viernes, 8 de febrero de 2019
"EL AMOR Y EL SUFRIMIENTO UNEN AL ALMA ESTRECHAMENTE CON DIOS..."
Sor Josefa Menéndez, religiosa de la Sociedad del Sagrado Corazón, fue agraciada con revelaciones privadas de Nuestro Señor y de la Virgen Santa en los últimos años de su corta vida. Española de nacimiento había emigrado a Francia para cumplir con la Voluntad de Dios y desposarse con Cristo, alejada de su Patria y desempeñando las labores más humildes en su Comunidad. En medio de aquella vida sencilla, el Sagrado Corazón de Jesús se le manifestó, siempre a espaldas de sus hermanas de religión, pero por obediencia a sus Superioras, Sor Josefa recogió por escrito aquellos coloquios celestiales.
Sólo después de su muerte, cuando contaba 33 años de edad, fueron compiladas sus confidencias con el Sagrado Corazón de Jesús y publicadas bajo el título "UN LLAMAMIENTO AL AMOR"(1); el entonces Cardenal Pacelli -luego Papa Pío XII- envió una carta a la Superiora General de la Sociedad del Sagrado Corazón en la que recomendaba la lectura y difusión del Mensaje de Reparación, Amor y Confianza que Sor Josefa escribió bajo el dictado de Nuestro Redentor.
"El Lunes, 24 de Enero de 1921 -cuenta Sor Josefa- todo el día estuve suplicando a la Virgen que me ayudase. De repente, al empezar la adoración, me sentí totalmente en paz."
La Virgen Nuestra Señora está a su lado, con Su sonrisa maternal y le revela:
"Vengo, hija mía, a decirte que conviene que sufras. El amor y el sacrificio todo lo alcanzan. No te canses... Es por las almas."
La Virgen desaparece, pero a la Aurora ha de seguir el Sol...
Al día siguiente, Martes 25 de Enero escribe Sor Josefa:
"Vino Jesús al empezar la Misa. Le pregunté si había lastimado Su Corazón, pues ya sabe que esto es lo que más me duele"
"No -respondió Él, lleno de bondad; Escucha esta palabra: el oro se purifica en el fuego; así tu alma se purifica y fortalece en la tribulación, y el tiempo de la tentación es de gran provecho para ti y para otras almas."
Animada por tanta compasión, Josefa confía al Maestro su mayor ansiedad, el tormento más doloroso de estos días de prueba:
"Jesús mío, tengo mucho miedo de que esto ponga en peligro mi vocación."
Él le responde:
"Quién podrá desconfiar de tu vocación, que ha resistido a tantas y tan fuertes tentaciones? Dos fines me propongo al permitirlas: 1º Convencerte de tu impotencia para el bien y de que todo lo que recibes es puro don gratuito de Mi bondad y de Mi Amor. 2º Servirme de tus sufrimientos para la salvación de muchas almas."
"Sí, sufrirás para ganarme almas, porque eres víctima escogida por Mi Corazón. Pero nada te perjudicará. No lo consentiré."
A esta regalada promesa, Sor Josefa responde con una nueva entrega, total y plenamente confiada.
Al otro día, Miércoles 26 de Enero, Jesús insiste de nuevo en la necesidad de padecer. Así lo escribió la confidente del Sagrado Corazón:
"Durante la oración vino y me hizo sentir los latidos de Su Corazón. Le pedí que me enseñara a marle y que nunca le causase pena. Como si se alegrara de estas palabras me dijo:
"El alma que ama desea sufrir, y el sufrimiento aumenta el Amor. El Amor y el sufrimiento unen al alma estrechamente con Dios hasta hacerla una misma cosa con Él."
Y al quejarse Josefa de su debilidad:
"Nata temas. Yo Soy la misma fortaleza. Cuando el peso de la Cruz te parezca superior a tus fuerzas, pide socorro a Mi Corazón."
En cuanto a la oscuridad en que a veces la deja, el Señor vuelve a repetir lo que ya le había indicado en otra ocasión:
"¿No sabes dónde estoy, Josefa, con gran seguridad?... Déjate guiar. Mis ojos están fijos en ti; tú fíjalos en Mí y abandónate."
NOTAS ACLARATORIAS:
1- Para conocer más de la vida de Sor Josefa Menéndez toque AQUÍ . Puede encontrar otros extractos de "Un Llamamiento al Amor" por la etiqueta que lleva el mismo nombre en el ÍNDICE DE TEMAS situado en el margen izquierdo de este Blog.
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