A la gruta de Belén llegan los Reyes Magos de Oriente, guiados por una estrella. Dios nunca falta a nadie en el conocimiento de la Verdad, y todas las criaturas en Sus manos son instrumentos aptos para eso.
Estos Magos ofrecen a Jesús, oro, Incienso y mirra como a Dios, Rey y como Hombre. ¡Qué júbilo para San José ver a Jesucristo así de honrado y adorado!
Los Magos vuelven a sus tierras felices por conocer al Rey de los reyes, repletos de bendiciones y de la gracia divina.
FRUTO: Buscar conocer a Jesús y hacer Su voluntad, cueste lo que cueste.
INVOCACIÓN: Felicísimo San José, que vea siempre a Cristo, que me guíe por el camino donde también yo pueda verlo. Amén.
ORACIÓN: Oh Dios, que por inefable Providencia te dignaste escoger a San José por Esposo de Tu Madre Santísima; concédenos te pedimos, que merezcamos tener por intercesor en el Cielo, a aquél que veneramos en la tierra como Protector. Tú, que vives y Reinas, por los siglos de los siglos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.