienaventuradas, amaron la pobreza, fueron mansos, pero al tiempo celosos apóstoles de la Gloria de Dios; muy pocos son los que han sido elevados a los altares, pues la mayoría de los Santos han pasado desapercibidos ante los míseros ojos humanos.


            Como preludio al día de Todos los Fieles Difuntos, siguiendo la Tradición de la Iglesia Católica, invitamos a todos nuestros amigos y lectores a rezar el Santo Rosario, a ser posible sus Quince Misterios, por las Benditas Ánimas retenidas en el Purgatorio.



             
REFLEXIÓN MUY APROPIADA PARA HOY
SOBRE LA SANTIDAD CRISTIANA
  

            El Espíritu Santo va iluminando a las personas espirituales los medios para llegar a la santidad. Les enseña a cumplir aquello que decía San Pablo: 

"Castigo mi cuerpo y lo reduzco a servidumbre, 
no sea que enseñando a otros el camino de la Santidad,
 yo me quede sin llegar a conseguirla" 

(San Pablo, 1 Corintios, cap. 9, vers. 27)

            A las almas que desean llegar a la santidad, el Divino Espíritu les recuerda frecuentemente aquellas palabras de Jesús: 

"Si alguien quiere venir Conmigo, niéguese a sí mismo,
 acepte su cruz de sufrimientos de cada día, y sígame"

 (Evangelio de San Mateo, cap. 16, vers. 24)

          Y les invita a seguir a Cristo imitando Sus Santos ejemplos, venciéndose así mismo, y aceptando con paciencia las adversidades. Para esto les será de enorme utilidad el frecuentar los Sacramentos, especialmente el de la Penitencia y el de la Eucaristía. Éstos les permitirán conseguir nuevo vigor y adquirir fuerzas y energías para luchar contra los enemigos de la Santidad. 

           Existen almas imprudentes que consideran como lo más importante para adquirir la perfección y la santidad, el dedicarse a obras exteriores.


           Algo dañoso y perjudicial. Para muchas almas el dedicarse totalmente a obras exteriores les hace más daño que bien para su espíritu, no porque esas obras no sean buenas y recomendables, sino porque se dedican de manera tan total a ellas que se olvidan de lo esencial y más necesario que es reformar sus pensamientos, sus sentimientos y actitudes, no dejar que sus malas inclinaciones se desborden libremente; éstas les exponen a muchas trampas y tentaciones de los enemigos del alma. (En este caso sí que se podría repetir la frase que San Bernardo le escribió a su antiguo discípulo Eugenio, que era Sumo Pontífice en ese entonces: "Malditas ocupaciones" las que te pueden apartar de la vida espiritual y la santificación de tu alma).

           Una trampa. Los enemigos de nuestra salvación, viendo que la cantidad de ocupaciones que nos atraen y nos apartan del verdadero camino que lleva a la Santidad, no sólo nos animan a seguirlas practicando, sino que nos llenan la imaginación de quiméricas y falsas ideas, tratando de convencernos de que por dedicarnos a muchas acciones exteriores ya con eso nos estamos ganando un maravilloso paraíso eterno (olvidando lo que decía un Santo: "Ojalá se convencieran los que andan tan ocupados y preocupados por tantas obras exteriores, que mucho más ganarían para su propia Santidad y para el bien de los demás, si se dedicaran un poco más a lo que es espiritual y sobrenatural; de lo contrario todo será lograr poco, o nada, o menos que nada, pues sin vida espiritual se puede hasta llegar a hacer más daño que bien"). 


           Otro engaño. Existe otra trampa contra nuestra vida espiritual, es que durante la oración se nos llene la cabeza de pensamientos grandiosos y hasta curiosos, raudales acerca de futuros apostolados y trabajos por las almas, y en vez de dedicar ese tiempo precioso a amar a Dios, a adorarlo, a pensar en Sus perfecciones, a darle gracias y a pedirle perdón por nuestros pecados, nos dediquemos a volar como varias mariposas por un montón de temas que no son oración, y aun como moscardones a volar con la imaginación, por los basureros de este mundo. 



EL COMBATE ESPIRITUAL
Padre Lorenzo Scúpoli





NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Día 9º: NUESTRO POCO AMOR A DIOS

      

INICIO


               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN 


               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


MEDITACIÓN DIARIA




ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Revelada a Santa Gertrudis

El Señor reveló  a la Santa que cada vez que fuese recitada
esta oración obtendría la liberación de 1.000 Almas del Purgatorio


               Padre Eterno, yo Te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con todas las Santas Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos de mi propia casa y los de mi familia.


SÚPLICA A MARÍA, REINA DEL PURGATORIO



               Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en Tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las Benditas Ánimas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, Clementísima Señora, si es ésta Tu Voluntad y la de Tu Misericordioso Hijo. Amén.


          1- María Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de Caridad o de Justicia.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          2- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por las Almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; Tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los Méritos de la Pasión de Jesús, Tus Méritos y los de los Santos, y alcancen así el eterno descanso.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          3- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en Tu compañía las Eternas Misericordias del Señor.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          4- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de una manera especial por aquellas Almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de Ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas Almas el bálsamo de Tu consuelo.

         Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          5- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de un modo especial por aquellas Almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre Nuestra por Ellas, y Dios escuchará Tu oración.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


ORACIÓN FINAL


               Virgen amada del Monte Carmelo, conduce y apiádate de Tus hijas, las Almas que claman a Ti desde el Bendito Purgatorio. Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que la Luz perpetua brille para Ellas.          

               Bienaventuradas aquellas que se han librado del Purgatorio acogidas bajo Tu Manto, el Santo Escapulario: enciende para Ellas la Luz Divina y que esas Almas, compungidas y agobiadas, consigan así descansar en paz.

               Auxílialas desde Tu pedestal celestial para que, después de tanto tiempo en incertidumbre, puedan descansar en paz. Amén.



viernes, 31 de octubre de 2025

NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Día 8º: INMENSIDAD DE LA PENA DE DAÑO

     

INICIO


               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN 


               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


MEDITACIÓN DIARIA




ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Revelada a Santa Gertrudis

El Señor reveló  a la Santa que cada vez que fuese recitada
esta oración obtendría la liberación de 1.000 Almas del Purgatorio


               Padre Eterno, yo Te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con todas las Santas Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos de mi propia casa y los de mi familia.


SÚPLICA A MARÍA, REINA DEL PURGATORIO



               Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en Tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las Benditas Ánimas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, Clementísima Señora, si es ésta Tu Voluntad y la de Tu Misericordioso Hijo. Amén.


          1- María Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de Caridad o de Justicia.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          2- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por las Almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; Tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los Méritos de la Pasión de Jesús, Tus Méritos y los de los Santos, y alcancen así el eterno descanso.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          3- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en Tu compañía las Eternas Misericordias del Señor.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          4- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de una manera especial por aquellas Almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de Ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas Almas el bálsamo de Tu consuelo.

         Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          5- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de un modo especial por aquellas Almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre Nuestra por Ellas, y Dios escuchará Tu oración.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


ORACIÓN FINAL


               Virgen amada del Monte Carmelo, conduce y apiádate de Tus hijas, las Almas que claman a Ti desde el Bendito Purgatorio. Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que la Luz perpetua brille para Ellas.          

               Bienaventuradas aquellas que se han librado del Purgatorio acogidas bajo Tu Manto, el Santo Escapulario: enciende para Ellas la Luz Divina y que esas Almas, compungidas y agobiadas, consigan así descansar en paz.

               Auxílialas desde Tu pedestal celestial para que, después de tanto tiempo en incertidumbre, puedan descansar en paz. Amén.



jueves, 30 de octubre de 2025

NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Día 7º: LA PENA DE DAÑO

    

INICIO


               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN 


               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


MEDITACIÓN DIARIA




ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Revelada a Santa Gertrudis

El Señor reveló  a la Santa que cada vez que fuese recitada
esta oración obtendría la liberación de 1.000 Almas del Purgatorio


               Padre Eterno, yo Te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con todas las Santas Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos de mi propia casa y los de mi familia.


SÚPLICA A MARÍA, REINA DEL PURGATORIO



               Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en Tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las Benditas Ánimas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, Clementísima Señora, si es ésta Tu Voluntad y la de Tu Misericordioso Hijo. Amén.


          1- María Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de Caridad o de Justicia.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          2- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por las Almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; Tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los Méritos de la Pasión de Jesús, Tus Méritos y los de los Santos, y alcancen así el eterno descanso.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          3- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en Tu compañía las Eternas Misericordias del Señor.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          4- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de una manera especial por aquellas Almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de Ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas Almas el bálsamo de Tu consuelo.

         Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          5- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de un modo especial por aquellas Almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre Nuestra por Ellas, y Dios escuchará Tu oración.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


ORACIÓN FINAL


               Virgen amada del Monte Carmelo, conduce y apiádate de Tus hijas, las Almas que claman a Ti desde el Bendito Purgatorio. Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que la Luz perpetua brille para Ellas.          

               Bienaventuradas aquellas que se han librado del Purgatorio acogidas bajo Tu Manto, el Santo Escapulario: enciende para Ellas la Luz Divina y que esas Almas, compungidas y agobiadas, consigan así descansar en paz.

               Auxílialas desde Tu pedestal celestial para que, después de tanto tiempo en incertidumbre, puedan descansar en paz. Amén.



miércoles, 29 de octubre de 2025

NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Día 6º: DURACIÓN DE LAS PENAS DEL PURGATORIO

    

INICIO


               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN 


               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


MEDITACIÓN DIARIA




ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Revelada a Santa Gertrudis

El Señor reveló  a la Santa que cada vez que fuese recitada
esta oración obtendría la liberación de 1.000 Almas del Purgatorio


               Padre Eterno, yo Te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con todas las Santas Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos de mi propia casa y los de mi familia.


SÚPLICA A MARÍA, REINA DEL PURGATORIO



               Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en Tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las Benditas Ánimas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, Clementísima Señora, si es ésta Tu Voluntad y la de Tu Misericordioso Hijo. Amén.


          1- María Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de Caridad o de Justicia.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          2- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por las Almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; Tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los Méritos de la Pasión de Jesús, Tus Méritos y los de los Santos, y alcancen así el eterno descanso.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          3- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en Tu compañía las Eternas Misericordias del Señor.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          4- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de una manera especial por aquellas Almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de Ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas Almas el bálsamo de Tu consuelo.

         Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          5- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de un modo especial por aquellas Almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre Nuestra por Ellas, y Dios escuchará Tu oración.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


ORACIÓN FINAL


               Virgen amada del Monte Carmelo, conduce y apiádate de Tus hijas, las Almas que claman a Ti desde el Bendito Purgatorio. Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que la Luz perpetua brille para Ellas.          

               Bienaventuradas aquellas que se han librado del Purgatorio acogidas bajo Tu Manto, el Santo Escapulario: enciende para Ellas la Luz Divina y que esas Almas, compungidas y agobiadas, consigan así descansar en paz.

               Auxílialas desde Tu pedestal celestial para que, después de tanto tiempo en incertidumbre, puedan descansar en paz. Amén.



martes, 28 de octubre de 2025

NOVENA POR LAS ALMAS DEL PURGATORIO. Día 5º: LA INTENSIDAD DE LA PENA DE SENTIDO

    

INICIO


               Por la señal de la Santa Cruz + de nuestros enemigos + líbranos Señor + Dios Nuestro. En el Nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo. Amén.


ACTO DE CONTRICIÓN 


               Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quien sois y porque Os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocasiones de ofenderos, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera impuesta.

           Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en Vuestra Bondad y Misericordia infinita, que me los perdonaréis, por los méritos de Vuestra Preciosísima Sangre, Pasión y Muerte y me daréis gracia para enmendarme y perseverar en Vuestro Santo Amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.


MEDITACIÓN DIARIA




ORACIÓN AL PADRE ETERNO

Revelada a Santa Gertrudis

El Señor reveló  a la Santa que cada vez que fuese recitada
esta oración obtendría la liberación de 1.000 Almas del Purgatorio


               Padre Eterno, yo Te ofrezco la Preciosísima Sangre de Tu Divino Hijo Jesús, en unión con todas las Santas Misas celebradas hoy a través del mundo, por todas las Benditas Ánimas del Purgatorio, por todos los pecadores del mundo, por los pecadores en la Iglesia Universal, por aquellos de mi propia casa y los de mi familia.


SÚPLICA A MARÍA, REINA DEL PURGATORIO



               Santísima Virgen María, Reina del Purgatorio; vengo a depositar en Tu Corazón Inmaculado una oración en favor de las Benditas Ánimas que sufren en el lugar de expiación. Dígnate escucharla, Clementísima Señora, si es ésta Tu Voluntad y la de Tu Misericordioso Hijo. Amén.


          1- María Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas por las cuales tengo o pueda tener alguna obligación, sea de Caridad o de Justicia.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          2- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por las Almas abandonadas, olvidadas y a las cuales nadie recuerda; Tú, Madre, que te acuerdas de ellas, aplícales los Méritos de la Pasión de Jesús, Tus Méritos y los de los Santos, y alcancen así el eterno descanso.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          3- María, Reina del Purgatorio, Te ruego por aquellas Almas que han de salir más pronto de aquel lugar de sufrimiento, para que cuanto antes vayan a cantar en Tu compañía las Eternas Misericordias del Señor.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          4- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de una manera especial por aquellas Almas que han de estar más tiempo padeciendo y satisfaciendo a la Divina Justicia. Ten compasión de Ellas, ya que no pueden merecer sino sólo padecer; abrevia sus penas y derrama sobre estas Almas el bálsamo de Tu consuelo.

         Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


          5- María, Reina del Purgatorio, Te ruego de un modo especial por aquellas Almas que más padecen. Es verdad que todas sufren con resignación, pero sus penas son atroces y no podemos imaginarlas siquiera. Intercede Madre Nuestra por Ellas, y Dios escuchará Tu oración.

          Dios te salve María…

     Dales, Señor, el descanso eterno. Y brille para Ellas la luz perpetua. Descansen en paz. Amén.


ORACIÓN FINAL


               Virgen amada del Monte Carmelo, conduce y apiádate de Tus hijas, las Almas que claman a Ti desde el Bendito Purgatorio. Calma su sufrimiento y concédeles el descanso eterno, que la Luz perpetua brille para Ellas.          

               Bienaventuradas aquellas que se han librado del Purgatorio acogidas bajo Tu Manto, el Santo Escapulario: enciende para Ellas la Luz Divina y que esas Almas, compungidas y agobiadas, consigan así descansar en paz.

               Auxílialas desde Tu pedestal celestial para que, después de tanto tiempo en incertidumbre, puedan descansar en paz. Amén.